Precious Love Cap 5
Capitulo 5
Durante el trayecto en coche de camino a casa, Jaejoong no paraba de hablar, parecía que le habían dado cuerda.
- Por cierto, antes de que se me olvide, me iré unos tres días a Japón, tengo que cerrar unos negocios allí.
- Ah, está bien.
- No tienes trabajo en la agencia así que no hace falta que te pases por allí, te mandarán una copia de las fotos de Jeju como me pediste.
- Gracias. - Justo en ese momento nos detuvimos frente al portal. - Ten cuidado por Japón.
- La próxima vez te llevaré conmigo.
- Tendrían que abrir una planta en el cielo solamente para ti.
- Jajaja, te echare de menos.
- Y yo.. - Se acercó a mi para besarme, haciendo que mi piel se erizara.
"Solo son tres dias" pensé mientras subía cansinamente las escaleras. Me asusté al escuchar como la puerta de Yunho se abría de golpe precipitadamente. Paré en seco en medio de las escaleras y le miré con mala cara ¿me estaba esperando o espiando?.
Yunho, que se había quedado apoyado en la puerta, me sonrió como si estubiera a puntito de liar alguna.
- ¿Qué tal? - Preguntó él..algo tramaba.
- Bien... - Yo seguía parada en medio de la escalera mirándole espectante, ¿qué quería?. Él me miró de arriba a abajo.
- ¿Vienes de estar con tu magnifico novio? - ¿Y el sarcáscmo a qué venia? tshh...no había día de paz con este pesado...
- ¿Y a ti quá más te da? - Le dije mirándole de una manera altiva.
- No seas antipática, lo digo por si has cenado, por tu cara traes hambre... ¿Por qué no pasas y cenamos? Me lo debes.- Estaba muy seguro de sí mismo cuando lo decía, como si eso fuese hacer que pasase. Yo tambien sabía cocinar, poco, pero sabía y con el ritmo de vida que llevaba seguro que mejor que él.
- ¿Qué yo te qué? ¡JA! - Dije resoplando para luego continuar las escaleras hacia mi puerta, definitivamente tenía una cara que se la pisaba. - No te debo nada de nada, más bien me debes tú a mi...el bote ese de sal tuneado, es mio. Mio. Así que ya sabes... devuélvemelo y a lo mejor ceno contigo.. - Quizás si hacíamos un trato podría recuperar mi caro regalo de boda...desde que se lo había llevado, el bote de azucar y el de la pimienta estaban huerfanos.
- Venga, no me hagas rogar más, es muy sencillo, pasas, cenas y te vas. - Esto sería complicado... él no estaba por la labor de negociar y seguía en sus trece.
- No. No tengo ningún interés. Solo dame lo que es mio y punto. No quiero ningún tipo de relación contigo.- Dije ya con la puerta de casa abierta.
- Vaaaya, quien lo diría...me siento casi familiar tuyo.. - Dijo enarcando una ceja.En ese momento el sonido de unos tacones subiendo las escaleras nos distrajo, haciendo que mirasemos hacia las escaleras. Para mi grata sorpresa, era Sang Hee.. - ¡Anda!
- Buenas noches. - Saludó ella sonriéndole dulcemente.
- Ahora sí que son buenas noches...- Dijo él acercándose a recibirla, la rodeó con su brazo por la cintura mientras ella reía...¡pero será!..
- Oye, pues nada, si tu no quieres cenar mejor que se quede ella. ¿Verdad? - Dijo girándose ya casi metidos en casa.. - Pero que guapa estas hoy.. - La acarició la cara mientras ella reía.
-¿¡Tú que pasa que vas dando cita como en el medico!? ¡Estás ganando puntos chato.. anda y que te den!.- Y me metí en casa cerrándo la puerta con fuerza. Justo antes de que él cerrara. ¿Pero que se había creído? Arg..
No podía con él, es que no podía...tiré el bolso al suelo de mala manera y me quité los zapatos. FuÍ directa a la ventana del salón y en que momento.. Yunho le retiraba la silla a Sang Hee para luego acomodarla acercándola a la mesa, vamos ni en los mejores restaurantes te ponían esa sonrisa.. y encima el muy capullo me miró por la ventana para guiñarme un ojo. En ese instante cerré la cortina con un cabreo monumental. ¡Será crio!
Aunque no era la más adecuada para hablar, esto me lo estaba tomando demasiado a pecho. ¿Por qué razón? Solo era un estupido. Solo eso. No me importaba lo que hiciera con esa tía, al fin y al cabo durante estos meses que ya llevaba viviendo allí habían subido miles de chicas casi todos los fines de semana. Pero esta... esta me cabreaba más que ninguna.. más que nada por que tambien rondaba a Jaejoong.
Mi cena fue taaan amena.. tanto, que la dejé a medias y me fuí a dormir. No pude evitar espiar por la ventana a ver si veía alguna luz encendida.. o escuchaba algo. Pero no descubrí nada.. despues de hacer un rato más el estupido intentando averiguar que hacian, caí en la cuenta de que eso era ridiculo ya que él no me interesaba, para nada vamos..y terminé quedándome dormida.
Era fin de semana, por fin. Pero con todo el trabajo de estas semanas tenía que encargarme de la casa... si es que tal y como la tenía se podía denominar así. Despues de sesiones de aspiradora y fregona tocó poner la colada. Ya con el barreño lleno de ropa recien sacada de la lavadora me acerqué a la ventana del salón. Aún las cortinas estaban echadas desde anoche. Temí que Yunho estubiese por casa, no me apetecía nada verle, después de intentar averiguar si rondaba por casa o no me dispuse a colgar la ropa.
Llevaba ya media colada colgada cuando me percaté de un sonidito, "chaka chaka". Escuchaba atentamente para saber de donde procedía, mirando para un lado y otro, intentando buscarlo. Estaba colgando una camiseta blanca cuando de nuevo el sonido me sorprendió. Miré hacia abajo y entonces la camiseta se me resbaló de las manos y comenzó a caer al patio. "Mierda" pensé y entonces volví a escuchar aquel "chaka chaka", estaba en un cuarto piso así que se podía distinguir bien quien estaba en el patio. Era Yunho cámara en mano, no era una cámara digital, sino de las profesionales antiguas. De ahí procedía el sonido. Él miró hacia arriba, y enfocándome con la cámara me sacó una foto.
- ¡EH! - Le grité desde la ventana. - ¡Nada de fotos!
- Shhhhhh no grites.. los vecinos se van a molestar. Además has sido tu la que se ha puesto en medio de mi foto.
- Seguro que la he mejorado..- murmuré -¡Súbeme la camiseta! - Le ordené. A pesar de ser una camiseta blanca sin ningún tipo de dibujo era una de mis favoritas. Yunho no me respondió, solo sonrió y ví como salía por la puerta del patio.
Le esperaba mientras yo terminaba de colgar las últimas dos prendas, pero tardaba demasiado. ¿Dónde se había metido con mi camiseta? Cansada de esperar llamé a su puerta. Tardó en abrir pero finalmente lo hizo.
- ¿Qué deseas? - Dijo en tono aburrido.
- ¿Cómo que qué deseo? Devuelveme la camiseta.
- No.- Estaba muy serio. ¿Bromeaba o qué?
- ¿Perdona?
- Que no. Ahora es un rehén. - Su voz se torno aún más grave de lo que ya era y su mirada se intensifico imitando a la de un secuestrador.
- Jajaja, ¿qué te pasa? se te va la cabeza.
- Nada, ya te digo que es un rehén. - Y según dijo eso me cerró la puerta. En la cara. ¡Y esa técnica era mia!. Llame a su puerta durante cinco minutos sin respuesta hasta que me empezó a doler la mano. Fui hacia la ventana dispuesta a tirar lo que fuera por ella. Y entonces le ví subido a una silla con un pié en el poyete de la ventana.
- ¿Pero qué haces? ¡Te vas a caer! - Le grité desde mi posición.
- ¿Te preocupas por mi antes que por tú camiseta? Impresionante - Dijo asomando la cabeza sonriendo, ya que solo se le veía medio cuerpo.
- No. Lo que no quiero es que te mates y me tenga que tirar toda la tarde en comisaria declarando.
-Bah! - Y pasó de mi olimpicamente. Entonces... me dí cuenta de lo que estaba haciendo, estaba colgando algo.. MI camiseta... La había colgado de de algún sitio por su ventana. Lo peor de todo es que la había pintado con lo que supuse que era rotulador: "VEN A CENAR CONMIGO" - ¿Mola o no? - Dijo ya bajandose de la silla y ondeando la camiseta para que la viera bien.
- ¡Magnifica idea! - El sarcasmo en mi frase era notorio - Pero .. perooo peroo.. .- Dije mientras me quitaba el zapato y se lo lanzaba - ¡PERO TU ESTAS MAL DE LA CABEZA! - Mi mala suerte hizo que no le diera en la cabeza.. el muy capullo era bueno esquivando objetos voladores.
Debio caer en medio del salón. Salió corriendo lo recogió y le vi que se metía en la habitación, entonces le seguí. Retiré la cortina para ver que hacía. ¡Esto era una locura! Parecíamos estar jugando al pilla-pilla a distancia. Él cogió un bloque de posits y me lo enseñó con gesto de burla volviendo despues al salón. Le escribió algo pegándolo despues en mi zapato. Lo puso en el poyete junto al tarro de sal, en el posit ponía: "No seas así... lo pasaremos bien...:P"
- Muy bien lo vas a pasar tú cuando entre en tu casa y te.. te...te..- Estaba pasando, descaradamente de mi haciendome burla y sacándome la lengua. Entonces extendió la mano y cerró su cortina dejándome con la palabra en la boca.
Estaba enfadada y estresada, lo mejor que podía hacer era salir a dar una vuelta. Mih wa tenía tambien el día libre y nos fuimos al centro comercial. Comprar siempre venía bien para distraerte y más si los pensamientos eran todos relacionados con tu vecino y unos cuchillos bien afilados. Cuando regresé estaba anocheciendo, estaba a punto de llegar al portal cuando ví a un hombre, parado justo delante de las escaleras mirando a la puerta de entrada. El señor me sonaba, estaba segura de que le había visto alguna vez, cuando me acerqué, me di cuenta de que era el señor mayor que le había dejado un sobre a Yunho aquel día. Pasé por su lado despacio entonces él me paró.
- Felicidades. - Dijo.
- Ah...¿por qué?
- Por las fotos de la revista. Me gustaron mucho. Un gran trabajo.- ¿Acaso era un fan? Me sentí agradecida por que a alquien que no conocía le gustasen mis fotos.
- Oh, gracias. - Le hice una pequeña reverencia. El señor sonrió tristemente y me correspondió haciendo lo mismo. Tenía curiosidad por si había conseguido hablar con Yunho. - ¿Contactó con Yunho?
- Ah.. - Mi pregunta le pilló por sorpresa.. - Eh..sí sí, gracias.- El hombre no tenía mucha pinta de estar diciendo la verdad, su expresión era nerviosa. No se por qué todo lo que le rodeaba era tan misterioso. La vida de Yunho era todo un enigma y demasiado interés por descifrarle. - Si habla con él, no le diga que hoy he venido... por favor..
- Oh.. claro..
- Adios..
- Adios - Los dos nos despedimos haciendonos una reverencia.. Que actitud tan extraña.
Cuando subí estube por llamar a la puerta de Yunho, pero no me apetecía continuar con la lucha interminable. Encendí la tele para que me hiciera compañía mientras hacía la cena. Ya tirada en el sofá comiendo vi que Yunho llevaba alegremente una bandeja con comida a la mesa.. deje el plato en la mesita baja y me arrastré cual soldado por el suelo del salón para espiarle por la ventana. Él me sacaba fotos sin permiso y me robaba cosas, así que espiarle no era tan delito como parecía.
Ví que mi adorada Sang Hee estaba sentada a su lado en la mesa. Él la servía la cena, no tenía suficiente con quedarse un día sino que tambien se quedaba un segundo. ¿Esa no tenía casa o qué?. Me dió la impresión de que Yunho me había visto, por que miró fíjamente en mi dirección y sonrió pícaramente. Dejó la vandeja encima de la mesa y se fue, cuando volvió traía una cámara polaroid. Se sentó al lado de Sang Hee y la rodeó con su brazo para echar despues una foto. "Que romántico bleeeeeeeeeeg" Me levanté del suelo, justo en ese momento él tambien se levantó de la silla y nos quedamos parados mirándonos a traves de las ventanas. Él, me observaba clavando su mirada intimidadora en mis ojos. De pronto me sentí mal por haberle estado espiando y retirándome un mechón de pelo para ponermelo detrás de la oreja baje la mirada y me fuí a la habitación.
Estaba colocando algunas cosas dándole vueltas a la cabeza. No debería importarme lo que él pensase. Pero me había dolido esa mirado por alguna razón. Abrí las sabanas de la cama y eche una ojeada a la habitación de Yunho. Las cortinas estaban echadas pero una pequeña luz iluminaba lo justo para ver sombras. Parecía Sang Hee. Me acerqué a la ventana para bajar la persiana cuando vi que otra sombra aparecía en la habitación, debía ser Yunho ya que no había visto a Changmin en todo el día.
Me quedé de piedra. Él se acercaba lentamente, para luego besarla por el cuello mientras deslizaba la mano por su hombro. Esto no estaba bien. Mirar no estaba bien, pero era incapaz de moverme. No es que fueran ha hacer nada desconocido para mi pero...sentí un pinchazo en el corazón. ¿Pero qué era esto...?
Ya casi ni se distinguían los dos cuerpos, tan solo se intuía alguna que otra prendra de ropa atravesando la habitación. Y reaccioné de golpe bajando la persiana y metiendome en la cama.
¿Pero qué era esto... que dolía tanto?
Esa noche dormí bastante mal. Me desperté con todo el cuerpo dolorido y sudando como si me hubiesen hecho correr mil kilómetros. Era la primera semana de septiembre pero se podría decir que hacía más calor que en pleno agosto. Despues de una ducha rápida nada mejor que un café bien cargado. Ya quedaba menos para que Jaejoong volviera de Japón. Le echaba de menos. Por eso me sentía así. Estaba casi segura.
" A ver cuanto tarda hoy el magnifico Yunho en tocarme las narices" pensé mientras bebía el café. Me dirigía al baño cuando la puerta comenzó a sonar. "AHGGGGGG si antes lo digo..." y justo, era él. Antes de poder decirle nada sonó un "chaka chaka" acompañado del maldito flash cegador de la polaroid que sostenía entre sus manos.
- Joder. Al menos podrías avisar.
- Es que si posas ya no tiene gracia.
- No quiero posar para ti. - Dije haciendo el amago de retirar la fotografía de la máquina, pero no me dio tiempo ya que él se adelantó retirándola justo antes. - chs... ¿Qué quieres? tengo cosas que hacer.
- Es domingo hoy libras. Y solo quería una foto. Es justo la que necesitaba.
- ¿Así para qué? - Desafié yo.
- Para demostrarte, que no soy ningún fotógrafo de cuarta. - Dijo acercándose mucho, dejando colgada la cámara de su cuello con una cinta y apoyandose en el cerco de mi puerta.
- ¿Eh? - Dije yo retirándome hacia atrás.
- La bola de papel...aquella que lanzaste. Me dolió.
- Jajaja, no me digas que te afectó tanto... madre mia..bueno si ya tienes lo que querías largate.
- No, aún no tengo todo lo que quiero.
- Aha... supongo que algo tiene que ver conmigo entonces. A tu pregunta. No, no voy a ir a cenar.
Entonces sin decir nada me cogió de la mano y me llevó tirándo de mi hasta su casa. En la pared que estaba frente a la puerta de entrada, había un mural que ocupaba toda la extensión de esta, formando el dibujo de una cámara antigua. Yunho no dijo nada.. yo poco a poco me fuí acercando, descubriendo que el mural estaba formado por un montón de fotos hechas con la polaroid.
- Algunas son de hace tiempo. Pensando en una venganza para demostrarte que no soy ningún fotógrafo de cuarta... me vino la inspiración de hacer esto... he desempolvado muchas cajas de fotos. - Se acercó a mi hasta quedarse detrás. Observando fíjamente el mural, descubrí alguna que otra foto mia hechas a través de la ventana, además de fotos de atardeceres, de mi camiseta pintada, de los posits... Menudo voayer que estaba hecho.
- ¿Por qué me has hecho tantas fotos? - Le dije dándome la vuelta. - Es una tontería que te enfadaras por eso.. solo.. solo era una broma... - Balbuceé ante su penetrante mirada.
- Hum.. bueno tú fuiste la inspiración, debías salir. - Dijo cruzado de brazos con la foto en la mano y la cámara aún colgando de su cuello.
- Esto roza lo ilegal.- Comenté. Él esbozó una amarga sonrisa para despues quitarse de encima la cámara y dejarla en el sillón.
- ¿Qué más te da? Nadie verá esto nunca. - Y su mirada se perdió entre las fotografías, como si repasara cada una de ellas. Debía haber mas de mil fotos formando aquella imagen. Él se acercó a la pared y se agachó cogiendo una chincheta de una pequeña caja para colocar la foto justo en el centro del mural, donde se encontraba el objetivo.
- ¿Por qué en el medio? - Dije torciendo la cabeza para poder ver mejor donde la había puesto.
- Concepto subjetivo.. hoy vas de blanco, me viene perfecto para que hagas del reflejo de la lente...- Estabamos frente a frente. Él no había apartado su instensa mirada de mi y de pronto me sentí desamparada de nuevo. Ese sentimiento me recorría el cuerpo, ¿qué me estaba ocurriendo?¿qué me estaba haciendo?.
No había prácticamente espacio entre nosotros. Él se acercó aún más, cerrando sus ojos, deslizando sus húmedos labios por los mios para luego rozárlos de nuevo casi sin tocarlos, haciendo que un escalofrio recorriera mi cuerpo. Cerré los ojos.. no quería verlo, solo quería sentirlo... quería sentirlo de nuevo.. una vez más.. y comenzó a besarme dulce y lentamente. Todo lo contrario a su carácter.
Y fue entonces cuando supe que estaba pasándome...
Sus manos se acomodaron en mi cuello...acariciando después mis hombros...de pronto...la imagen de anoche... Sang Hee..con él en la habitación. Y él ahora me estaba besando, como anoche la besaba a ella. Me separé, mirándole con rabia. Para pegarle en la cara lo más fuerte que pude. Concentrando todo el deseo que sentía por él en mi mano.
- Cabrón. - Me dí la vuelta e intenté irme pero me agarró de la mano.
- No espera. ¡Explicameló! - Exigió.
- ¡No! ¡explicameló tú a mi! Anoche te acuestas con Sang Hee y hoy me besas de esta manera. ¿Qué quieres de mi? ¡Tengo novio por si no lo recuerdas y soy más que feliz con él!
- Tu felicidad es tan irreal que solo una estupida como tú podría creersela. Si tanto quieres a tu novio no me habrías dejado te que besase. - Dijo alzándome la voz. - Además no se que dices de Sang Hee, yo anoche estaba trabajando.
- ¡Me das igual! ¡Me da igual lo que me digas no sabes nada de mi, ni de mi relación! No dejaré que eso me influya. - Dije encarandole - ¡Ni mucho menos voy a permitir, que con un beso y un par de fotos me tomes por tonta! Anoche ví que cenabas con Sang Hee aquí, en el salón y luego en la habitación.. tsh - Dije soltándome poniéndole cara de asco.
- ¡Yo me fui a trabajar al bar!. ¡Él que estaba aquí era Changmin! ¡Él cenó con nosotros! - Gritó.
- ¡Qué excusa más absurda! Inventate otra...te has pasado los últimos días dejando bien clarito que estas con ella. Pero te lo repito, por si acaso lo necesitas, me da igual. No tengo interés en ti - Le dije avanzando hacia la puerta con tono sereno.
- ¡No es mentira! Changmin y Sang Hee salen juntos. Solo aproveche la situación para provocarte por no querer cenar contigo. Eso es todo - Dijo haciendo aspavientos con sus manos hasta dejarlos caer a los lados de su cuerpo. Siguiendome hasta casi llegar a la puerta.
- ¡Pero como esperas que te crea! ¡Si no se nada de ti! Todo lo que me demuestras son mentiras y juegos sucios.- Le dije dándome la vuelta antes de salir para mirarle a los ojos.
- ¿Y de tu novio si te fias? ¿Estás segura de que podrías fiarte de él al 100%? - Dijo correspondiendo a mi tono desafiante. Le miré a los ojos directamente. Él tenía razón, yo no conocía a Jaejoong al 100%, pero de lo que sí estaba segura era de lo agusto que me hacía sentir. Tenía la cabeza hecha un lio. ¿Qué es lo que supuestamente oculta Jaejoong? Todo esto me estaba haciendo desconfiar. - Tu problema es que tienes mala imagen de quien no debes.
- Dime, vamos dime. - Dije en un tono sombrio, intentando contener mi rabia por lo que me estaba sucediendo. ¿Por qué tenía que venir este idiota ha hacerme pensar mal? - ¿Qué es lo que sabes?, cuentamelo todo. Y así ya no estare tan engañada como tú crees ¿eh? - Pareció estar dispuesto ha hablar, apretó sus puños con fuerza como si fuesea soltar un huracán de palabras. Durante unos eternos segundos yo esperaba impaciente a lo que iba a decir. Insegura. Pero finalmente aflojó sus puños. No tenía ninguna intención de decirme nada. - tsh..¿ves? No tienes nada, no confio en ti..por que no me demuestras nada. No puedo hacerlo. - Dije terminando el poco espacio que había entre donde me encontraba y la puerta. Cerré con ímpetu y entre en casa. ¡No quería saber nada de él! ¡Nada!
"Jaejoong... vuelve..." supliqué...
Salí lo más temprano que pude al día siguiente. Por la noche había tenido una larga conversación con Mih wa por teléfono y habíamos decidido que lo mejor era quedar para pasar el día fuera de casa antes de que Jaejoong volviera. Estaba insegura, la conversación con Yunho me había dejado hecha un lio. Era cierto, todo era cierto, yo no conocía a Jaejoong, de pronto un día apareció en mi vida y me pareció tan maravilloso que no me detuve a pensar el porqué. Ahora sentía la necesidad de conocer más de él, de saber sobre sus gustos, sus preferencias, su familia.. miles de preguntas que no había hecho cuando debía y que ahora me abrumaban a todas horas.
Pasamos todo el día por ahi las dos. Y por la noche me quedé en su casa a dormir. No quería ni cruzarme con Yunho y con la mala suerte que yo tenía en estos casos..
Teníamos el turno aún cambiado... llevabamos dos semanas una de mañana y otra de tarde así que prácticamente no nos veíamos. Jaejoong me llamó. Había llegado por la mañana desde Tokio y quería que me pasara por la agencia ya que al final no me habían mandado las fotos.Esta sería una buena oportunidad.
Llegué a la agencia. Se notaba que era el principio de la semana, mucho ajetreo, gente por todas partes yendo de un lado para otro. Jaejoong estaba ocupado así que esperé en la recepción ante la atenta y pesada mirada de la secretaria. Yo intentaba pasar de ella.
Mis ojos no se separaban de la foto de Seúl, haciéndome recordar que Yunho tenía exactamente la misma, solo que más pequeña. Ellos tenían algo más que les unía además del incidente del contrato. Estaba segura. No había vuelto ha hablar con Jaejoong del vecino misterioso desde aquel día en el cine, pero en cambio Yunho..le recordaba constantemente. Y estaba tambien Sang Hee..quien según Yunho era novia de Changmin.. todo esto era muy raro.
Estaba concentrada en mis pensamientos intenando deshacer el nudo que tenía en la cabeza, cuando me fije en un hombre que atravesaba la recepción. Le conocía. Era el señor que había ido a visitar a Yunho días atrás. Él tambien me miró, inmediatamente, me levanté para saludarle.
- Buenas tardes - Le dije haciendo una reverencia.
- Buenas tardes.Señorita....- Contestó él haciendo lo propio. ¿Qué hacia allí? ¿Sería tambien del circulo de amigos de Jaejoong? Era la primera vez que le veía en la agencia.
- Jeong Eun Mi...- Contesté rápidamente.
- ¿Vienes ha hacer otra sesión, señorita Eun mi? - Preguntó amablemente. Hasta ahora no me había fijado en que tenía pendientes en las orejas, algo curioso para un hombre su edad. Su vestimenta seguía siendo de lo más moderna. No tenía pinta de ser un señor común.
- Ah..no no, vengo a ver a Jaejoong. ¿Le conoce? Señor... - No se había presentado aún, y tenía curiosidad por saber quien era él. Resultaba curioso que él tambien conociera a Yunho y a Jaejoong.
- Siento no haberme presentado antes. Me llamo Kwang Ho Sun. Soy el padre de Jaejoong.. - En ese momento ví que Jaejoong se acercaba rápidamente.
- Papa. ¿Qué haces aquí?. - Dijo él con una esplendida sonrisa. - No me habías avisado de que venías.
- Bueno, por suerte no te he pillado con la casa sin barrer. - Jaejoong rodeó los hombros de su padre con su brazo mientras soltaba una carcajada.
- Siempre igual.. jajaja - Continuó Jaejoong. - Papa esta es Jeong Eun Mi, la modelo de la que te hablé.
- Sí, ya la había visto antes. Nos encontramos por casualidad.
- ¿Ah.. os conoceis? - Preguntó Jaejoong, haciendo que su sonrisa se congelara, como si algo andara mal.
- Si, nos vimos en mi bloque..- Dije yo con mirada de sospecha...su actitud había cambiado volviéndose más seria.
- Cuando fuí a ver a Yunho. - Dijo el padre relajadamente.
- Entiendo - Jaejoong comenzó a ponerse nervioso teniendo sudores frios. Le había pillado...¿qué ocultaba relacionado con Yunho? ¿qué era eso que les unía? - Bueno papa, tengo asuntos que resolver con Eun mi...la prometí unas fotos. - Dijo él cambiando drásticamente de tema.
- Es cierto. - Dije dedicándole una forzada sonrisa al padre. Jaejoong alargó su brazo para rodearme por la cintura a la vez que se soltaba de su padre, cláramente él quería que se fuera. - Nos veremos en otro momento entonces - Quería quedarme a solas con Jaejoong para hacerle alguna que otra pregunta incubierta.. quería saber que estaba pasando.
- Nos encontraremos seguro - Dijo Ho Sun animadamente.
- Hablamos - Dijo Jaejoong dándole una palmada en el hombro a modo de despedida. Entramos en su despacho. Hyun joong estaba dentro..estupendo..justo lo que menos necesitaba. Tenía que hablar con él a solas.
Hyun Joong me saludo muy animadamente. Ellos estubieron hablando, comentando las fotos y no se que más proyectos, pero yo estaba todo el rato distraida pensando en todo lo que había pasado..no podía parar de desconfiar. Se hizo tarde y Jaejoong insistió en llevarme a su casa para cenar: "cocino yooo cocino yoo" decía poniendo voz ñoña.
Una vez allí inmerso en la cocina aproveché para darme una vuelta por la casa. Las dos veces anteriores que había estado no me había fijado más que en lo superficial. Me sorprendió que no tenía muchos objetos de decoración, como si se hubiese mudado hacía pocos meses. Tan solo tres o cuatro marcos con fotos adornaban un mueble bar del fondo. En una esquina de la casa.
En una de ellas, era el retrato en blanco y negro de una mujer, muy pálida con aspecto de tener una piel delicada y suave. Posaba de lado, llevando un tocado en el pelo típico coreano. Su mirada era cálida y en sus carnosos y redondeados labios se podía adivinar una tímida sonrisa. Era la madre de Jaejoong. Seguro. Nunca la había visto pero se le parecía mucho. En otra de las fotos salía la misma mujer junto a señor Ho sun. Pero la que me causó más curiosidad fue una foto de familia, Ho sun junto a su mujer y Jaejoong de más jovencito. Pero en esa foto había alguien más justo al lado de Ho sun...Se notaba como alguien había recortado la foto haciendo que el hombro del padre de Jaejoong estubiese a la mitad.
Cogí el marco y me dirigí a la cocina Jaejoong canturreaba mientras pululaba de un lado a otro.
- Oye Jae.. - Le dije mirando la foto aún.
- Dime, esto ya está tiene buena pinta.
- ¿Quién falta en esta foto? - Le pregunté mostrándosela. Él se giró lentamente y cuando la vió se le cayó la cuchara con la que removía la cena.
- Em.. - Dijo acercándose para cogerla y mirarla fijamente. - Mi hermano pequeño.
- ¿Y por qué está recortado.. ? - Pregunté..
- Estas fotos eran de mi madre, estaban en su cuarto. Cuando ella enfermó mi hermano se fue a EE.UU. a estudiar a pesar de que ella no quería que lo hiciera. Nunca se lo perdono y su manera de castigarle fue eliminandole de la foto...
- Vaya.. nunca me habías hablado de tu hermano. - Le dije frunciendo el ceño.
- Lo se, desde la lectura de la herencia no se nada de él. Sigue viviendo en EE.UU. Siempre ha sido un caprichoso que pasaba de su familia, por eso ni le nombro... Esto ya está.. vamos a cenar.
Colocamos las cosas de la cena. Al principio estabamos muy callados, entonces me arme de valor.. tenía que preguntarselo, no podía quedarme con la duda..
- Oye ¿y tu padre de que conoce a mi vecino Yunho? - Jaejoong paró de comer, su expresión era de susto... dos preguntas que le había hecho.. dos expresiones incómodas...eso no calmaba mis pensamientos.. sino todo lo contrario.
- Bueno, mi padre es un fotógrafo muy famoso. - Su mirada era nerviosa.. - Cuando ocurrió el problema del contrato él fue el único que se puso de su parte... ya sabes..mismo gremio..se protegen entre ellos... Intentó ayudarle por que le daba pena...sigue insistiendo en arreglarle la vida pero..se nota que no le conoce, ni sabe las cosas de las que es capaz.
- ¿Y tú si? - Pregunté directa. Él me miró a los ojos durante unos segundos para luego apartar rápidamente la mirada. Se conocían. Y los dos decían lo mismo el uno del otro pero.. ¿quién decía la verdad en todo esto?
- No no.. solo... son cosas que me han contado, que he ido investigando. Por eso no me gusta que te relaciones con él.
- Tranquilo - Le dije mirándole fijamente. - No tengo ningún tipo de relación con él...
- Eso está bien... - Dijo él sonriendo con satisfacción...esto era un asunto muy raro que tenía que descubrir.
Insistí en que me llevara a casa. Llevaba muchos días sin estar allí, quería organizar todo lo que había descubierto, estar sola para pensar y sobre todo cambiarme de ropa y darme una larga ducha. Ahora que había intentado descubrir algunas cosas de Jaejoong que a pesar de sus respuestas seguían sin cuadrarme, había aumentado la sensación de que no le conocía..no quería quedarme en su casa. Al menos hasta que supiera toda la verdad. Y eso iba a ser pronto, porque estaba decidida a averiguar la verdad de todo esto.
Me despedí de él como siempre. Era tarde, pero al subir a casa me topé con Yunho por las escaleras. ¿A dónde iba a estas horas? Se quedó en medio impidiendome el paso. No tenía ninguna gana de hablar con él. Si había huido estos dias era para no encontrarmele.
- No tengo intenciones de hablar contigo. Estoy cansada - Le dije - Apartaté por favor.
- ¿Te lo has pasado bien con tu novio? - Preguntó adquiriendo un tono muy molesto. No le respondí - Seguro que eso hace que te ganes otro catálogo de primavera.
- Quien coño te crees para insinuar ese tipo de cosas. Yo estoy con Jaejoong porque le quiero.
- ¿Por eso correspondiste mi beso? - Dijo él en tono de burla.
- Yo no correspondí nada. No significó nada para mi, creo que lo deje bastante claro. - Yunho sonrió pícaramente mirándome fijamente.
- Dime una cosa... que te importa más ¿Jaejoong o tu trabajo en agencia? - Se inclinó un poco hacia mi intentando intimidarme.
- A mi la agencia no me importa nada, al igual que tú. Solo me importa Jaejoong. - Le dije muy segura.
- Vaya - Dijo poniendo su mano e mi hombro mientras bajaba un par de escalones para ponerse a mi altura. - La primera cosa que teneis en común...felicidades. - Y la sonrisa pícara de sus labios se borró, intensificando su mirada, volviendola más oscura. No me dio tiempo a decirle nada ya que el comenzó a bajar las escaleras rápidamente.
Esto tenía que aclararse ya...
0 comentarios:
¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)