jueves, 5 de enero de 2012

Viento Caprichoso Cap 16

Capitulo 16

.My Destiny.

.Aure. Una semana más tarde.

Aparcamos en las cocheras después de un largo viaje, Minho me despertó acariciándome el pelo "ya estamos aquí princesa" dijo susurrando. Me ayudó a bajar de la calesa ya que aún estaba un poco dormida.
Olía a tierra húmeda, a musgo y leña. "Estamos en casa" pensé.
De la mano nos acercamos por el camino de piedra hasta la puerta color caoba de la entrada. Tres golpes a modo de llamada hizo que desed fuera se escuchara un correteo general en el interior de la casa, "Ya están aquí" se oía con alegría.
Una señora abrió la puerta, llevaba un vestido de tímidos brillantes que resaltaban sus ojos y su pelo perlado estaba recogido en una larga trenza. 

 -¡Abuela! - DIje con la voz aún dormida, pero con alegría.
- Hija, - sonrió, para fundirnos en un fuerte abrazo después. Hacía tanto que no nos veíamos... desde el baile de verano en Ayan. - pero vamos, vamos pasad ¡están todos deseando veros!
Cuando entramos al salón estaban todos allí reunidos. No solo las mujeres del consejo que antaño nos ayudaron tanto en la resistencia, por supuesto mama no podía faltar. Tambien estaban Lessien con Jaejoong, Junsu, Yochun y Changmin, incluso Nerea, Alexiel y Yume habían venido, después de tanto tiempo sin verlas. 


Me fuí derecha  a saludarlos soltando inconscientemente la mano de Minho que me había sostenido hasta ahora. Estaba contentísima de verles. Todo este tiempo sin saber de ellos había sido duro, pero comprendíamos que después de haber luchado juntos, cada uno debía emprender su própio camino. Me fundí uno a uno en abrazos y besos sonriendo ampliamente. Les echaba de menos, por fin estaba en familia. 


Pasamos la tarde poniendonos al día de todo lo ocurrido. O casi todo...
Minho había ido a buscar algo más para tomar a la cocina y aprovechando el momento en cuanto desapareció...


- ¿Qué tal el viaje este mes? - Preguntó Yume con tono de cotilleo inminente.
- Genial, - Contesté - Hemos estado en unos sitios preciosos. Me gustaría viajar más ..
- Se os ve muy unidos, a Minho y a ti - Dijo Lessien -  ¡quién lo diría!, aún recuerdo el primer día que os visteis.
- Es cierto, núnca pensé que ocurriría, pero lo importante es que estamos bien - Dije intentanto saltarme todas las preguntas incómodas reeridas a mis relaciones sentimentales, hermanos perdidos y demás...bebí un largo sorbo de té. 


Todos nos quedamos en silencio durante unos minutos, entonces fué cuando Minho volvió junto a Issir y mi madre. 

Estubimos charlando todos sobre los invitados a la boda, que aunque no había mas remedio que hacerlo, no nos apetecía nada ver.

- Los asuntos burocráticos es lo que tiene - Dijo Jaejoong resignado - al menos estaré  acompañado de toda mi familia y la gente que quiero en la gran mayoría del tiempo - Su sonrisa se amplió tanto que juraría que tenía luz própia. 


Toda la familia... menos... ¿Yunho? ¿O es que acaso Jaejoong tenía noticias sobre él? Jaejoong siempre había tenido una relación muy especial con Yunho, si alguien sabía algo de él ese era Jaejoong.


Cierto es ue no había vuelto a saber nada de Yunho dsde aquel día que nos encontramos en el teatro. Ni falta que me hacía. Al fin y al cabo, él había encontrado otra persona y yo...tambien. No es que tuviera dudas de estar con Minho, sino que había pasado tanto tiempo agarrándome al pasado que ahora era dificil desprenderse de esos sentimientos y dejarlos atrás de una vez por todas. 


Quizás esto no fuera justo para Minho, ya que él me amaba incondicionalmente. Pero yo estaba dispuesta a dárselo todo. No era dificil enamorarse de Minho y lo estaba consiguiendo más rápido de lo que pensaba. En mes y medio había pasado de un "me gusta" a un " no puedo dejar de verte...ni quiero" y esto comenzaba a ser un punto de no retorno. Ya que además él era consciente de la situación y estaba dispuesto a todo por mi. A esperar lo que hiciera falta. Y eso era lo que yo necesitaba. Pero eso no evitaba que tuviera dudas. Por mi y por él, no quería hacerle daño. 


Me había quedado centrada en mis pensamientos cuando algo que escuche me sacó de ellos:
- Jaejoong, teléfono. - Dijo Issir con mala cara. Cosa que no correspondía nada con la cara que había puesto Jae. Algo pasaba, porque Lessi se revolvió en su sitio y de pronto reino un sospechoso e incomodo silencio.
- ¿Sí? Dime - Dijo Jae cogiendo el teléfono y retirándose a la entrada par hablar.
- Bueno....- Dijo Yume, cortando la inexplicable tensión, inexplicable al menos para mi. - ¿Y dónde se quedarán el resto de invitados? Porque aquí ya estamos justitos...
- Pues, en la ciudad más próxima, aquí solo estaremos la familia, como siempre. Lo malo es que tendremos que salir con mucho tiempo de antelación a la boda, ya que está un poco lejos. - Dijo Lessi de carrerilla, todos volvieron a entablar conversación, pero yo, mantenía mi mirada en la delgada figura de Jaejoong que continuaba hablando de lo más animado por telefóno al fondo de la entrada. Lo suficientemente lejos para que nadie escuchara nada. 


Hablaba con él. Ahora estaba segura.


Noté la mirada de Minho en un momento dado y fue entonces cuando volví a la tierra. "Olvidate ya..." me dije a mi misma a la vez que lo leía en la mirada de Minho.
Después de la cena la mayoría se fue marchando a dormir o repartiéndose por la casa, unos a recoger otros a ver peliculas...al día siguiente tenían pensado salir de excursión, más bien obligados por Issir que argumento "Necesito tener la casa tranquila al menos unas horas, y con vosotros aquí (señalando a Junsu, Yochun y Changmin) definitivamente no puedo"  "Ya nos esta echando como siempre... hay cosas que ni con democracia cambian" decían ellos. Yo no tenía ganas de ir a aquella excursión, entre los viajes, y que hacía aproximadamente más de un año que no estaba en casa, me apetecía disfrutar de un tiempo en mi casa. 


Después de ayudar a colocar de nuevo los sillones en su lugar, sali al porche a tomar el aire, aprovechando que Minho estaba colocando nuestras cosas en la habitación.
Jaejoong estaba sentado en una de las butacas de fuera, tomando un café. 


-¿Café a estas horas? - Pregunté situándome a su lado.
- Supongo que después de tanto tiempo tomándolo, ya no me hace efecto. - Dijo él con una sonrisa.
-¿Te importa que te acompañe? - Dije dudosa, quería hablar con él sobre eso que a todo el mundo incomodaba.
- Por supuesto que no, - Me senté en la butaca de al lado - Hace una noche preciosa para irse a dormir tan temprano, esta gente se vuelve cada día más aburrida.
- Jaejoong, no es que la gente se vuelva aburrida, es que si fuera por ti ahora mismo la estarías liando.
- Es cierto, creo que soy yo el que se esta volviendo aburrido después de tanto tiempo. Aunque se puede decir, que he aprovechado bien mi tiempo.
- ¡Salvamos el mundo! - Dije divertida
- ¡Es cierto!, ¡movilizamos la revolución más grande jamás imaginada! y todo, gracias a mi.
- ¿Quééééé? jajajaja
- Si aquella noche no llego a escaparme a por esos documentos, aun estaríamos esperando a que Yunho tomase la decisión de ir... - Dijo el riéndose.
- Es cierto, el gran paso le diste tú, aunque fuera sin permiso....- Yunho.... - ¿Irás mañana a la excursión? - Dije cambiando de conversación... recordar.... era complicado.
- ¡Claro! ¡no me perderé una de las pocas experiencias divertidas que quedan! tú supongo que no irás, demasiado ajetreo después de un viaje tan largo..
- Más bien viajes, así que sí, me quedaré con Issir y mama aprovechando el tiempo, hace tiempo que no estamos juntas... desde que me fui a Ayan.. ya sabes.
- Hemos tenido poco contacto... todos hemos estado liados...
El silencio se hizo entre nosotros durante unos minutos estaba claro que lo mejor era ir al grano y no darle más vueltas...
- Cuando... cuando te llamaron hoy, de pronto hubo un momento más que incomodo en el salón, ¿a ocurrido algo que no puedo saber?
- Bueno, - dijo Jae bebiendo depués un sorbo del café como para coger fuerzas...- Supong que entonces no te habrán contado que la semana pasado Yunho y Changmin aparecieron aquí sin avisar, por lo visto Changmin, después de cierta conversación conmigo respecto a los planes de Yunho de no venir a mi boda, viajo desde el norte a Ayan a buscarle, despues de lo que debió ser una extensa conversación con él, ya que estubo con el una semana entera en Ayan, vinieron para acá. Todos nos quedamos muy sorprendidos de verle, sobre todo Issir, por todo lo que a ocurrido... contigo... Cuando nos enteramos de que tú y Minho vendríais, él se marchó, diciendo que vendría para el día de la boda, ya que me lo había prometido. Aunque yo creo que tiene miedo de que le achuche a Changmin, ya sabes que el poder de convicción del pequeño es mas que... contundente, por decirlo de alguna manera. - Comprendo... - Sonreí ante la imagen de Changmin pegando a Yunho como antaño. - ¿Por qué nadie me había dicho nada? Lo iba a saber de todos modos...
- Supongo, que nadie te quería decir nada porque todos sabemos que algo pasó en Ayan, además de la coincidencia de aparecer allí los dos claro... pero nadie a preguntado y nadie se atrevía a decirte nada de esto ya que no sabemos como estan las cosas y por no meter la pata...
- Las cosas simplemente, no están. El apareció pero ya no había nada mas que hacer...por mi parte, él me ha olvidado y yo me dí por vencida y ...eso es todo resumiéndolo bastante.
Jaejoong me miró extrañado después de escucharme, como si no entendiera muy bien lo que yo decía.
-Yo...- Dije cortando el amago de Jaejoong a decir algo - Prefiero que nadie opine nada, todos estais mejor sin saber, él es de la familia y no quiero que nadie tome partido por uno o por otro solo.. es mejor dejarlo estar...
- Creo que nadie se atrevería a interponer a uno por el otro, per tienes razón. Si ahora estás bien o casi bien al menos, no hay razón para darle más vueltas. No se si vendrá justo para la boda o aparecerá unos dias antes por aquí. Yo preferiría que viniera antes, para pasar todos tiempo juntos y tambien, por si teneis algo que hablar, que no sea justo el día de la boda...
- No habrá problemas en la boda, al menos no por nuestra parte.. todo sea que a uno de esos burócratas se le cruce el cable pero...puedes estar tranquilo - Sonreimos los dos ante la idea- Es hora de irme, me estoy quedando fría y Minho debe preguntarse que donde diablos me he metido...
- Yo me quedaré ya sabes...
- Tú como siempre, desafiando acontecimientos...serás capaz de irte sin dormir a la excursión...
- Jajajaja no sería la primera vez...
- ¡No hagas lo mismo el día antes a la boda! - Le dije mientras nos abrazabamos con alegría  - Gracias por contrame Jae...tu sinceridad siempre ha sido de agradecer... - Y le di un beso en la megilla. El se limitó a sonreir.

Subí las escaleras despacio, como si el tiempo se hubiera parado y luchara por que las agujas del relój volviesen a funcionar. Yunho, en casa... de nuevo...Por fin llegué a la habitación, cuando llegamos por la mañana había conseguido liar a Minho para que fuese él quien colocase las maletas, evitando así subir a mi habitación durante todo el día. Desde que me había ido tiempo atrás, no había pisado aquel lugar en el que tantas veces había estado con Yunho. 


-Flashback-
Llevábamos así un buen rato abrazados sobre la hierva, cuando nos dimos cuenta de que la canción había terminado. La noche despejada no había aguantado mucho y la lluvia comenzaba de nuevo.  El verano casi se había acabado y cada vez llovía más frecuentemente. Debían ser las dos y media de la mañana cuando volvimos.
La entrada del jardín estaba cerrada, la de la cocina también, así que empapados por la lluvia nos las tuvimos que apañar para subir por donde habíamos bajado. Rompimos unas cuantas hojas de enredadera que crecía por la pared al intentar agarrarnos ya que la lluvia hacía que las manos se nos resbalaran. Finalmente Yunho consiguió subir primero y me ayudo a mí después, consiguiendo subir a la barandilla del porche.

Estábamos completamente calados y Yunho no paraba de estornudar. Nos metimos en su habitación ya que era la que más cerca estaba, pero allí no había ninguna toalla con la que secarnos. Entramos en mi habitación intentando hacer el menor ruido posible, ya que la habitación de mi abuela estaba justo al lado de la mía, las puertas de mi ventana se balanceaban por la tormenta amenazando con cerrarse de golpe.
Yunho se quitaba los zapatos y los calcetines empapados,  parado justo detrás de mí, en medio de la habitación mientras yo trancaba la puerta que daba al pasillo y también me los quitaba. Él estaba helado, tan solo llevaba una camiseta de manga corta y unos pantalones pirata que no le servían de mucho con la que estaba cayendo. Abrí uno de los compartimentos del armario dónde guardaba las toallas, saque una pequeña y dos bastante grandes.
- Ven... siéntate en la cama.  - Yunho hizo caso sin decir nada, ya que de la tiritona que tenía no podía ni hablar. - Ahs... lo siento mucho... debería haberte avisado de que te pusieras algo más de ropa.... a...aaaa....aaCHÚ...
- A.aa...tiitiiii tttttaannnnpopopopopopocooo te siiiiiirrrrvvvvve de  mumumumumucho...- Dijo mientras me acariciaba la mejilla con su mano izquierda. Le rodee la cabeza con una de las toallas pequeñas secándole el pelo un poco mientras su mano bajaba a mi cintura y me acercaba mas a él, sujetándome entre sus piernas - Te..Tengo frio - Deje caer la toalla al rededor de su cuello mientras le acariciaba la cara con las dos manos. Baje la mano derecha hasta su camiseta comprobando que estaba realmente mojada.
- Lo mejor es que te quites la ropa mojada... si no cojeras frio. - Cogí el borde de su camiseta y tiré de ella hacia arriba, haciendo que la toalla callera a la cama y dejando al descubierto el desnudo torso mojado de Yunho.
Deje la camiseta tirada en el suelo cerca del armario. Mientras cogía una de las toallas grandes para secarle, él tenía la cabeza agachada. No había terminado de rodearle con la toalla cuando me volvió a coger por la cintura esta vez aún más fuerte haciendo que mis rodillas tocaran el borde del colchón. Entonces levantó la cabeza mirándome a los ojos y me acerqué a sus labios para besarle. Él tiró de mi camiseta suavemente como yo lo había hecho antes con la suya, levantándose y quedándose más cerca de mí por encima de mi altura. Alargó su mano para coger la toalla grande con la que yo intentaba secarle antes y comenzó escurrir mi pelo cuidadosamente. Secaba mi espalda y mis hombros rodeándome con sus brazos, besando después mi cuello y mis clavículas. La tormenta había empeorado y ahora la luz de los relámpagos reflejaba en las puertas del armario empotrado iluminando la habitación. Me dejó la toalla puesta al rededor de los hombros mientras me pegaba de nuevo a su cuerpo tirando de mi cintura hacia él. Mis manos se apoyaron en su frio pecho aún húmedo por las gotas de lluvia, acaricié su torso hasta que llegue al botón del pantalón empapado, desabrochándolo aunque prácticamente se caían de su propio peso. Sus labios rozaban mi cuello mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
Las manos de Yunho bajaron suavemente desde mi cintura al borde del pantalón tirando de la goma elástica que los sujetaba a mis caderas. Mientras los bajaba a trompicones por la humedad de estos, iba acariciando mis piernas hasta que se quedó de rodillas para terminar de quitarme los pantalones.

Con mis pies aparté la ropa tirándola cerca de donde había caído la camiseta de Yunho. Entonces se levantó cogiéndome de nuevo por la cintura esta vez balanceándonos hasta caer encima de la cama. No parábamos de besarnos. Sus manos recorrían mi cuerpo a la vez que nuestra respiración aumentaba cada vez más. Tiró de mí hasta dejarme encima de él, incorporándonos un poco. El frío prácticamente había desaparecido, a pesar de que el aire entraba por la ventana, la persiana ahora golpeaba fuertemente por el viento que hacía.  La ropa interior mojada se pegaba por la fricción y las gotas de lluvia de nuestros cuerpos pasaron a ser gotas de sudor. Sus dedos se entrelazaban por mi pelo mientras sus labios recorrían mi cuello cuando un rayo ilumino toda la habitación, seguido segundos después por un trueno que hizo que paráramos en seco. Nuestras miradas se cruzaron.
- Yun... - Antes de que pudiera terminar de decir su nombre apoyo su cabeza en mi pecho.
-Yo...he cambiado, durante estos dos días en los que he estado contigo... tan solo unas horas han bastado para que... algo en mi... haga que yo no pueda parar de quererte a mi lado... y hay algo más... que no deja que me centre cuando te beso me vuelvo loco, y yo.. No… No... No sé qué diablos estoy haciendo. No tengo ni idea. Pero aún así... no te vayas de mi lado...

-Fin Flashback-


Apoyada en la pared junto a la puerta de mi habitación mis lágrimas comenzaron a salir... no podía creer que ahora...dormiría en esa misma cama con Minho... todo aquel sueño del pasado... cada vez me hacía más daño... quizás sería necesario un daño definitivo, pasar esto una última vez antes de dejar en un segundo plano todo eso que ocurrió...


Finalmente después de calmarme un poco e ir al baño a lavarme la cara entre en la habitación. Minho estaba en el porchecito sentado en una de las sillas que había. Me cambié la ropa rápidamente para ponerme cómoda, Isiir aún guardaba algo de mi ropa en el armario, por suerte no tuve que deshacer las maletas. Salí hacia la puerta que daba al porche. Minho seguía en la misma posición tapado con una manta.
- Minho, despierta, te vas a quedar frio. - Se revolvió un poco para luego ir incorporándose lentamente.
- Te... estaba esperándo... me dije... "fuera no te dormirás" pero... - Decía costosamente por el sueño.
- Jo, lo siento - Dije dándole un beso en los labios - venga vamos a dormir ya en condiciones - Me cogió de la cintura y fuimos entrando a la habitació, caimos en la cama rendidos.
- Mañana... - Dijo abrazándome - dormiremos hasta la hora que queramos, por fin tengo vacaciones de verdad.... que.... maravilla...hacia.... mucho...que no podía....hacer...eso...- Sonreí al ver que ya a penas estaba despierto.
- Duerme anda.. buenas noches... - Dije divertida , abranzándome a él aún más. Estaba tranquila a su lado.... ese era el secreto...
Aquella noche soñe un recuerdo que había intentado mantener apagado lo más posible en mi interior... 


-Flashback-
Lazos del perdón.
Llegamos a casa protegidos por la niebla que había en la ciudad, había estado nevando y nuestras huellas se quedaban grabadas en la acera. Casi no podía ver mis propias manos mientras abría la puerta del portal. El frio y la humedad habían calado mis huesos, pero no sabía si me había dejado más fría su reacción al volver a verme después de varios días de misión separados, que el temporal que azotaba la ciudad esos días.


Me quite la capa negra colgándola en el perchero que había a la derecha de la puerta, mientras él se quitaba su abrigo yo eche la llave en la puerta. Tenía ganas de quitarme el frio vestido de color cereza que imitaba a los que llevaban las técnicas de reparación de robots. La vedad es que Lyxie para buscarse la vida era una experta.
Estaba asustada de volver a hablar con él. Durante el camino a casa no hablamos nada, tan solo andábamos a paso acelerado debido al frio. 


- Ahora vuelvo – Dije, intente poner un tono amable pero la voz me salió entrecortada, me dirigí a la habitación para cambiarme.
Yunho tan solo emitió un “hum” sin más expresión. Estaba intentando desabrocharme el maldito corsé cuando escuche la puerta que daba al baño abrirse lentamente. Me giré rápidamente consiguiendo desabrochar el nudo que ataba el primer lazo del corsé, dejando un centímetro más de mi escote a la vista.
-  Lo siento, la puerta, estaba abierta. – Dijo Yunho excusándose, mi mirada se cruzo al fin con la suya, sin poder evitar mirarle intensamente a los ojos negros, esos ojos que me cautivaron desde la primera vez que le vi, los ojos que me miraban llenos de ternura y curiosidad, ahora me miraban de una manera diferente. Él definitivamente me odiaba por haberle alejado de su familia. Por haber hecho de descuidara a Jaejoong y a sus demás hermanos. Él realmente me debía odiar por haberle cambiado tal y como  me dijo.


No le dije nada, solo me di la vuelta y continué intentando deshacerme de la cárcel que me aprisionaba el pecho y me cortaba la respiración. Controlaba mis lagrimas, manteniéndolas a raya negándolas deslizarse por mis mejillas.
Entonces sentí como se acercaba y mi pulso se acelero aun más, aun más, aun más…sin poder remediarlo. Mis manos iban al doble de velocidad intentando deshacer los nudos demasiado apretados que aún me mantenían unida al corsé sin poder respirar, estaba agobiándome tanto que mi respiración se volvió ruidosa y sentí como unas manos me rodeaban apartando las mías. Su pecho estaba pegado a mi espalda y su cuello asomaba por encima de mis hombros mientras deshacía delicadamente los nudos, despacio, muy despacio. Apoyé la cabeza en su pecho comenzando a respirar profundamente intentando contener mi agitada respiración. Mis manos  se apoyaron en su cintura pegándome más a él, aferrándome al calor que desprendía su cuerpo.  Deseaba que esto fuera un sueño… el primer sueño bueno después de un largo tiempo. 


El corsé estaba prácticamente desabrochado, su cabeza había ido bajando para alcanzar a ver los pocos nudos que le quedaban, cuando sus labios…rozaron, levemente, por un segundo mi cuello. Y mi intento de controlar mi respiración quedo anulada en un profundo suspiro.


-  Lo siento… – Su voz… su grave voz me golpeo como un torrente de aire caliente. Y en mi mente repetía en bucle las palabras una y otra vez recordando el matiz y la tonalidad de su voz. – Yo…- continúo. – No debí, culparte a ti, fue lo más cobarde y lo más fácil. – Sus manos ahora rodeaban mi cintura fuertemente mientras que sus labios estaban susurrando las palabras en mi oído. – Durante este tiempo que hemos estado separados, no ha pasado ni un día en que no pensara en ti ni en que no me arrepintiera de lo que te dije. – Cada vez me abrazaba más fuerte. Sus labios me besaron suavemente debajo de mi oreja para luego recorrer el camino que le llevaba a mi hombro desnudo y sellarlo con otro beso más.


Permanecía callada, no era capaz de decir nada, solo escuchaba su dulce y grave voz, su aliento revoloteando a mí alrededor. Sus manos entonces aflojaron de nuevo para girarme delicadamente y dejarme frente a él.
-    No… - intente decir, su mano derecha subió hasta mi cara y me aparto las lagrimas que caían sin permiso – No debes disculparte, estabas…estabas con mucha presión y yo…- intentaba seguir argumentando porque razones no debía disculparse, cuando sus labios se acercaron despacio para luego besarme apasionadamente. Mis brazos subieron hasta su cuello deshaciendo el nudo de su pañuelo y tirándolo. Nos separamos un segundo para coger aire. Nuestras miradas se fundieron.


-    Aure, Te quiero. Lo  sentí desde que te vi por primera vez, pero no entendí que tipo de sentimiento era, ahora lo sé, te quiero. – Sus labios se acercaron mientras decía las últimas dos palabras besándome de nuevo. Mis manos desengancharon los tirantes de los pantalones y desabrocharon después su camisa que voló hasta un rincón de la habitación, su torso color melocotón de nuevo, tan suave, tan fuerte que no pude evitar pasar mis manos por él mientras me besaba por el cuello. 


Sus manos bajaron acariciándome la espalda hasta el broche de la falda desabrochándola con un ágil movimiento de sus manos. La falda color cereza cayó por su peso al suelo mientras me acariciaba la cintura y subía las manos por mi pecho hasta mi nuca dejando que mi cabeza cayera hacia atrás besándome por el escote. 


Entonces él separo un poco su cuerpo del mío dejándome sin punto de apoyo haciendo que yo me tambaleara un poco. Me sujeto del codo con un brazo mientras me daba un tímido beso en los labios y se desabrochaba el pantalón del poco traje que le quedaba. Me soltó para agacharse quitándose rápidamente los zapatos. Cogió cuidadosamente mi pie, me agarre a su hombro, para quitarme el zapato de color blanco primero del pie izquierdo y luego del derecho.
Se incorporo acariciando con su mano izquierda mi tripa y pecho que aun seguían cubiertos por la camiseta interior del corsé.  


Comenzó a besarme de nuevo, cuando rápidamente me alzó, tumbándome encima de la cama quedandose arriba, con sus manos delicadamente desabrochaba los botones de la ajustada camisa besando cada poro de la piel que dejaba al descubierto. Finalmente la camisa desapareció igual que el resto de nuestra ropa interior.

Nuestro pulso era directamente proporcional al calor de nuestros cuerpos que aumentaba a medida que la intensidad de los besos subía. La curiosidad me invadía así que usaba mis manos para explorar cada zona de su cuerpo arrancándole cada brizna de aire de sus pulmones,  mientras mis labios estaban atados a los suyos entre sollozos y jadeos.
De pronto paramos… yo estaba sin aliento mientras el respiraba entrecortadamente. Intentamos normalizar nuestra respiración pero cada vez que repasaba cada zona de su cuerpo con la mirada el calor de mi pecho aumentaba igual que mis ganas de tocarle. Nos miramos fijamente y continuamos besándonos. Empujé a Yunho para que quedara debajo de mi sentándome encima suya, él se incorporo entrelazando sus manos por mi espalda y besándome por el cuello. Nuestra respiración era extremadamente ruidosa. De nuevo Yunho quedo encima de mí moviendo sus caderas como lo hacía al compás de la música.  Mi cuerpo se movía junto a él mientras mis manos se aferraban con fuerza a su espalda. El ritmo cada vez se hacía más frenético, mas continúo sin pausa a la vez que solicitábamos más aire del que disponíamos entre nuestros cuerpos. Nuestros labios se separaron por pura necesidad más que por deseo antes de que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. Estremeciéndonos los dos a la vez, tensando nuestros cuerpos…para finalmente relajarnos. 


Yunho dejo caer todo su peso encima de mí, cansado del esfuerzo que había hecho. Mientras yo le rodeaba aun más fuerte su espalda besándole por la oreja y el cuello. Él me miro, me beso con miedo en la comisura de los labios susurrando un casi inaudible “te quiero”. Cerré los ojos y conteste “yo también”. 


Nos colocamos en una posición más cómoda como cuando dormíamos en mi cama. Rodee su cintura con mi brazo y con mi cabeza apoyada en su pecho nos quedamos dormidos.


-Fin Flashback-


-¡AH! - Me desperté de golpe, empapada en sudor y con el pijama medio desabrochado y revuelto...¿Minho? Miré hacia el otro lado de la cama asustada de que no hubiese podido controlar el recuerdo y se hubiese escapado de mis labios algo más que el grito al despertar. Continuaba dormido.... di gracias a todos los cielos porque así fuera... esto tenía mala pinta... muy mala pinta... me levanté de la cama nerviosa colocándome el pijama todo lo que pude y entre al baño, me lavé la cara por segunda vez en la noche.... y una tercera... y una cuarta y el recuerdo no se iba... Me sente en el suelo pegada a la pared y pase mis manos aún humedas por el agua por mi cuello...
- Dios mio... que dificil me lo pongo a mi misma... - Dije balbuceándo para mi misma... - Que dificil.... 


1 comentario:

  1. Por favor sigue con el fic!!! lo has dejado en la mejor parte!! :D

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