domingo, 29 de mayo de 2011

Sequía intelectual.

¿Qué tal? Nosotras parece que remontamos... como habéis podido comprobar llevamos semanas sin subir nada nuevo que no sean los delirios de una servidora. Todo tiene una razón y como dicen en la televisión, para el que se haya incorporado ahora os contamos que estamos de exámenes hasta arriba.

Esta semana tenemos unos cuantos más, y en mi caso (Alba a las teclas) el examen de danza también  Yo como siempre para las fechas importantes tengo las lesiones importantes, he tenido la espalda fatal y ahora me ataca la rodilla malvadamente.

Así que aquí estoy con la pierna en alto y los libros esparcidos, libros a los que ya no puedo dar mas vueltas...

Estos días he estado intentando escribir en los momentos de sequía intelectual (Sea: DIOSS NO PUEDO ESTUDIAR MAS! ESTOY HARTA! ) pero mis neuronas se negaban a hacer el esfuerzo [de]...

Por lo pronto seguiremos así. Pero no desesperéis  Seguimos aquí!! Con la misma ilusión y ganas de escribir. Eso nunca se pierde me temo. Tenemos los proyectos aparcados hasta que el señor instituto nos de un respiro.

Lo que más me anima en estos momentos es que el verano se acerca por este hemisferio y es una delicia, ojalá se quedara este tiempo... fresquito por las mañanas y por las noches y durante la tarde calorcito sin pasarse.

Este jueves pasado mi compi Jeza me dio el regalo de mi cumple, fuimos  a ver el espectáculo de Rojas y Rodriguez en Madrid. Fue estupendo, no había mucha gente al ser dia de diario y era como estar viéndolo en el salón de tu casa. Todo estaba cuidadisimo, las luces, los cambios de posición (no había visto unos músicos moverse tanto en mi vida).
La mayoría de las piezas que bailaban eran alegrías y bulerías, también había palos tranquilitos pero fue simplemente genial. Lo disfrutamos tanto que en un momento llegue a pensar que bajaríamos en un arranque de locura a marcarnos algo con ellos.

Gracias Jeza por el regalo <3 ñeeee

Nada más, me despido con la pierna aún en alto con la botella de cocacola light encima de la rodilla haciendo equilibrios para que me baje la hinchazón.
Y como regalo esta fotito de las autoras de este blog el pasado jueves.

Photobucket

Photobucket



Besitos a todos.

1 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)

martes, 17 de mayo de 2011

Querido publico...



Atravesamos una época difícil en casi todos los aspectos..Después de un maravilloso fin de semana donde los dieciocho años llegaron sin mas remedio comenzó la decadencia.. si amigos, porque no solo estoy entrando en la edad de la toma de decisiones (las mejores decisiones posibles que se puedan tomar..)sino que ademas... en época de elecciones, el buzón está a rebosar de cartas y cartas de diferentes partidos politicos "aconsejando" cual sera tu mejor elección.

Tal y como está la situación ahora mismo, con la crisis, el paro, los estudios y los sueños indeterminados de cualquier joven por ese cumulo de cosas  ¿qué esperan de nosotros?  Desgraciadamente en este país (España) sufrimos una sequía de información política, de VERDADERA información política  Desde hace unos años no hay mas que mentiras encubiertas por un par de talones que se ingresan directamente en los paraísos fiscales o peor, en nóminas (aprobadas "por esos" que nos representan en el parlamento) de mas de 10.000€ según la posición del cargo que ocupen, mientras que la población sufre porque no llega a final de mes, porque los salarios son una porquería y encima... debemos dar las gracias.

Me debato en la incertidumbre de decidirme entre... lo malo conocido o lo  "bueno "  por conocer. Los políticos de este país no hacen más que echarse en cara cosas que no han hecho ni unos ni otros. ¿Donde quedo la confianza? ¿Democracia? aquella en el que el pueblo decidía.

Me temo querido publico que para ello, el pueblo ha de saber. Lo primero, cultura política  esa que desgraciadamente no se imparte.. pues "todos los políticos son iguales" "eso es una mierda" o "que tema mas aburrido"y al final por unas cosas o por otras nos quedamos sin ejercer nuestro mayor derecho, el derecho al voto que equivale a la libertad de decidir quien gobierna sobre tu país.  
Al fin y al cabo esto al poder ejecutivo es lo que mejor le viene. ¿Qué mejor que una panda de analfabetos políticos para gobernar todos tranquilos? porque esto es así, este país es así  ya que la juventud no se interesa, y los que siempre votan, siempre votan a los mismos con alguna escasa diferencia, lo único que se hace es cambiar la pelota de tejado. Como en el patio del colegio.

¿A dónde nos dirige todo esto? ¿Realmente alguien lo sabe? Me parece tan absurdo que pretendan engañarnos con que nosotros somos el futuro, cuando ellos mismos nos están cortando el camino hacia él.

Por suerte en esta vida siempre habrá un roto para el descosido, y así poder equilibrar esta balanza que cada vez está mas a su favor. Ahora intentan hacernos creer que apoyan a aquellos que se manifiestan en la puerta del sol.

 Ahora que le vemos las orejas al lobo caperucita.

Ojalá esto marque un antes y un después en la política de este país, aunque bien es cierto que nos cuesta mucho aprender.

Yo mientras seguiré debatiéndome interiormente si merece la pena o no malgastar un tiempo en personas que fingen gastarlo en nosotros... la pena es que a mi... no me remuneran nada...

Alba.

0 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)

domingo, 8 de mayo de 2011

Precious Love Cap 14



Capitulo 14

Al fondo del pasillo de la cuarta planta había una gran cristalera que llegaba hasta el techo. Por ella se podían ver los copos de nieve caer indiscriminadamente empujados por el gélido viento.


Mi mirada se había perdido en la lejanía. Ya no me quedaban más lágrimas.
Sentado en una de las sillas de plástico del pasillo del hospital cerraba los ojos cansados por la espera. Hacía tres horas que Eun mi estaba en el quirófano. Sang Hee se había quedado dormida sentada encima de Changmin que apoyaba la cabeza en la pared azul mientras la abrazaba.

No sé en qué momento Mih wa había venido acompañada de Junsu, tampoco me importaba. Intentaba borrar de mi cabeza la imagen de Eun mí en la ambulancia, piel pálida, sus labios morados… el vestido blanco teñido de rojo cortado por los sanitarios, que habían estado a punto de perderla de camino al hospital, había entrado crítica en el quirófano.

Me levante a recorrer el pasillo, como había hecho otras quinientas mil veces durante las horas anteriores. En ese momento apareció el cirujano quitándose los guantes de látex y bajando la mascarilla que le cubría la mitad de la cara.

- ¿Acompañantes de Jeong Eun mí? – Dijo el hombre con voz cansada.
- Sí. – Respondimos a la vez Mih wa, Junsu y Yo. Changmin que estaba dormitando abrió los ojos y dirigió su mirada al médico sin decir nada.
- Ha sido una operación complicada la bala no tenía orificio de salida y había varios puntos dañados. Nos ha costado mantenerla pero parece que está recuperando las constantes. No está fuera de peligro… no les voy a mentir, ahora hay que seguir su evolución atentamente, puede llegar a tener alguna recaída grave. La mantendremos sedada, de momento solo podemos esperar. – Apoyé mi mano en la pared y poco a poco fui bajando hasta sentarme de nuevo en la silla de plástico. Suspiré mirando a Mih wa, que se abrazó a Junsu con la mano en la boca tapando los sollozos.
- ¿Cuándo podremos verla? – Pregunté con la poca voz que me salió.
- En unas horas una enfermera vendrá a avisarles.
- Gracias – Contesté. El médico asintió y se marchó por la puerta por la que había salido. Changmin, que estaba justo a mi lado aún con Sang Hee en brazos, me dio una palmada en el hombro.
- Tranquilo, es una tía cabezona… saldrá de esta. – Dijo con voz ronca. Le miré sin decirle nada, estaba cansado y a Sang Hee la faltaba roncar.
- Changmin_ah, iros a dormir me quedo yo.
- Tu estas igual que nosotros así que nos quedamos.
- No digas tonterías, iros y mañana venís a relevarme. ¿ok? – Dije para que se fueran.
- Está bien…Sang Hee… - Dijo susurrando.. – Venga que nos vamos nena… - Ella se acurruco un poco más. Changmin al ver que ella no tenía intención de despertarse se levantó cogiéndola en brazos. – Mañana venimos por la mañana – Dijo Changmin mientras yo le daba la chaqueta y el bolso que tenía Sang Hee en la silla contigua.
- Vale, no te preocupes, cualquier cosa y os llamo.

Mih wa y Junsu se sentaron a mi lado mientras veíamos como Changmin esperaba el ascensor. Yo apoye mi cabeza en la pared dejándome escurrir un poco en la silla.

Pasaron un par de horas y allí seguíamos esperando noticias de la enfermera que nunca llegaba. Junsu bajó a comprar algo para tomar. Mih wa no podía creer lo que había pasado, no había quitado su cara de terror desde que se había enterado de lo ocurrido. Al rato volvió Junsu con algo parecido a una cena. No tenía hambre, pero aun así comí.

Las horas en el hospital siempre parecían pasar demasiado despacio, fui varias veces al baño para lavarme la cara e intentar despejarme procurando no mirarme mucho al espejo. Tenía mala cara. Entre las ojeras, lo pálido que estaba y los pelos despeinados realmente daba miedo. Cuando salí del baño vi a una enfermera acercarse a Mih wa y a Junsu. Aceleré el paso para llegar cuanto antes a donde estaban.

- Sí... exacto. – Decía la enfermera.
- ¿Qué ocurre? – Dije rápidamente.
- Estaba diciéndonos que por la hora que es ya no podemos pasar a verla todos, pero que alguien se puede quedar esta noche con ella. – Me informó Junsu.
- Me quedo yo. – Dije inmediatamente.
- ¿Estás seguro Yunho? Tienes mala cara. – Dijo Mih wa poniendo la mano sobre mi hombro.
- Sí, no te preocupes. – La respondí sonriendo forzadamente.
- Está bien – Dijo la enfermera – Entonces déjeme su nombre completo y le hare una autorización para que pueda estar aquí.
- Eh si, Kwang Yunho – La dije, ella apunto eficientemente.
- Pues enseguida vengo y ya podrá pasar conmigo.
- Gracias. – Dije mientras ella se marchaba. – Iros a dormir. Parecía que Mih wa se caería de un momento a otro.
- De acuerdo Yunho. Mañana viene el perito a lo del restaurante. Tengo que estar allí a primera hora. – Dijo Junsu dirigiéndose a Mih wa.
- Oh es cierto. Entonces será mejor que nos vayamos. Llámame con lo que sea.
- Por supuesto.
- Gracias por todo… - Dijo Junsu sinceramente.
- No me las des... yo soy el culpable de todo esto.
- No digas tonterías. Aquí el único culpable es Jaejoong y por suerte esta noche dormirá entre rejas. – Dijo Mih wa animándome.
- Espero que así sea durante mucho tiempo. Al menos que este mal trago que estemos pasando sirva para algo – Continuó Junsu. – Nos vemos.

Sentado en aquel pasillo vacío esperaba a la enfermera. La nieve no había parado de caer desde hacía horas. Una noche fría que me hacía recordar los amoratados labrios de Eun mí. Frote mis ojos con mis manos suspirando a la vez. Necesitaba verla. En ese momento apareció la enfermera con la tarjeta en la mano.

- Aquí tiene. Venga por aquí. – La seguí sin decir nada hasta que paramos frente a la puerta 336. Entramos y allí estaba ella, tumbada en la cama entubada. El doctor revisaba sus constantes.
- ¿Cómo se encuentra?
- Bueno, parece que de momento no hay cambios significativos. Debemos esperar hasta mañana para ver si evoluciona.
- De acuerdo. Gracias.
- Es una chica fuerte… si ha superado la operación confío en que supere las horas de postoperatorio. – Y después de guardar el historial a los pies de la camilla se marchó junto a la enfermera.

Me acerqué a verla. Ya no estaba tan pálida como la última vez que la vi. Me senté en un sillón que estaba al lado de la cama. Cogiéndola de la mano, apoye mi cabeza en la cama y poco a poco me fui quedando dormido.

Esa noche no dormí bien. Cada quince minutos me despertaba comprobando si seguía respirando. A las seis de la mañana una enfermera vino para hacer la ronda de reconocimiento y me desvelé completamente. Pregunté cómo estaba parecía que Eun mí evolucionaba favorablemente y que poco a poco la irían quitando la sedación.

Me levanté a estirarme un poco, me acerqué a la ventana, estaba todo nevado… amanecía un día gris como el anterior. Cuando la enfermera se marchó me senté de nuevo en la silla cogiéndola de la mano esta vez más esperanzado por lo que había dicho.

- Debe hacer frio ahí fuera… está todo nevado. - Sabía que estaba sedada, pero aun así no podía evitar hablarla. – suerte que aquí se está bastante bien.- Después de unos minutos, continué - Sabes… sabes que necesito que te recuperes ¿no? Si te pierdo ahora, no me lo perdonaría nunca. Lo que menos me importa es qué le pueda pasar a la agencia o al desgraciado de mi hermano, porque si tú no te quedas conmigo…. dará igual. Yo confío en ti. Conseguir todo por lo que hemos estado luchando durante estos últimos meses, no tendría sentido si no lo logro contigo. Así que por favor… - Dije apoyando mi cabeza sobre nuestras manos – quédate conmigo.

A eso de las diez de la mañana llamaron a la puerta de la habitación. Era Changmin. Sang Hee no venía con él. Levanté la cabeza que tenía apoyada aun en las manos y le miré. Llevaba un bocadillo de media barra de pan en una mano y un refresco en la otra.

- ¿Humaaffafa? – Dijo Changmin con un trozo de bocadillo en la boca. No le entendí nada.
- ¿eh? – Le dije. En cuanto el olor del bocadillo llegó a mí, mis tripas comenzaron a rugir… hacia un día que no comía nada. Changmin tragó lo que tenía en la boca y volvió a preguntar.
- Que si no has comido nada. - Dijo en un idioma entendible.
- No. No tengo hambre – Mentí. Dentro de poco vendría el doctor para bajarle la sedación a Eun mí y que ella fuera despertando. Quería estar ahí cuando eso pasase.
- Aun así deberías bajar a comer algo. – Se sentó en la silla que estaba justo paralela a la mía, con la cama de Eun mi de por medio. Yo volví a apoyar la cabeza en la cama. Changmin abrió el refresco estruendosamente, haciendo también ruido cuando comía. Me estaba dando aún más hambre solo de escucharlo. – Mmmmm pero que bueno que esta esto – Dijo susurrando.
- Tú, enano. ¿Por qué haces tanto ruido? - Dije yo levantando la cabeza y mirándole mal.
- Perdóname, perdóname es que me he venido sin desayunar y tengo tannnnto hambre.
- ¿Por qué no me das el bocadillo ese que has escondido? – Dije recostándome en el sillón. Changmin siempre era tan llamativo cuando quería llamarme la atención. Le encantaba.
- ¿Qué bocadillo? – Dijo el riéndose.
- Va anda, que si. Dámelo.
- Esta biiienn... – Dijo lanzándomelo por el aire.
- ¡Changmin! ¿Y si la llegas a dar? – Este alzó una ceja “como si no controlara yo el lanzamiento” decía su mirada. Suspiré.
- Te he traído ropa limpia. – Dijo después de estar un rato callados. – Para que estés guapo cuando Eun mi despierte. Tienes unas pintas horribles.
- Gracias – Dije levantándome y acercándome a él. Saco de su bolso mi ropa.
- Dúchate anda… hueles a humanidad…
- Que gracioso... – Dije metiéndome en el baño.

Los médicos vinieron a eso de las cuatro de la tarde para quitarle la sedación completa después de haber estado bajándola durante toda la mañana. Yo seguía en el mismo lugar, sentado en la silla con la cabeza apoyada en la camilla.

Changmin se había ido a buscar a Sang hee que estaba en la comisaria
informándose del asunto de Jaejoong. Mih wa estaba conmigo en la habitación.
Al estar Mih wa allí me relaje un poco, después de haber estado toda la noche con un ojo abierto y otro cerrado tenia sueño y sin poder evitarlo me quede dormido.

Estaba en el quinto sueño cuando note que me acariciaban el pelo.

- Yun… - Me giré. Estaba completamente dormido pero juraría que era la voz de Eun mí. – Yun….ho_ah – Me incorporé poco a poco. Mih Wa estaba pegada Eun mí por el otro lado de la cama y el médico y la enfermera también estaban allí. ¿Tan dormido estaba que no les había oído llegar? Mih wa reía por la situación.
- Cariño –Dije yo levantándome y acercándome a ella más. Aún tenía la marca de la entubación en la boca. - ¿Cómo te encuentras? – Pregunté despacio y no muy alto.
- Despierta… - Contesto ella con un hilo de voz.
- Bueno, parece que esta todo normal - Decía el médico revisando los informes de las pruebas. – Estarás ingresada unos días más hasta que termines de recuperarte.
- ¿Esos días más o menos, cuantos serán?
- Los que hagan falta Eun mi ¿qué más te da? – Dijo Mih wa.
- Vale…vale... –Y me miró cogiéndome de la mano.
- Bueno será mejor que la dejen descansar, podrán venir mañana, estará en buenas manos – Dijo el médico echándonos sutilmente.
- Vendré mañana a verte. No me eches mucho de menos – La dije dándola un beso en la frente antes de susurrarla al oído que la quería. Ella sonrió y asintió con la cabeza.

Acerqué a Mih wa al restaurante donde Junsu ya estaba cerrando. Recibió alegremente la noticia de que Eun mi había despertado y que estaba bien.

- ¿Cómo ha ido lo del perito? – pregunté.
- Bien, parece que se han llevado una muy buena impresión del restaurante, lo más seguro es que para finales de mes pueda abrir de nuevo.
- ¡ahh! – Dijo Mih wa lanzándose encima de Junsu.
- “Eunkyankyan” – reía él.

En cuanto llegue a casa tire la mochila al suelo sin detenerme a pensar donde había caído. Estaba cansado y me dolía la cabeza. El hospital agotaba. Sang Hee y Changmin esperaban sentados en el sofá, les había llamado previamente para decirles que iba para allá.

- ¿Y que, qué te han dicho? – Le pregunte a Sang hee.
- Que el juicio saldrá en enero, pero estará en prisión provisional hasta entonces. A Jaejoong le van a caer varios años.
- ¿Y Hyun Joong? – Pregunté.
- Por lo visto le pillaron de camino al aeropuerto cuando intentaba salir del país.
- Entonces está hecho.
- Sí. – Dijo Sang Hee sonriendo.
- Es una putada pero… el hecho de que Jaejoong se volviese majara en el último momento y disparara a Eun mí, fue la gota que colmó el vaso. Si no, no sé yo si esto habría acabado bien…
- Por desgracia es así. – Dijo Sang Hee. – Las pruebas que presente eran suficientes para un juicio pero si hubiese contratado un buen abogado… habría podido sacar miles de excusas. Aun así, no cantemos victoria… Aún queda el juicio de enero.
- Sí pero hasta enero… que se pudra en la cárcel.- Dije con rabia acordándome de la imagen de Eun mi tirada en el suelo.

Una semana después le dieron el alta a Eun mí. Todos estuvimos allí. Decidimos celebrarlo en el “Haneul”. El día uno de enero podría volver a abrir sus puertas, así que aprovechamos para celebrarlo todo de golpe.

Como a Eun mi la daban el alta ese mismo día, fui a comprarla un vestido de nochevieja.

- ¡Wow! – Decía ella todo el rato desde que abrió la caja. Era un vestido de noche color azul marino ajustado con la espalda abierta. - Es precioso… siento no haber podido regalarte nada.
- Bueno, dejémoslo en que tú eres mi mejor regalo. No habría sido lo mismo si no llegas a estar aquí. – Dije abrazándola y dándola besos por el cuello.
- Te quiero.
- Que mentirosa… Jajajaja
- ¡Me has pillado! Jajajaja – Reíamos los dos.

Como el restaurante estaba cerrado al público fue una cena íntima y divertida. Junsu se encargó de hacer la cena ayudado por Mih wa, ¡debíamos aprovecharnos un poco de él ya que era uno de los mejores Chefs de corea!
La fiesta se prolongó bastante y Eun mi estaba cansada. Así que en cuanto llegamos a casa nos quedamos dormidos.

*Dos semanas más tarde*

Por fin había llegado el día del juicio. Era la primera vez que veía a Jaejoong después del incidente que casi le cuesta la vida a Eun mí. Primero se juzgaría a Jaejoong y luego a Hyun Joong.

Mih wa y Junsu estaban sentados como publico junto a Changmin, mientras que Sang Hee, Eun mí y yo estábamos en el banquillo de la acusación. Jaejoong no nos había mirado ni una sola vez de frente, tan solo alguna que otra mirada furtiva hacia Eun mí, supongo que comprobando que estaba viva.

El juicio duró varias horas entre acusaciones, alegatos, declaraciones y pruebas, llegando incluso a hacer un descanso. Todo estaba siendo aún más complicado debido a que la prensa había conseguido enterarse de todo, varias cámaras de los medios de comunicación esperaban a las puertas del juzgado para saber la resolución del caso más grave en el mundo de la publicidad coreana.
Cuando el jurado volvió de deliberar, la suerte estuvo echada.

- Acusado, en pié – Dijo el juez al recibir dos sobres con el veredicto en uno de ellos.

– El jurado ha decidido, que Kwang Jaejoong, director de la agencia de moda “Balgueonuri”, acusado de; malversación de fondos de la compañía, de realizar amenazas a trabajadores de la agencia, sobornar a otras empresas para beneficio propio e intento de asesinato, todo por ese orden. Es declarado… - Dijo abriendo un segundo sobre donde estaba el veredicto. – Culpable de todos los cargos. – Eun mi suspiró fuertemente sin ni siquiera mirarle, tenía los nudillos blancos de lo apretados que tenía los puños. Yo la pase el brazo por encima de la espalda atrayéndola hacia mí para abrazarla. Ella me rodeo por la cintura en respuesta a mi gesto. – Se le condena a 25 años de cárcel sin opción a revisión hasta dentro de diez años.

Después de decir esto, el juez golpeo con el martillo la base, haciendo que todo el mundo se pusiera en pie. Eun mí y yo nos quedamos abrazados sentados mientras Sang hee se levantaba e iba directamente a por Changmin sentado justo detrás.

Habíamos ganado el juicio.

*Un mes más tarde*
Azotea de “Balgueonuri”

Apoyados en el muro de la azotea, Eun mí y yo mirábamos como anochecía abrazados.

- ¿Estás feliz? – Me preguntó.
- Hum... – Dije aferrándome más a ella – Sí.
- Quien diría que te acaban de escoger como nuevo director de la agencia…
- Lo sé, lo sé. Solo es que… bueno yo no me he presentado y aun así me han elegido a mí.
- La verdad es que tu padre es bastante cabezón, seguro que ha tenido que ver en eso de presentarte sin saberlo. – Reflexiono ella.
- ¿Lo dudabas? Jaja – Reí.
- No, en realidad no. Jajajaja.
- ¿Cuándo te vas a decidir por ir a cenar conmigo? – Desde que estábamos juntos no habíamos tenido la oportunidad de resolver aquel asuntillo y ya era lo único que me quedaba pendiente.
- Cuando te pongas de acuerdo conmigo.
- ¡Entonces no cenaremos nunca! Esa casa no me gusta nada… sabes que prefiero algo más tradicional – Dije yo.
- No digas tonterías Yunho – Dijo Eun mi dándose la vuelta para mirarme de frente. – Has estado viviendo en un cuchitril que era de todo menos tradicional. ¿Qué más te da una casa de estilo moderno?
- Precisamente – La dije dándole un toquecito en la nariz. – Lo único bueno que ha habido en esa casa es el mural que hice de fotos. Y ya está traspasado a la pared de la oficina. Así que…
- Bueno, ya discutiremos los matices de la casa en otro momento.
- Es cierto… tenemos toda la vida por delante.
- ¡Tampoco te pases! Quiero mudarme pronto de ahí. – Dijo ella suspirando.
- Jajajajaja Está bien, está bien. – La cogí del cuello con las dos manos para acercarla y besarla dulcemente en los labios. – Pero solo porque te quiero.
- Es una muy buena razón. Creo que… - Y se quedó callada.
- ¿Qué, qué?
- Que accederé a la elección de una casa de estilo menos minimalista con una condición…
- Y esa es….
- Que Changmin no tenga llave ni utensilio con el que poder entrar y salir cuando le dé la gana.
- Jajajajaja ¡Estoy completamente de acuerdo contigo!
- ¡Aleluya! - Dijo ella abriendo los brazos entusiasmada para después rodearme con ellos por la cintura. – Te quiero. – Dijo besándome en los labios profundamente.

Cerré los ojos… el sol, que se escondía entre los edificios aún con restos de la nieve tardía de Febrero, cada vez iluminaba menos.

Pero daba igual… no necesitábamos luz para escuchar nuestros corazones latir a la vez. Ni para encontrar nuestros labios ni las caricias. Y comencé a cantar:
“La luz del crepúsculo Brilla clara sobre los dos Ardiendo cálido un amor como nunca antes
La sentí, hondo dentro del corazón. Por un momento pequeño seguí mintiéndome a mí mismo
Que está bien estar solo pero desde ahora eres la única de la que nunca me alejare
Una y otra vez te daré lo que estás buscando
Vámonos juntos, desvaneciendo cualquier duda. Vivamos un amor por siempre

Las largas sombras se están acercando, la sensación de tu mano sujetada
Amorosamente, suavemente, borrando todo el dolor ¿Qué clase de futuro te imaginas?
La primera estrella que vi en el alba, mientras Imaginaba tu infancia en el cielo
Ahora, te la daré a ti.
Una y otra vez cantare, para ti. Mi preciosa tú, el único tesoro innegable en el mundo.
Cree en el amor, tú eres el único amor por siempre. Te puedo prometer que te protegeré. Pase lo que pase
Cuando podamos quitar las espinas de nuestros corazones, te llevaré a un sueño eterno en cada abrazo.
Una y otra vez te daré lo que quieras siempre, siempre.
La única luz en el mundo. Cree en el amor.
Una y otra vez te daré lo que estás buscando siempre, siempre
Vámonos juntos, desvaneciendo cualquier duda. Vámonos, nosotros dos juntos
Tú eres el único amor por siempre.”

* Traducción Forever Love – Tohoshinki*

Fin. Precious Love.

1 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)

miércoles, 4 de mayo de 2011

Viento Caprichoso Cap 12


Capitulo 12

.Últimos preparativos del baile de Verano..Aure.

Después del gran encontronazo en la floristería con Denier, habíamos estado durante una semana entera corriendo para organizarlo todo y ahora se podría decir que nos sobraban días  Habíamos ido confirmando actuaciones prácticamente cada hora y habían tantos artistas y compañías de teatro que querían actuar que decidimos aumentar la fiesta en tres días para dividir bien las actividades.

Estaba en el despacho arreglando algunos horarios cuando llamaron a la puerta. Era Minho. Después de aquella noche en el salón le vi un par de veces más en las que casi no cruzamos palabra antes de que su compañía saliera de gira así que no le había visto en días. Ahora también actuaría en los tres dias de fiestas de Ayan.
- Adelante - Dije yo con voz firme.
- ¿Qué tal? ¿Me has echado de menos? - Dijo él con su impecable sonrisa sentándose en una de las sillas frente a mi mesa.
- Uy si.. muchísimo... - Dije revolviendo papeles sin hacerle mucho caso, no se si noto mi sarcasmo... aunque bien era cierto que ya sus molestas bromas y piques se habían convertido en necesarios para ponerle un punto alegre al día.
- Vaaaaaaya, yo que te había traído una sorpresa. - Dijo el exagerando bastante al hablar.
- No me digas mas, te vas cuatro meses lejos de Ayan.
- Ja Ja. No te libraras de mi tan fácilmente - Dijo aplastando una de las hojas que estaba cambiando de sitio haciendo que le tuviera que mirar. Sus ojos negros se clavaban en mi, por lo que intuí ligeramente que iba con segundas.
- ¡EH! ¡Que me ha costado mucho hacer estos horarios como para que ahora no se pueda entender nada! - Retire con brusquedad los horarios de su mano.
- ¿Cómo lo llevas, mucho estrés? - Minho se recostó en la silla como era costumbre en él.
- No, no te creas, el equipo funciona muy bien así que nos hemos repartido bien el trabajo.
- Por cierto quería comentarte una cosa.
- Dim... - En ese momento la puerta se abrió y Denier entró quedándose en medio del despacho. Detrás de ella Carlye con aspecto de enfado.
- Lo siento Señorita Aure, por mas que la dije que estaba usted reunida no hizo caso y entró.
- No te preocupes Carlye. - Carlye se marchó cerrando la puerta, no sin antes echarla una mirada fulminante a la intrusa. - Dime, que deseas con tantas ganas como para irrumpir así en mi despacho. - Dije con voz calmada.
- Exijo hablar contigo ahora mismo. Y me da igual que estés reunida.
- Oye guapa - Dijo Minho levantándose tranquilamente de la silla y metiendo las manos en sus bolsillos. - Ya que has pasado sin ni siquiera llamar a la puerta, al menos podrías pedir las cosas por favor.
- Tú cállate que nadie te ha dado vela en esto - Dijo Denier. La muchacha que aparentemente tenía un aspecto de dulce y respetuoso se había puesto la máscara de borde maleducada.. aunque ya dudaba que máscara era la verdadera.
- Minho... no te metas - Dije dando la vuelta por la mesa para quedarme entre ellos dos. - Déjanos solas por favor.
- De eso nada.
- No te preocupes, no necesito que este se vaya, lo que tengo que decir es muy sencillo. Aléjate de él.
- ¿Disculpa?
- Mira, no te hagas la tonta. Con el numerito del otro día me quedó muy claro. ¡Alejate de Yunho ya! ¡Él no te quiere ni ver! Por eso he venido yo... para decirte que no tienes ningún derecho sobre él. Me lo ha contado todo, le dejaste hecho polvo así que ahora no puedes venir aquí ha hacerte la ofendida. Aléjate de nosotros que no te hemos hecho nada. Yunho y yo estamos felices juntos y no te vas a meter entre nosotros por más que tu quieras.
- Pe... - Intenté decir... pero las palabras no salían... ¿Qué yo qué? En ese momento paso algo que sí que no me esperaba.
- ¡Mira guapa lo que me faltaba ya! - Dijo Minho cogiéndola del brazo.
- ¡AH!
- ¡Minho! ¡Para!
- Mira rubia lárgate de aquí antes de que me arrepienta, solo faltaba que vinieses aquí a montar el espectáculo y encima de malos modos.. ¿dónde vamos a parar? - La decía mientras la sacaba del despacho. Yo salía tras ellos intentando alcanzarles, Minho la llevó hasta el ascensor, pulso el botón y cuando las puertas se abrieron la metió dentro. - No te quiero volver a ver por aquí a menos que sean asuntos de trabajo.
Alucinada. Estaba alucinada. Parada en medio del pasillo rodeada de todos los compañeros que pasaban por allí, todos nos miraban. Volví sin decir nada al despacho. Un minuto o dos después Minho apareció por la puerta.
- Vete por favor... necesito estar sola.
- Oye... No se si lo que esa tía ha dicho es verdad pero.. no tiene ningún derecho a reprocharte nada.
- ¡Claro que no es cierto! Ya lo que me faltaba.... - Dije bajando la voz después de semejante grito. Mis inevitables lágrimas salían a pesar de limpiarlas con fuerza - Yunho se marchó... me dejó sola después de todo... - Le dije a Minho mirándole a los ojos. Estaba asombrado. - Sin ninguna explicación...todas las noches que he soñado que volvía, todas las horas que he llorado por su partida...para que ahora venga esta reprochándome que le deje. ¿Qué se ha creído  ¿Eso le ha contado él a ella? Aquí.... aquí lo único cierto es que he sido una estúpida todo este tiempo... y de mi no se van a reír mas. - Dije cogiendo mi bolso y mi abrigo. Salí por la puerta sin que a Minho le diera tiempo a decir nada más. Necesitaba estar sola.
Volví a casa y me metí en la habitación, debía pensar...tanto que me quede dormida. Cuando desperté la noche le había tomado todo el terreno al día... Minho aún no había vuelto. Eran casi las tres y media de la mañana. Baje a la cocina a cenar algo, después de toda la tarde durmiendo no tenía nada de sueño. Acababa de servirme el vaso de leche cuando escuche la puerta. Sali al pasillo cogiendo una manzana del frutero...
- ¿Qué horas son estas? - Dije apoyándome en el marco de la puerta de la cocina con la manzana en la mano, la lanzaba y la cogía como hacía Minho cuando era él el que esperaba mi regreso.
- Lo siento... he estado arreglando una cosa. - El hizo la intención de marcharse a su habitación sin decir nada, pero le detuve  - Espera Minho... te debo una disculpa... no me he ...- Dije mientras me acercaba a él. Cuando le cogí del brazo y le miré a la cara no lo podía creer. Su ceja sangraba al igual que su labio y su nariz... venía hecho un cristo... No podría ser cierto... no...- ¿Qué ha pasado? ¿Qué demonios has hecho?
- Solo he arreglado algo que tenia pendiente. - Dijo él intentando marcharse de nuevo.
- ¿Y tenía que ver con Yunho acaso? - Pregunté exaltándome.
- Es posible...tenía que arreglarle esa cara de estúpido cabrón que tiene.
- ¡PERO TU PARA QUE HACES NADA! - Le dije a la vez que soltaba un bofetón. - ¡Eres un idiota! ¡Un completo idiota!
- ¿Te sigues preocupando por él después de todo lo que te ha hecho?
- ¡¿Y qué si lo hago?! - Le dije.
- ¡Pues no deberías! - Gritó. - Te dejó tirada...y mandó a la estúpida esa para que te lo restregara por la cara.
- ¿Y eso qué?... haya hecho lo que haya hecho... me concierne a mi.. no a ti...
- ¿Te hubiese gustado pegarle tú misma como lo haces conmigo? ¿O con él no puedes porque le amas?
- ¿Y yo que se? Lo que nunca habría hecho es mandar a otra persona para que se tomase la justicia por su mano. Nadie te ha dado vela en esto. - Dije intentando calmarme.
- Me da igual... es algo que quería hacer por mi mismo. Me he sentido ofendido de manera indirecta y punto. No te tengo porqué dar mas explicaciones. Si no te importa.... - Dijo antes de comenzar a subir las escaleras. Fuí tras él parándole.
- Es...espera.. deja que te cure... te ha dado bien...
- Eso lo crees porque no le has visto a él. - Dijo sonriendo de manera chulesca...
- Imbécil... - Dije bajando los escalones enfadada dirigiéndome a la cocina. Seguidamente entró él sentándose en la silla que estaba al lado de la cocina.
- Venga anda.. dejo que me cures... perdóname...
- Eres un...- Dije dándome la vuelta llorando de nuevo..
- ¿Y ahora qué? Eres un grifo.. no paras de llorar. - Me decía mientras me acercaba con el botiquín en la mano.
- No te mereces que te cure. - Dije echando el agua oxigenada en el algodón y presionando fuertemente en las heridas. Para que doliera.
- ¡AUX! Ya lo noto ya...
- No te voy a perdonar nunca lo que has hecho.
- Aún así lo volvería a hacer... aunque me costase tu amistad o afecto... volvería a pegar a cualquiera que te haga daño... aunque le ames... Y me da igual. - Dijo Minho cogiéndome en ese momento de la cara, me acercó poco a poco a él y me besó la frente.
- Imbécil...- Dije quitando el agarre de sus manos y dándole un golpe en el hombro con mi mano - No tienes vergüenza.
- Y tu eres una pésima enfermera, no tratas nada bien a los pacientes.... aún así... dejaré que me termines de curar... - Dijo recostándose en la silla mientras sonreía.
Definitivamente.... era un creído.


0 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)

lunes, 2 de mayo de 2011

Precious Love Cap 13


Capitulo 13

Unos días después de lo sucedido, ocurrió algo de lo que Eun mi, venía avisada. Tumbada en la cama con Yunho hablando casi dormidos sonó el teléfono.

-Ah… da igual no lo cojas... – Dijo Yunho deteniendo el brazo de Eun mí.
-Oye… ¿Y si es importante?
-Pero que va a ser importante… - Dijo él besandola, intentando impedirle que contestara al teléfono.
-Que si, déjame… - Dijo ella zafándose de sus besos y cogiendo el teléfono, miró en la pantalla quien era – es Mih wa. – Dijo ella frunciendo el ceño y dándole al botón verde - ¿sí?, dime.
-…
-¿Qué, qué? – Dijo Eun mi incorporándose de golpe. - ¿Pero cuando…?
-…. – Yunho escuchaba la voz de Mih wa alterada y se incorporó un poco haciéndole gestos a Eun mi intentando descubrir que pasaba.
-Entiendo… ¿voy para vuestra casa vale? Me lleva Yunho – Dijo ella mirándole con cara de preocupación. Él se encogió de hombros y se bajó de la cama para ponerse la ropa de calle. – Tranquila ¿vale? Ahora os veo.
-¿Qué ha pasado?
-Han cerrado el “Haneul”
-¿El restaurante de Junsu? ¿Por qué?
-Pues supuestamente ha sido un comité de inspección. Pero a mí me huele a que Jaejoong ha metido la mano en esto. De verdad que estoy harta de esto ya ¿eh? – Dijo Eun mí mientras sacaba del cajón un jersey y se lo ponía de mal humor.
-No te preocupes – Dijo Yunho rodeándola con sus brazos por la cintura. – Todo acabara pronto. Sang hee presentara mañana la denuncia y las pruebas. Así que todo se solucionara en cuanto el juicio se celebre.
-Pues espero que sea un juicio rápido… sino no sé qué más cosas llegarán a pasar.

Tardaron un rato largo en llegar a la casa de Junsu y Mih wa. Él estaba destrozado, sentado en el sillón sin decir nada con los brazos apoyados en sus rodillas y los ojos cerrados. Pensativo. Ausente.

Era uno de los mejores Chefs de todo Seúl. La reputación en la hostelería le venía de casta y ahora todo se había arruinado. Mih wa no hacía más que repetir que era imposible. Que era uno de los restaurantes más lujosos de Seúl y su calidad era de las mejores, que no entendía como no habían pasado la inspección por sorpresa.

Eun mi les contó su teoría sobre el cierre del “Haneul” y pidió disculpas de antemano. Por suerte, ni Junsu ni Mih wa sentían que tenían nada que reprocharla, al fin y al cabo, si era cierto que Jaejoong había conseguido cerrarles el restaurante, lo había hecho con la idea de hacer daño a Eun mí.
Y lo peor de todo era que lo estaba consiguiendo.

Yunho llamó a Sang hee para informarla del asunto y ella le dijo que enseguida se pondría a investigar. Estaba segura que si venía una inspección oficial del gobierno y no una privada, conseguirían volver a reabrir en cuestión de semanas el “Haneul”. Pero aun así habría que esperar varios días.

De camino a casa, en el coche con Yunho, Eun mi recibió otra llamada en el móvil, pero esta vez de un número que no tenía guardado, aun así, le sonaba bastante.

-¿Dígame? – Dijo Eun mi extrañada. No era muy tarde pero desde luego no eran horas para recibir llamadas de empresas.
-Eun mi_ah, soy Yochun. Ya veo que tenías borrado mi número.
-Bueno, no entiendo por qué lo debería tener aún guardado –Dijo ella. Yunho la miraba de reojo pudiendo intuir quien era el que la había llamado tan solo por el tono de voz de Eun mí.
-Es cierto. En realidad te he llamado para decirte que regreso a China mañana. No tengo interés en quedar contigo, tan solo quiero decirte que siento las molestias que te cause… y que te deseo lo mejor. – Eun mi agachó la cabeza.

No se esperaba ese comportamiento por parte de Yochun. Siempre le había costado demasiado reconocer sus errores incluso con la gente que más confianza tenía. Seguramente sería la última vez que iba a hablar con él y la verdad es que sentía cierta pena. Con el paso de los meses, el dolor había ido disminuyendo, pasando a un lugar más lejano en su corazón, dándose cuenta de que quizás, no le amo tanto como ella creía, sino que más bien, quería a la persona que ella se imaginaba que Yochun era.

Y definitivamente, era cierto… ¿para que dejar heridas abiertas cuando las puedes hacer cicatrizar? Siempre quedara esa marca, pero al menos ya no escocerá como al principio.

-Está bien Yochun…. Está bien. Yo también espero que progreses mucho en tu carrera. Siempre has sido todo un trabajador. Solo espero que seas feliz. – Dijo ella mirando por la ventanilla del coche. Las luces de la carretera pasaban fugazmente. La etapa de Yochun finalmente se había cerrado. Para siempre.
-Gracias Eun mi_ah… Se feliz tú también – Y Yochun colgó dejando a Eun mi escuchando el sonido de la línea. Despacio, se retiró el móvil de la oreja y le dio al botón rojo de colgar.
-¿Estás bien? – preguntó Yunho. Muy a su pesar él sabía que Yochun había sido una etapa importante y dolorosa para Eun mí. Aunque gracias a él ella pisara aquel bar esa noche.
-Claro. – Dijo ella girando la cabeza y mirándole con una suave sonrisa. – Solo necesito cenar algo rico. ¿Qué te apetece?
-¿Te arriesgas a comer un “Yunho-exprés/Ramen”?
-Jajajaja, me arriesgo me arriesgo. – Dijo ella riendo.

La temperatura cada vez era más fría. Noviembre estaba llegando a su fin. La agencia estaba a tope con las campañas de navidad.
Jaejoong como siempre estaba sentado en su sillón de cuero negro repasando algunos informes trimestrales. La cosa no iba nada mal.

En ese momento llamaron a la puerta. Lyn, la secretaria traía correo urgente.

-Señor Kwang ha llegado esto de los juzgados. Lo acaban de traer. – Dijo ella dejando un sobre tamaño folio encima de la mesa.
-¿De los juzgados? – Dio el cogiendo el sobre rápidamente.
-Si… - Dijo ella. – Me retiro.
-De acuerdo – Dijo él pasando de ella y abriendo rápidamente el sobre.

El sobre era una citación en el juzgado de Seúl para declarar. Estaba acusado de apropiación indebida, amenazas y corrupción atentando contra la política moral de empresas. Desde luego que Jaejoong no podía creer lo que estaba leyendo. Había por lo menos treinta hojas en el sumario con fecha reciente. Eso solo habría podido pasar si el sumario ya hubiese estado redactado y él tenía una leve intuición de quien podía haber sido.

No podía estar sentado. Jaejoong daba vueltas alrededor del despacho llamando una y otra vez a Hyun Joong que no lo cogía. Al cabo de media hora Hyun Joong apareció por la puerta con un sobre exacto en su mano. Él también estaba acusado.

-¿Pero qué coño significa esto? ¿Quién ha puesto la denuncia? – Dijo Hyun Joong según entraba por la puerta.
-Según pone aquí el sindicato de empresas. ¡Pero no me creo nada! Esto ha tenido que ser el capullo de mi hermano y querida amiga Sang Hee.
-¡Esto es increíble! ¡El que nos hayan mandado ya una citación quiere decir que tienen pruebas suficientes! ¡Ya me contaras que vamos a hacer! – Dijo Hyun Joong desesperado.
-¡Se supone que tú eres el abogado! ¡Tú tienes la culpa de todo esto! – Dijo Jaejoong encarándose a Hyun Joong. - ¡Te dije que había que asegurarse bien de con quien se firmaba!
-¿Qué yo tengo la culpa de qué? ¡En todo caso tu querido hermano y su novia que han estado escarbando en la basura y se han llevado premio! ¡Yo siempre he tenido el máximo cuidado en mi trabajo!
-¡Pues ya lo veo! ¡Estamos imputados hasta las muelas! ¡Tan bien no lo has hecho! - Jaejoong le dio un empujón a Hyun Joong y se dirigió de nuevo detrás del escritorio abriendo el segundo cajón de este. – ¡Esto lo voy a acabar yo a mi manera! ¡Puede que yo vaya a la cárcel pero estos no van a pasar un fin de cuento de: “y comieron perdices” - Hyun Joong se fijó en que lo que Jaejoong sacaba del cajón era una pistola que guardaba debajo de la chaqueta. El abogado se escandalizo

-¡¿Qué coño se supone que vas a hacer?! – Le gritó Hyun Joong.
-¡Acabar esto de una vez por todas! – Dijo Jaejoong rodeando la mesa dirigiéndose a la puerta del despacho.
-¡Yo no quiero tener nada que ver en todo esto! ¡Suficiente tengo ya! – Le dijo encarándole.
-¡Pues lárgate puto cobarde! ¡Nos veremos en el juicio! – Y abrió la puerta de golpe cerrándole en la cara a Hyun Joong.

Yunho y Eun mí se encontraban junto al staff en la azotea de la agencia. Allí realizaban una sesión de fotos usando los paisajes nevados de las azoteas de la ciudad. El aire frio y las bajas temperaturas hacían que Eun mi temblara. Yunho paraba cada diez minutos para que ella entrara en calor. Ella llevaba un vestido blanco largo de varias capas muy finas de tela semitransparente. El maquillaje marcado de los ojos en plata y negro hacia juego con los zapatos. Llevaba purpurina en el peinado, que era un medio recogido dejando la melena suelta cayendo por la espalda. De la parte de detrás del vestido nacían dos alas.

Changmin también se encontraba allí. Habían quedado todos después en ir a cenar para celebrar que la citación de Jaejoong y Hyun Joong en el juzgado estaba por llegar. Tan solo faltaba Sang Hee que vendría un poco más tarde.

A mitad de sesión Jaejoong apareció por la puerta de emergencia que daba a la azotea. Caminaba rápido y acelerado haciendo que el vaho helado saliera ansiosamente de su boca. De pronto comenzó a gritar.

-¡Todo el staff fuera! ¡Vamos largo de aquí! – Dijo empujando a una maquilladora hacia la puerta.
-¿Qué coño te pasa ahora? – Dijo Yunho dejando de fotografiar a Eun mí que estaba helada de frio. Changmin se levantó de la silla desde la que observaba y se acercó un poco para enterarse bien de que ocurría. – Estamos trabajando o no te das cuenta.
-¿VAMOS A QUE ESPERAIS LARGO DE AQUÍ? – Le dijo a la última miembro del staff que le había llevado corriendo un abrigo a Eun mí. Ella hizo el amago de dirigirse hasta donde ellos se encontraban. – No te muevas – Dijo sacando la pistola del escondite donde la guardaba. Ya no quedaba nadie más que los cuatro en discordia y Jaejoong apuntaba directamente a Eun mí. – ¡Me importa una mierda que estéis trabajando! Porque ya todo me da igual. – Dijo Jaejoong dirigiéndose a Yunho sin dejar de apuntar a Eun mí.
-¡Se te ha ido completamente la cabeza! ¡Baja la pistola ahora mismo Jaejoong! – Le ordenó Yunho.
-¿O qué? ¿Me enviarás a la cárcel? ¡JA! Siempre me has estado amargando la existencia y ahora… ¿Me vas a mandar a la cárcel? ¿Tú? Si esta empresa dependiese de ti jamás habría llegado hasta donde está ahora… ¡Jamás! Siempre tan perfecto… tan bien educado… tan bien hablado… tan responsable… ¡Que me das asco! ¡No tienes suficiente con haber sido el mejor toda la vida que ahora me quieres enviar a la cárcel! – Continuaba Jaejoong esta vez acercándose a Eun mí trazando un semicírculo para llegar a ella…
-¡Pues si tanto odio me tienes mátame! ¡Vamos mátame! ¡Además hazlo ahora que hay testigos así entonces podré no solo enviarte a la cárcel, sino tener la certeza de que te quedaras allí por el resto de tus días!
-¡No habrá testigos porque os matare a todos! – Dijo Jaejoong dando unos pasos en dirección a Yunho apuntándole a él esta vez.
-¡No, no! – Gritó Eun mí, dando un par de pasos en dirección a Jaejoong haciendo que el abrigo que llevaba por encima se callera al suelo. – ¡Jaejoong tranquilízate! ¡Baja el arma por favor! – Gritó.
-¡Aléjate o te mato zorra! – Le gritó Jaejoong apuntándola unos segundos de nuevo. Entonces Yunho se acercó a ella intentando cubrirla.
-¡Te digo que me mates a mí! ¡no a ella! ¡Mi vida no vale nada! ¡Gano más muerto que vivo si tú estás libre! - Le dijo encarándole Yunho alzando sus manos a los lados de su cuerpo. Jaejoong comenzó a reír bajando un poco la pistola.
-No… esto… es una pérdida de tiempo. – Decía Jaejoong pausadamente sin dejar de sonreír. -¿Por qué matarte a ti? si iré a la cárcel de todas formas. Y tienes razón. Te haría un verdadero favor matándote…te libraría de tu miserable vida lameculos… ¿Por qué siempre has sido un miserable sabes?

Yunho continuaba en la misma posición a pesar de que Jaejoong había bajado la pistola, tan solo contaba los segundos para lanzarse sobre él y desarmarle, ya que Changmin aún seguía lejos como para pararle, envió un rápido mensaje a Sang Hee para que no se acercara a la agencia y que llamara a la policía, ya que él no podía llamar. Mientras Eun mi respiraba agitadamente por el nerviosismo.

- En cambio...- Continuó Jaejoong - hay algo por lo que sé que te sientes orgulloso y afortunado ¿verdad? – Yunho frunció el ceño desconfiando de lo que Jaejoong iba a hacer. – Te crees muy listo.... pero realmente no eres nadie... – Jaejoong subió de nuevo la pistola esta vez cargándola y apuntando directamente a Yunho. – Se te nota en la mirada… y por eso sé, que no eres nadie sin ella...

Yunho dio un paso hacia delante encarando el disparo, cuando Eun mi de pronto gritó un alto y claro “¡No!” que golpeó cada edificio de la gélida ciudad, dándole un pequeño empujón a Yunho que no le hizo moverse demasiado.

Pero tan solo bastaba ese mínimo movimiento de Eun mí para que Yunho la mirase, sin darse cuenta de que Jaejoong ya no le apuntaba a él sino a ella.
Jaejoong apretó el gatillo, haciendo que el blanco vestido se tiñera de rojo.
El disparo retumbo en los edificios colindantes. Justo en ese momento Changmin echó a correr, tirando el móvil al suelo, en dirección a Jaejoong. Cogiéndole por la espalda desarmándole.

Jaejoong tenía la mirada perdida y tampoco oponía resistencia. Las sirenas de policía se escuchaban cercanas al edificio haciendo que Jaejoong viera su final cada vez más cercano. Se tambaleo justo antes de caer de rodillas al suelo.

Sang Hee apareció en ese preciso instante por la puerta de emergencia corriendo directamente hacia donde estaba Yunho con Eun mí. Segundos después apareció la seguridad de la agencia reuniéndose con Changmin que sostenía fuertemente a Jaejoong que estaba completamente perdido en la imagen de Yunho y Eun mí.
Yunho la sostenía entre sus brazos taponando la herida. La abrazó contra él fuertemente mientras veía que iba perdiendo el conocimiento poco a poco.

-¡Eun mi_ah! ¡Eun mí! ¡Aguanta Eun mi_ah! – Dijo sacando el móvil y dándoselo a Sang Hee que inmediatamente llamó a una ambulancia. - ¡Eun mi te quiero aguanta!

El aviso estaba dado. Los amoratados labios de Eun mi temblaban por el frio.

-Yunho… - Dijo ella levemente.
-La ambulancia ya viene… tranquila – Dijo el acariciándola su fría cara con una mano, sin dejar de presionar la herida con la otra. Sang hee recogió el abrigo del suelo y se lo echó por encima. Había sido un certero disparo en el abdomen, y estaba sangrando mucho.
-Siento…haber desconfiado de ti… yo….lo…. – Decía perdiendo fuerza.
-Caya, da igual, da igual… me lo dirás mañana ¿vale? ¿Me lo prometes? – Decía Yunho sin poder evitar derramar sus lágrimas sobre el trabajado maquillaje de Eun mí. – Mañana me lo dices… hoy estas preciosa cariño… han salido unas fotos preciosas…
-Te quiero… - Decía ella alzando la mano para acariciarle sonriendo dulcemente.
-Y yo mi amor… - Yunho lloraba sin poder evitarlo mientras ella mantenía su sonrisa. Estaba tranquila, estaba con él…

En ese momento los auxiliares de la ambulancia aparecieron por la puerta. Ahora toda la suerte estaba echada.

1 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)

Buenas....

Hola! ¿Cómo estáis  ¿Notáis algo diferente? Claro que sí! Hemos cambiado el aspecto del blog (aplausos aplausos)  A mi compañera le gusta más este. Yo pienso que nos da un aire mas serio. Hump -_- .

Ha sido un trabajo duro, sobre todo por que muchas veces... una se pelea con el ordenador intensamente XD y aún así no te hace ni puñetero casoXD. En fin.

Sobre todo el problema que he tenido ha sido que al cambiar el fondo del  blog.. las letras... eran como puñales que se clavaban en los ojos, así que he cambiado a colores pastel. lo que significa editar todas las entradas.

Haciendo ese trabajo de esclavos me he dado cuenta de que muchas veces cuando se publican las entradas no se terminan de publicar bien. Como en el Capitulo 9 de precious love que una vez acabado el capitulo hay un parrafo que obviamente NO VA AHÍ. xD en fin... tengo interminables luchas cuando me pasa eso porque aunque lo edite y lo reedite llegando a borrar la entrada incluso sigue haciendome esa jugarreta no se si sera por defecto.

Como es complicado porque muchas veces no me doy ni cuenta pido que cuando alguien lo lea y diga.. emm.. ¿esto? ¿esto aquí no pega no???  pues me dejeis un comentario  y listo así lo intento cambiar y si no puedo pues lo explicoXD.

Aprovecho para contaros que ya queda menos para Precious Love, hoy publico el Capitulo 13 y el proximo sabado el 14...
Estos días se me han acumulado las entradas, entre el instituto, las fiestas, y danza.. ennnnfin... mucho trabajo por todas partes.
Igualmente seguimos aquí no os preocupéis iremos subiendo poco a poco los fanfics.. tened en cuenta que salvo Precious todos están sin acabar.

Viento caprichoso esta a puntito ya huele el caramelo del bollo por aquí...despues de un año da penita.. anoche viendo apuntes vi que lo comence el cuatro de abril del 2010... La verdad es que he estado en pausa con ese fan fic ya que entre medias escribi Precious.. Un lio vamosXD

Pues nada más que decir salvo que espero que os esten gustando y que sigais visitando nuestro blog!

Besitos !!

Jeza y Alba

0 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)

Precious Love Cap 12


Capitulo 12

Leves rayos del sol se colaban entre las cortinas de la habitación iluminándola lo suficiente para adivinarse dos figuras en la cama, cubiertas por una sabana y medio edredón caído en el suelo.
El timbre de casa comenzó a sonar y Eun mí, deshaciéndose como pudo del agarre de Yunho bajó de la cama, para rebuscar en un montón de ropa una camiseta larga que la cubría hasta las rodillas.

Al principio pensó en no abrir, pero al escuchar la insistencia se dirigió hacia la puerta. Estaba despeinada, saludó mientras se intentaba acicalar un poco. Cuando alzó la mirada y vio de quien se trataba… no lo podía creer.

-Yochun_ah. – Dijo Eun mí con voz de dormida. - ¿Cómo has descubierto donde vivo?
-Tus padres me dieron la dirección. – “Como siempre metiendo las narices donde no les importa” pensó Eun mí. - ¿Me dejas pasar? Necesito hablar contigo.
-No entiendo de que. Todo quedó claro cuando te marchaste. Fue una manera más que clara de acabarlo todo.
-No fue así, deja que te lo explique yo… - Decía Yochun.
-Mira, - interrumpió Eun mí. – las cosas han cambiado. Y aunque lo pase muy mal cuando te fuiste, no deje de luchar. Y más cuando me entere de la maldita deuda que habías dejado.
-¿Deuda? ¿Qué deuda? Yo no deje ninguna deuda Eun_ah – Dijo él extrañado.
-Como te fuiste antes de cancelarlo todo no te enteraste de nada. Pero casi me arruino por tu culpa. Los del restaurante y los del viaje me hicieron pagar un recargo de dinero impresionante por haber cancelado a tan pocos días de la boda. Si no te querías casar conmigo lo podías haber dicho antes.
-Eso es una estupidez… si es cierto que pueden recargar algo de dinero… pero no para arruinarte.
-Pues he estado cuatro meses apretada.
-Pues yo diría que te ha ido bastante bien. Eres modelo.
-¡Soy modelo por tu culpa! Si esa maldita deuda no hubiese existido no estaría metida en esto. – Eun mí se estaba acalorando y eso era lo último que Yochun quería. Se había quedado realmente alucinado con eso de la deuda. Lo había contratado él a su nombre. Lo lógico sería que recibiera él la carta, o al menos su familia.
-Eun_ah, cálmate. – Dijo él haciéndole un gesto con las manos para intentar calmarla.
-No me llames así Yochun. No sé por qué has venido pero solo… solo vete y ya está.
-Pero dame la oportunidad aunque sea de explicarte… – Insistía Yochun cuando Yunho apareció.
-¡Yah! – Dijo Yunho secamente. – A ver si bajamos el tono, que hay gente que intenta dormir. – Yochun le miro de arriba abajo, Yunho no llevaba camiseta y se notaba que se había puesto los pantalones al revés.
-Ahora lo entiendo… ya veo lo rápido que has pasado mi perdida… ese era todo el amor que me tenías – Le echó en cara Yochun a Eun mí. Ella iba a responderle cuando Yunho la interrumpió rodeándola con su brazo izquierdo a la altura de su pecho mientras apoyaba la cabeza en su hombro y con su mano derecha sujetaba la puerta.
-Tsh… no creo que seas el más indicado para reprochar eso. Si te parece aquí te iba a estar esperando guardando luto o algo así. Menudo flipado que estas hecho. Lárgate si no quieres que te eche yo de una patada en el culo. – Y tirando de Eun mí hacia dentro cerro. Yochun se había quedado sin palabras. Sabía que en el fondo el muchacho tenía razón. Pero eso no se lo iba a reconocer a él. Ni a nadie.

Él que había venido con intenciones de volver con su querida y manejable Eun mí, se había dado de morros contra la pared. Y sabiendo que en el fondo no era más que un capricho no insistió más. Tan solo sería marear más la perdiz. Conocía a Eun mí muy bien y si algo la caracterizaba… era lo cabezota que era. Si no quería hablar con él no lo haría. Y tampoco le apetecía meterse en algo de lo que consiguió salir, cobardemente sí, pero al menos lo consiguió.

Yochun no era hombre de una sola mujer… y por muy sexy que estuviera Eun mi o por muy inteligente que se hubiera vuelto, la habría seguido traicionando con la diferencia de que ahora corría el riesgo de sentirse mal por ello. Aun así, quería hablar con ella para despedirse de ella y dejar el asunto zanjado para siempre.

Yunho y Eun mi estaban exactamente en la misma posición pero a unos metros por detrás de la puerta. La mano derecha de Yunho termino de rodear a Eun mí abrazándola completamente.

-Menudo imbécil – Dijo él. El corazón de Eun mi palpitaba a mil por hora. Tan rápido que Yunho juraría que le iba a explotar. – Menos mal a que estoy aquí para quitarte a los moscardones de encima.
-No alucines… le podría haber mandado a la mierda yo misma. – Dijo ella en tono de cabreo.
-Bueno…no digo que no sea cierto… pero en situaciones así lo mejor es dar pocas explicaciones. – Eun mi resoplo. – Y se te veía dispuesta a declararle la guerra.
-Tienes razón. Le habría dicho cuatro cosas que se merecía.
-¿Y qué habrías ganado con eso? No olvidar nunca que tienes una disputa abierta. Si ya no tienes deuda, ni sientes nada por él, déjalo en una simple mala experiencia… hubiese sido peor si te hubiese dejado después de la boda… entonces le tendrías que buscar para pedirle el divorcio.
-Supongo que tienes razón… - Eun mi puso sus manos en el brazo izquierdo de Yunho y echo la cabeza hacia atrás apoyándola en el hombro de este. Yunho la besó el cuello.
-Debo entrar a casa, a ver si esta Changmin por que no llevo llaves.
-¿Tienes que ir a algún sitio? – Preguntó ella extrañada.
-Si, a la agencia. Tengo que hacer unas cosas allí. – Yunho y Eun mí se pusieron frente a frente.
-Entonces nos veremos, tengo que ir yo también dentro de un rato.
-Estupendo. – Dijo él besándola en los labios para después soltarse de ella a regañadientes y marcharse.

*Agencia “Balgueonuri” 12:00 p.m.*

Yunho entró al despacho de Jaejoong con el aire chulesco que le caracterizaba cuando se trataba de ver a su hermano. El mayor le esperaba sentado en su sillón de cuero negro. Yunho dejo la mochila en la silla contigua a la que se sentó, cruzo las piernas y a su vez entrelazo las manos encima de su rodilla derecha.

-Podrías llamar a la puerta al menos. – Dijo Jaejoong colocando unos folios que había sobre la mesa para quitarle un poco de importancia a sus palabras.
-Ha… ¿Y qué más te da si vas a tener que dejarme pasar igual? – Dijo Yunho soltando un suspiro sarcástico.
-Lo que sea… supongo que sabrás para que te he llamado.
-Pues lo cierto es que no. De ti me puedo esperar cualquier cosa.
-Entonces te aclararé ciertos puntos que pareces no tener claros. – Dijo Jaejoong mirando directamente a Yunho mientras cruzaba sus brazos encima de la mesa. – Creo que estás bastante confundido respecto al trabajo que desempeñas aquí.
-Bueno, técnicamente soy el fotógrafo principal de la agencia. ¿O no?
-Sí. Pero eso no te da derecho a hacer lo que te dé la gana. Hay ciertas cosas que tú no puedes hacer. – Dijo Jaejoong obviamente refiriéndose a algo en concreto.
-Ya sé lo mucho que te jode no mangonearlo todo Jae, pero no puedes esperar que hagas tú mi trabajo.
-Me refiero a Eun mí. Ante todo sois compañeros de trabajo, así que hay ciertas cosas que no están permitidas en esta agencia. Como por ejemplo, que los trabajadores tengan relaciones entre ellos.
-No sé de donde te has sacado eso. Pero lo cierto es que yo no soy un simple trabajador. Lo quieras o no soy medio dueño de esta agencia. Al igual que tú, yo también me paso las reglas por el forro…
-Lo sé porque han llegado a mis oídos que hace unos días que en plato os andabais dando arrumacos. – Dijo Jaejoong cortándole - Y cuando baje a comprobar la sesión se notaba cierta… tensión.
-Pues tienes buenos informadores. Igualmente, esto no es algo que te incumba. – Yunho desenlazo sus manos posando sus brazos uno en el respaldo de la silla y otro en el reposabrazos.
-Jajajaja – Comenzó a reír Jaejoong. – Ahh… siempre has sido tan estúpido. Serás capaz de ir enamorándote de ella y todo…
-Jaejoong… si lo que querías era una confirmación de ciertos rumores que te traen tus aguiluchos cotillas… no vas a obtener nada de mi.- Dijo Yunho levantándose lentamente de la silla
-Las chicas como Eun mí son demasiado predecibles… - Continuó Jaejoong mientras se levantaba y rodeaba la mesa dirigiéndose al lado de su hermano menor. – Primero se lían con el que mayor poder tiene... y luego van bajando escalones a medida que van consiguiendo metas… algún día la veremos liada con el becario. En algún momento también querrá conseguir algo suyo.
-Vaya ¿qué te pasa Jae? – Dijo Yunho encarándole dándose la vuelta. - ¿qué ahora que la chica se fija en otro sientes una amenaza “en tu territorio”? A ver si te crees, - Continuó Yunho acercándose más - que Eun mi es igual que tú, haciendo chanchullos para conseguir dinero, tratando a la gente como basura… usando hasta a su madre para sus propios beneficios… Recuerda Jae… no todo el mundo es como tú de hijo de puta.
-Yo seré un hijo de puta… pero ella es una zorra. – Yunho alzó su puño pegándole un puñetazo a Jaejoong haciendo que le comenzase a sangrar la nariz.

Hyun Joong que pasaba por allí vio jaleo dentro del despacho y entro viendo como Yunho y Jaejoong continuaban pegándose. Hyun Joong intentó meterse en medio pero era imposible. Los dos se agarraban con fuerza pegándose. Jaejoong sangraba por la nariz y Yunho por el labio. Arrasaron con las sillas del despacho tirándolas a medida que se movían por la sala. Hyun Joong dio la voz de alerta para que avisaran a seguridad ya que él solo no podía pararles.

Y poco a poco la gente comenzó a amontonarse en la entrada del despacho cuando llego Eun mí.

Se fue haciendo hueco entre los trabajadores que se apilaban a la entrada. Justo a unos centímetros dentro del despacho encontró a Hyun Joong que no hacía más que gritar que parara ya que estaban montando un escándalo, pero aun así él no se metía en la pelea. Vio como Jaejoong empotraba contra la pared a Yunho cogiéndole de la pechera. Al principio no entendía bien lo que decían, hasta que se fue acercando un poco más, todo lo contrario a Hyun Joong que en su cara llevaba escrito que quería salir corriendo de allí cuanto antes.

-¡Vale ya! ¿Qué se supone que estáis haciendo peleándoos aquí? – Grito Eun mí tirando del brazo de Jaejoong para que soltara a Yunho sin lograr mucho.
-¡No te acerques! ¡esto lo tenemos que solucionar de una vez por todas! – Le gritó Jaejoong empujando a Eun mí. Lo que hizo que Yunho reaccionara y cargara contra su hermano empujándole también y tirándole al suelo.
-¡No la toques! – Gritó Yunho ya encima de Jaejoong.
-¡Venga Yunho si eres tan machito pégame ahora con todo esto lleno de gente, así tendré más testigos en el juicio y me librare de ti de una vez por todas! – Yunho volvió a golpear a Jaejoong.
-¡Qué vergüenza le daría a mama de ver en lo que te has convertido! – Le grito Yunho volviéndole apegar
-¡A mi madre no la nombres! – Rodaron por el suelo. Jaejoong quedo encima de Yunho y tirando de él se incorporaron poniéndose de nuevo de pie. Eun mí no paraba de pedir que alguien les separara pero nadie hacía nada por meterse en la pelea.
-¿Tu madre? ¿ahora ella te importa? ¡cuando no apareciste ni en sus últimos días de vida! – Gritaba Yunho - ¿Quién fue el que estuvo a su lado todo el rato? ¡yo! – Yunho empujaba en el pecho a su hermano. - ¿Pero sabes lo peor de todo? ¡Que ella no me quería ver a mí! ¡Te quería a ti! ¡Siempre te ha querido a ti! ¡Siempre te ha visto a ti! ¡Y así se lo pagabas desgraciado! – Dijo Yunho señalándole con el dedo. Jaejoong cogió a Yunho por la camiseta con furia.
-¡Eso es mentira ella siempre me comparaba contigo de ti de lo maravilloso y fantásticamente responsable que eras!
-¿Y qué que nos comparara? ¡Era a ti a quien llamaba en su lecho de muerte! ¡Y tú haciendo dios sabe qué por ahí! – Los dos gritaban interrumpiéndose el uno al otro. - ¡No te merecías la madre que tenías ni su cariño! ¡nunca te lo has merecido! – Jaejoong se lanzó a por Yunho tirándole al suelo de nuevo cayendo el encima pegándole fuertemente

En ese momento apareció Kwang Ho sun entre la multitud de la gente. Cerrando la puerta tras él para que la gente no viera nada más de ese lamentable espectáculo. Hyun Joong se marchó, desde dentro se le oía como ordenaba que la gente se fuera a trabajar

-¡Vale ya! ¡Vale ya! – Dijo tirando de Jaejoong con su mano derecha para levantarle del suelo, ya que se habían vuelto a caer. Le empujó para apartarle de donde seguía tirado Yunho, al que Ho Sun levantó usando las dos manos y tirando de él por la pechera de la camisa. Jaejoong se dirigió a ellos cabreado. Formando un triángulo. - ¿Qué os creéis que estáis haciendo montando el espectáculo aquí? ¿Qué sois, animales? ¡Me avergonzáis!
-Padre, él tiene que largarse de aquí… ha venido a pertur… - Intentó excusarse Jaejoong antes de recibir una bofetada por parte de su padre.
-¡Cállate! Eres el director de esta compañía. No puedes montar estos números cada vez que te dé la gana. ¡Tienes unas responsabilidades! – Yunho en ese momento comenzó a caminar hacia la puerta pero Ho sun le detuvo a tiempo - Y en cuanto a ti… ese comportamiento infantil no es propio de ti. No sé dónde está Yunho. ¡Pero haz que vuelva! ¡Ahora mismo sois más que una vergüenza para mí! Solucionando las cosas a golpes… ¡No estamos en el campo! Debéis aprender a dejar los asuntos personales fuera de la agencia. Ahí fuera hay 100 personas a vuestro cargo que os han visto hacer el ridículo. ¿Les vais a explicar vosotros porque sus jefes directos se pegan como niñatos de quince años?
-Padre ese no es mi problema, yo aquí ni pincho ni corto. – Dijo Yunho
-¿Y tú ansías tanto dirigir este lugar? – Le dijo a Yunho mirándole fijamente. Este agachó la cabeza avergonzado. - ¡No sé qué pintáis aquí ninguno de los dos! - Y Ho sun se dirigió a la puerta marchándose de allí rápidamente. Yunho unos segundos después le siguió. La mayoría de gente había vuelto a su puesto de trabajo cuando él salió.

Jaejoong detuvo a Eun mí que iba a salir segundos después que Yunho, no había vuelto a intervenir desde el empujón, tan solo se había levantado y se había quedado en una esquina de la sala observando toda la situación.
Jaejoong tenía los nudillos blancos de tanto apretar los puños y le temblaba todo el cuerpo. Estaba cabreado. Odiaba que tocasen sus cosas y Yunho le estaba quitando la posesión más importante que tenía. Eun mí.

Estaba tan rabioso y celoso porque sabía que contra Yunho no podría, era demasiado fuerte como para hacer que se alejase de Eun mí por voluntad propia.

-Aléjate de él - Ordeno Jaejoong agarrándola fuertemente de la muñeca.
-¿Quién te has creído que eres? – Dijo ella intentando soltarse.
-¡Soy tu jefe!
-¿Y eso qué? ¿Por contrato viene con quien me puedo relacionar y con quién no?
-¡Más vale que te alejes de él porque soy capaz de cualquier cosa!
-¡Jaejoong haz lo que te dé la gana! ¡Me tienes harta con tus putas amenazas! ¡Así que vete a la mierda! – Dijo Eun mi soltándose finalmente del agarre de Jaejoong y marchándose por la puerta.

Yunho alcanzó a su padre en el ascensor. Los dos esperaron a que hiciera las paradas correspondientes y las tres personas que iban con ellos se bajaran para quedarse solos. Hacía meses que Yunho no veía a su padre y no podría engañar a nadie diciendo que no le echaba de menos.

Era pura devoción por él. De hecho era una devoción mútua.

-Siento… - Dijeron a la vez. Yunho no era capaz de mirarle a la cara.

Sabía que su comportamiento de estos meses había sido irracional e injusto. Pero si se había alejado de su padre era precisamente para no decir nada de lo que luego se pudiera arrepentir.
No tenía derecho a culparle de nada de lo que había pasado con la agencia. Mil veces se lo había repetido Changmin. Y mil veces más le había repetido que debería ir a hablar con su padre. Curioso que finalmente la conversación se diera en una situación como aquella…

-Siento, mi comportamiento de estos últimos meses. Sé que he sido injusto. – Dijo Yunho. El padre asentía dibujando una cariñosa sonrisa en sus labios.
-Está bien, está bien… Ha sido difícil para todos. – Las manos de Ho sun estaban entrelazadas a su espalda. Uno a cada lado del ascensor mirando hacia la puerta, viendo su relejo en el aluminio de la puerta.
-Lo sé. – Ho sun extendió una de sus manos apoyándola cariñosamente en el hombro de Yunho.
-Todo se solucionara. Ante todo quiero que seáis felices. Es todo… lo que me queda por desear…
-Padre… - Dijo Yunho girándose para mirarle seriamente. – Jaejoong y yo nunca tendremos buena relación.
-Jaja… bueno… soy viejo ya… al menos déjame delirar un poco. – Yunho sonrió mirando tiernamente a su padre. Dió un par de pasos y agachandose un poco abrazó a su padre.- Te echaba de menos hijo mio.- Dijo Ho sun correspondiendo el gesto.
- Y yo padre... y yo... - Aun se preguntaba cómo había podido estar tanto tiempo sin abrazarle como cuando era niño y se iban juntos a pescar. Los tres juntos… porque aunque era un recuerdo muy borroso… hubo un tiempo en el que Yunho y Jaejoong fueron realmente familia.





0 comentarios:

¿Te ha gustado el capitulo? Danos tu opinión :)