Viento Caprichoso Cap 18
Capitulo 18
.Somebody Save Me.
.Aure.
-¡AH! - Me desperté de golpe, empapada en sudor y con el pijama medio desabrochado y revuelto... ¿Minho? Miré hacia el otro lado de la cama asustada de que no hubiese podido controlar el recuerdo y se hubiese escapado de mis labios algo más que el grito al despertar. Continuaba dormido.... di gracias a todos los cielos porque así fuera... esto tenía mala pinta... muy mala pinta... me levanté de la cama nerviosa colocándome el pijama todo lo que pude y entre al baño, me lavé la cara por segunda vez en la noche.... y una tercera... y una cuarta y el recuerdo no se iba... Me senté en el suelo pegada a la pared y pase mis manos aún húmedas por el agua por mi cuello...
- Dios mío... que difícil me lo
pongo a mi misma... - Dije balbuceando para mi misma... - Que difícil....
Aure se levantó para secarse, cogió una de las toallas coladas y se
volvió a sentar con la espalda pegada a la pared. De pronto, el aroma de
la prenda le resultó familiar.
Olía a Yunho.
Observó la toalla atentamente y vio las
iniciales de él bordadas en hilo azul. Esa manía de Isiir de bordarlo todo.
Estaba agotada de todo esto. De estar
alejada de Yunho y sentirse tan cerca de él. De huirle de todas las maneras
posibles y que la persiguiera o peor… perseguirle y encontrarle. Si esto no
tenía que ser, ¿Por qué era tan difícil entonces?
Se abrazó a la toalla rindiéndose ante
el aroma del pasado. Esto estaba mal… esto no podía ser…
Hundiendo sus lágrimas entre la suave
tela hasta que se quedó dormida por fin.
La puerta del baño se abrió unas horas
después. Ella seguía dormida:
-
¿Aure? ¿Qué haces aquí? – La voz de Changmin la sacó ligeramente de sus
sueños.
-
Humm… - Entreabrió los ojos y vio la figura de Changmin agachada frente
a ella.
-
¿Te quedaste aquí dormida? ¿Estás bien?
-
Si… no podía dormir... vine aquí para refrescarme y al final me quedé
dormida de la peor manera… Ahora me
duele el cuello – Aure se llevó las manos a la nuca dejando caer la toalla
suavemente.
-
Ven levanta y ves a la cama. – Changmin le tendió la mano. Ella se
levantó dejando la toalla en el suelo. Changmin la recogió como acto reflejo y
entonces se dio cuenta del detalle…
La mirada de Aure y Changmin se cruzaron y por alguna razón que Aure ni
siquiera conocía ella le miró con temor y vergüenza como si hubiera hecho algo
malo al dormir abrazada a la toalla.
-
Descansa… - Dijo él rompiendo el silencio y la incomodidad de esos
ligeros segundos.
-
Sí… gracias…
Aure no sabía si se iba a dormir o huía de una conversación tan
innecesaria como vergonzosa.
Changmin colocó la toalla en su sitio y esbozó una sonrisa “Vaya par se
han ido a juntar… Esto acabará conmigo…”
Aure entró a la habitación con una terrible sensación por todo el
cuerpo. Se metió en la cama sigilosamente sin saber que Minho se hacia el
dormido. Ella se tumbó a su lado mirando hacia el techo y suspiró. Tenía claro
lo que sentía. O eso pensaba ella… quería a Minho y adoraba estar con él. Pero
quería aún mas estar lejos del dolor que Yunho la provocaba y ahora temía que
se hubiera aferrado a Minho como a un bote salvavidas.
Había conseguido de nuevo ser feliz, sonreír de verdad al menos con
mayor frecuencia. Pero todo lo vivido con Yunho, todos esos recuerdos y el
hecho de que él no se terminara nunca de ir de su vida la estaban pasando
factura. Todo estaba demasiado latente y seguramente, parecería extraño después
de todo lo sufrido, pero ¿cómo se podía dejar de lado sentimientos tan fuertes
que habían superado tanto? ¿Como se deja atrás algo que confías en que será
eterno?
Si estuviera ahí Yunho ella le
exigiría el elixir del desamor. Para curarla de una vez. Ese elixir que el
había podido encontrar en Denier…
Si hubiera sido una simple relación, quizás bastaría con encontrar a
otra persona y caminar de nuevo. Pero había algo más allá que banales “te
quiero”. Habían luchado juntos y vivido situaciones difíciles en las que se
habían apoyado el uno al otro. Habían forjado amor verdadero y ahora solo
necesitaba tener las fuerzas suficientes de dejarlo ir.
Y aunque se suponía que ella era la que mejor se conocía… Ya no confiaba
ni en si misma. Y eso... aterra, más aún cuando la persona que necesitaba para
ello era la misma que la creaba esa situación.
*flashback*
Se dirigían todos a la cama. Yunho llevaba todo el día preocupado por
Changmin que tenía una actitud demasiado extraña con todos. Estaba más
antipático que de costumbre con las chicas. Pero sobre todo con Aure.
Así que cuando llegaron al primer piso Yunho les deseo a todos buenas
noches, todos le contestaron sin parar de subir las escaleras, todos menos
Changmin. Que se le quedó mirando fijamente al pie del escalón que le llevaba
hasta su habitación. Su niño mimado, que parecía leerle la mente.
Tenían una conexión especial, cuando Yunho sentía que necesitaba una
charla con Changmin parecía que telepáticamente quedaban para tenerla.
-
Ven, vamos a mi habitación – Changmin le siguió y entraron en la
habitación sentandose los dos en la cama- Cuentame lo que te preocupa, llevas
desde ayer por la noche con esa actitud rara. Pensaba que era porque Junsu
estaba dando la tabarra más de lo normal, pero ya no se que pensar exactamente.
¿Te pasa algo conmigo?
-
No es por nada de Junsu…Bueno…a medias, sabemos como es y él no va a
cambiar nunca, pero tú, algo extraño te está pasando, algo ocultas y puede que
ninguno lo note pero yo si. – Mi cara se quedó sin expresión. ¿Realmente había
cambiado yo en algo?
-
Min, yo sigo igual, no se, no noto nada diferente en mi. Sigo pensando
igual, sigo queriéndoos igual.
-
Es por ella. – Sentenció Changmin
Changmin le miraba fijamente a los ojos sin decir más. Esperando a que
fuera Yunho quien tomara la palabra.
-
No se a que te refieres.
-
A mi no me engañas y creo que esta vez todo es tan obvio que hasta
Jaejoong se daría cuenta. – Changmin se levantó de pronto de la cama poniendose
frente a Yunho mientras que el continuaba sentado. – Que sea el más pequeño no
quiere decir que no me de cuenta de las cosas, algo pasa con esa chica desde el
primer día que llegamos a este lugar. De alguna manera tú la prestas mucha
atención, estñas todo el rato pendiente de ella. Tu manera de mirar no es la
misma…es... es… es una mujer, por culpa de ellas nos condenaron al destierro y
hemos vivido de esa manera…como animales.
-
Changmin eso no es así. Issir, Aure y el resto de las mujeres de esta
casa están luchando por nuestros derechos. – Yunho se levantó para ponerse a la
altura del pequeño. Frente a frente.
-
¿y eso quien te lo asegura? – Dijo Changmin en un tono desafiante.
-
Vamos a ver, llevamos semanas preparándonos y dentro de unos días Aure
se va a jugar el pellejo por la dichosa información esa, para que nosotros,
podamos colaborar y que todos los hombres tengamos un lugar en esta sociedad.
El plan de entrenarnos e infiltrarnos como guardianes es peligroso, pero ¿has dejado de creer en mi como para no
confiar en que si vosotros corrierais peligro dejaría que lo hiciesemos?
-
…No lo se..
-
Estupendo. Pues creo que deberías confiar un poco más en mi. ¿Qué
prefieres que estemos aquí dándole una oportunidad a nuestra vida o en el
destierro viviendo una vida de perros sin saber nada de la realidad? ¿No sabes
la suerte que estamos teniendo de poder cambiar las cosas? ¡Eso es lo
importante!
-
No puedo evitar desconfiar de ellas. ¿No lo entiendes? Hemos venido aquí
hace escasos dos meses y mira como está todo patas arriba. Si algo sale mal,
los primero en caer seremos nosotros. Y no podría soportar perderos. Sois mi
familia.
-
Nosotros estábamos perdidos hace mucho tiempo Min…nos estamos empezando
a encontrar…debes confiar en mi…todo saldrá bien. – Yunho tiró de los hombros
de Changmin hacia el abrazándole como cuando no descansaban de trabajar durante
días en aquel horrible lugar. Estaba cansado, estaba agotado mental y
físicamente y Yunho no lo había notado. Había algo en lo que le debía dar la
razón. Antes entendía lo que les ocurría nada mas mirarles y ahora... le
costaba más… Yunho había cambiado, pero en el fondo tenía la sospecha de que sus
hermanos también.
Yunho acompaño a Changmin a su habitación y le abrazó fuertemente.
-
No te preocupes hermano, cree en mi.
-
No me decepciones por favor. – Pidió el joven.
-
No lo haré.
Yunho bajo al jardín donde había quedado
con Aure. Necesitaba su apoyo ahora más que nunca.
La casa ya estaba completamente en silencio. Era tarde y
todos dormían. O casi todos. Jaejoong y Yochun estaban en su habitación dando
vueltas como siempre. Inquietos. Llevaban ya varias semanas de entrenamiento y
querían acción.
Después de salir de aquel lugar en el
que estaban recluidos necesitaban conocer más y más. Tenían hambre de
información y de vivir. Sobre todo de eso, vivir.
Pero en cambio, debían mantenerse en
aquella preciosa casa, como en una cárcel de cristal, que aunque se sentían
arropados y queridos como jamás lo habían estado querían poder salir de allí y
solucionar la situación.
Para eso necesitaban estar preparados
es cierto, pero ellos consideraban que
lo estaban.
-
Joder tío. Otra semana más sin hacer nada aquí. – Jaejoong se levantó de
la cama y se acerco al ventanal que se ampliaba hasta el techo de la
habitación.
-
¿Cómo que sin hacer nada? Ayer
aprendimos a hacer pan. – Yochun por el contrario estaba despanzurrado por la
cama. Sin más que hacer.
-
¿Estás de coña Yochun? - Y Jae
lanzó rápidamente una pelota de goma que había en el suelo, a fin de intentar
darle a Yochun en la cabeza y que entrara en razón.
-
¡Au! – Acertó... en la entrepierna… - Por su-pu-es-to. – Alcanzó a
decir. - Se por donde vas Jongie, pero
tenemos que acatar ordenes. Suficiente que podamos adentrarnos en el bosque.
-
Por el amor de dios, estamos en una casa abandonada de cualquier tipo de
vigilancia. ¿Cómo nos va a encontrar aquí nadie? Lo que yo digo es, si está
todo preparado desde hace una semana, maldita sea, ¿porque no nos infiltramos
ya y acabamos con esto? Además ni siquiera es definitivo, solo sería ir, robar
los datos y volver. En dos noches el trabajo estaría hecho.
-
Creo que confías demasiado en tus aptitudes Jongie. – Dijo tirándole una
almohada a la cara como venganza pero sin causar el mismo dolor ni de lejos.
-
De eso nada. Confío en las aptitudes de todos. Cualquiera de nosotros
podría hacerlo. Sobre todo Yunho. Lo que no se a que espera. – Jaejoong se
revolvió el pelo, le desesperaba no entender a su hermano. Y eso ocurría varias
veces.
-
A lo que diga su chica. – Yochun se incorporó un poco y se sentó en la
cama apoyando la espalda en la pared.
-
Pff... – Jaejoong se acercó hasta su cama, al lado de la de Yochun y se
sentó en un lado mirando hacia su hermano.
-
Creo que Yunho esta despistado.
-
¿A que te refieres?
-
Pues está claro. Parece mentira que no le conozcas. Yunho siempre tuvo
las ideas de padre muy metidas en la cabeza… que si la magia, que si las
mujeres, que si el amor…Desde que conoció a Aure está en las nubes. No se
centra. Siempre ha sido el mejor en las pruebas físicas y el otro día le gané
yo al baloncesto. ¡Yo! – Rió Yochun. Que padecía de asma y no solía hacer
deporte muy a menudo. - ¡No te digo nada!
-
La verdad es que le he notado estos días muy distantes. Nunca fuimos de
los que más hablábamos pero siempre nos intentamos ayudar. Se que Yunho, nunca
llegó a comprender como me comportaba, siempre metiéndome en líos y problemas
pero…Sabe que no soy de los que se conforman. Que no me queje no quiere decir
que lo acepte todo. Y estoy llegando a mi límite. Quiero actuar, quiero ir al
grano de esta situación y no entiendo a que estamos esperando Yochun, me temo
que llevamos toda la vida esperando a que esto se solucione, ¿Y ahora está en nuestras manos y lo dejamos
pasar? Me parece que ha llegado la hora de actuar, y aunque tenga que ir solo,
daremos este paso. Y creo que tú me vas a ayudar.
-
Espera, espera Jaejoong te estás precipitando. – Yochun se movió rápido
para sentarse en el borde de su cama quedándose justo frente a Jaejoong en la
misma postura que este. – Una cosa es pensar que llevamos una semana dejando
pasar la oportunidad de infiltrarnos y conseguir la información y otra muy
distinta que te cojas el petate y te largues a la aventura.
-
Eso es justo lo que voy a hacer.
-
No, no. Definitivamente no. Jaejoong como te pillen te matan. La idea
era ir juntos.
-
Si vamos juntos tenemos menos posibilidades de acertar. ¿Dónde van cinco
tíos escoltando a una sola chica? Normalmente van uno por mujer. Y esta claro
quien es a la que escoltaremos. Aure. Lo que no está claro es si Yunho está lo
suficientemente centrado como para hacer bien el trabajo.
-
Tú lo has dicho, hay que escoltar a una mujer. ¿Crees acaso que Aure
aceptara ir contigo sin avisar? Si
avisáis, no iréis.
-
Pues iré yo solo. Se donde está toda la documentación que necesito y
tengo las credenciales con las firmas falsas, podré hacerme pasar por alguien
que va a recoger algo de allí.
-
Jaejoong es peligroso.
-
Lo se. Pero saldrá bien. Nunca he sido un suicida Yochun – Jaejoong posó
su mano sobre el hombro de Yochun. – Si no estuviera seguro de que lo puedo
hacer, no lo haría. Pero necesito que confíes en mi y que me ayudes en esto.
-
Está bien. Te ayudaré.
Yunho y Aure estaban en el jardín. Ya era de madrugada, una vez más se
había pasado toda la noche hablando. Aure siempre tenía conversaciones
interesantes en las que Yunho se quedaba embobado hasta que ella, intrigada
sobre si estaba pasando de ella o de verdad se estaba enterando le preguntaba
si estaba bien. A lo que el siempre contestaba que adoraba escucharla hablar.
Que aprendía mucho.
Subieron sigilosamente por las escaleras hasta que llegaron a la puerta
de su habitación.
-
¿Hoy quieres dormir sola? – Preguntó Yunho.
-
Mañana será un día duro. Creo que para cuatro horas que nos quedan de
poder dormir, deberíamos aprovecharlas.
-
Tienes razón. Si nos quedamos juntos al final nos pasara lo de siempre y
amaneceremos sin haber pegado ojo. – Se abrazaron suavemente, acoplando sus
cuerpos como si de dos piezas de puzzle se trataran. Yunho la beso despacio en
la comisura de los labios, como si de un caramelo se tratara, de esos que
quieres saborear intensamente antes de que se acabe.
-
Buenas noches. – Susurro Aure.
-
Buenas noches. – Sonrió Yunho.
Ella entró en la habitación y en pocos minutos ya llevaba su camisón
largo. Su pelo suelto y ondulado caía por su hombro derecho hasta casi la
altura de la cintura. Bostezó un par de veces y se acercó a la puerta que daba
al pequeño porche que comunicaba con la habitación de Yunho para abrirla y que
corriera un poco el aire.
Subió la persiana y allí estaba él. Con su pijama azul puesto y sus
iniciales bordadas en la solapa del cuello de la camiseta a lo que se sumaba su
inconfundible sonrisa.
-
¿Qué haces aquí? – Preguntó sonriendo Aure. – Este no era el trato.
-
Abrazados…- Se acercó Yunho.
-
Solo abrazados. Lo pongo como condición. – Dijo ella mientras dejaba
rodearse por los brazos de él y le besaba suavemente.
-
Solo abrazados. – Aceptó. - Es que solo no podré dormir.
-
Tienes toda la razón del mundo. Pero también mucho cuento. – Dijo ella
soltándose un poco del arrullo de él para cogerle de las manos y llevarle hasta
la cama.
-
Lo se.
Ya tumbados se abrazaron quedándose el
uno frente al otro. Yunho tenía cara de preocupación, seguramente por la
situación con Changmin. Aure acarició su cara con el dorso de la mano.
-
Estoy aquí. Todo saldra bien no te preocupes.
-
Te quiero. – Susurró Yunho. Ahora era aún más fuerte, porque la tenía a
ella.
-
Y yo. Buenas noches.
Y con un dulce beso en los labios se durmieron.
La comunicación estaba cortada desde
hacía un día. Justo el tiempo que llevaban todos en la sala de reuniones sin
pegar ojo.
-
¿Cómo ha podido hacer esto? ¿Cómo?
Irse sin más… y dejarnos aquí a expensas de información… o del desenlace
de una guerra… - Se aceleraba Changmin.
-
No seas exagerado… seguro que sabe lo que hace. – Intento apaciguar
Junsu.
-
¿Jaejoong? ¿Saber lo que
hace? Ese se tira desde un acantilado
sin cerciorarse si hay agua debajo. Todo ha sido culpa mía, tenía que haber
estado atento. – Se quejó Yunho.
-
Esta vez no es así Yunho… - Replicó Yochun con tono sereno.
-
Yochun, cállate. Porque tú nos deberías haber avisado en vez de darle
pie a hacer esas cosas.
-
Te estoy diciendo que las cosas no han sido así. SI no tienes ni idea de
lo que hablas quizás el que debería callarse eres tú.
Yunho y Yochun se pusieron de pie y enfrentados el uno contra el otro.
Aure inmediatamente se puso en medio.
-
Chicos por favor esto es lo último que necesitamos – Pidió Aure.
-
Da igual, todo ha sido culpa mía,
tenía que haber estado atento. –Dijo Yunho retirándose de la trifulca. Aure
agachó la cabeza desanimada. Ella era la verdadera encargada de mantener a
todos en orden cumpliendo sus respectivas funciones.
-
¿Y que más da echar las culpas ahora a nadie? Lo que hay que hacer es
encontrarle antes de que le maten y dejarnos de lamentos o reproches. –
Finiquitó Issir entrando por la puerta.
– Poneros a trabajar. Aure y Yunho iréis a buscarle, ya sabemos donde ha
podido ir.
Tres horas después Yunho y Aure estaban
preparados para salir dirección a la capital con todo lo necesario para
encontrar a Jaejoong. Sabían que se había marchado en búsqueda de los archivos
que necesitaban para acabar con el régimen que les oprimía.
El encontrarle vivo, era otra cosa. Solo
esperaban que no hubiera sido descubierto.
Yunho y Aure llevaban un buen rato de
viaje hacia la capital sin hablar nada.
-
Yunho… háblame por favor… no podemos hacer esto si te niegas a dirigirme
la palabra desde ayer por la noche.
-
Changmin tiene razón, he cambiado. – El semblante serio de Yunho
intrigaba a Aure. Él tenía la mirada perdida y ni siquiera hacia intento de
mirarla.
-
¿Eh?
-
Desde que te he conocido, ya no soy el mismo, yo, jamás habría
descuidado tanto a mis hermanos como para que uno de ellos se largara a una
misión por su cuenta, sin decirme nada. Aunque tratándose de Jaejoong siempre
ha sido difícil, me habría dado cuenta y le habría detenido antes de que
ocurriera una desgracia.
-
¿Me acusas de lo sucedido? – Se sorprendió Aure.
-
Por supuesto que no, pero necesito reflexionar sobre lo que me está
pasando, todo esto es nuevo para mí. Y me he decepcionado a mi mismo.
-
¿Crees que acaso para mi esto no es nuevo?
-
Es cierto… tú estas en una situación parecida a la mía, pero yo debo
aprender a hacer más cosas que cuidar de mis hermanos, y quererte con locura.
No puedo centralizarme solo en una cosa… porque pasan estas cosas.
-
Comprendo. Sabes que estoy para apoyarte Yunho. Encontraremos a Jaejoong
y esto quedará como una anécdota para recordar.
-
Espero…. Que eso ocurra... de todo corazón.
*FinFlashback*
Minho
entreabrió los ojos, la miró como resoplaba. Se mantuvo quiero, no sabía si
contarle lo ocurrido la noche anterior
con Yunho o no. Tenía miedo de como reaccionaría ella y sobre todo, a lo que
Aure sintiera respecto a Yunho. No
confiaba en s al volverle a ver, ella dudaría de la relación que estaba
surgiendo poco a poco entre ellos. Él sabía que ella aun sentía cosas por
Yunho.
De hecho, él
sabía donde se metía, aunque no hasta que punto. Y eso era algo que tenía
asumido. O al menos eso pensaba.
Todos esos
recuerdos que Aure atesoraba no se podían borrar y no sabía hasta que punto le
hacían bien o mal a ella. E incluso no sabía hasta que punto eso le limitaba a
él como pareja. Porque sí, él la quería como pareja y como todo, pero tal y
como él la conoció, destrozada por Yunho, no pondría la mano en el fuego por
los sentimientos que ella sentía por él.
No quería
salir escaldado, ni terminar odiando a Aure por algún tipo de pensamiento
maligno sobre que ella le usaba de parche. Definitivamente quería huir de esos
pensamientos.
Ahora todas
esas inseguridades se incrementaban ya que la sombra de Yunho estaba más grande
que nunca, y lo teñía todo de negro oscuro. Todo su futuro con ella estaba de
funeral. A pesar de no tener ninguna certeza sobre ello.
Minho sabía
como era Aure, y ella jamás querría hacerle daño, se sacrificaría ella antes
que hacerle daño a alguien a quien tuviera el más mínimo cariño, pero aún así,
si ella amaba a Yunho, tenía claro que muy a su pesar debía dejarla ir. Siempre
y cuando Yunho estuviera dispuesto a
entregarse en cuerpo y alma hacia ella. Sino, tenía claro que jamás la dejaría
escapar.
Aure por su parte,
tenía claro que Yunho no la convenía. No podía llegar ahora e intentar
recuperar el tiempo perdido, aunque ciertamente, no había posibilidades de
ello, ya que lo último que sabía de él es que tenía una especie de relación con
aquella chica… Denier, por lo tanto, en parte, estaba tranquila respecto a lo
que él parecía sentir.
Miedo y
Nervios sentía cuando pensaba en ella misma y en lo que sentía. Miedo a
defraudarse a si misma porque sabía perfectamente que ante él, era tan débil
como una pluma en medio del huracán más feroz. Y se había dicho tantas veces
así misma que “no” que ya no sabía lo
que estaba bien o mal.
¿Cabeza o
corazón?
Miedo,
terrible y doloroso miedo.
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