domingo, 20 de marzo de 2011

Precious Love Cap 1





Capitulo 1


"La señora Kwang Iseul falleció ayer tras una larga enfermedad dejando la agencia de modelos "Balgeonuri" sin directora. Su marido y famoso fotógrafo de esa misma agencia, Kwang Ho Sun se reunió ayer a primera hora de la mañana en las oficinas de su bufete personal de abogados con sus dos hijos para la lectura del testamento"
Estaba sentada en una de las terrazas de la plaza leyendo la trágica noticia mientras esperaba a Yochun, llegaba media hora tarde y yo estaba más que aburrida de esperarle. Finalmente vi como me saludaba desde el coche con la mano. Cerré la revista y me dirigí hacia él.


- Perdona cariño, ha habido complicaciones en la oficina. - Dijo él sacando un poco la cabeza por la ventanilla del coche mientras yo me dirigía a la puerta del copiloto.
- Me podrías haber avisado, como no nos demos prisa llegamos tarde a la prueba del catering... - Dije yo sentándome dentro del coche.
- No te preocupes que estamos allí en cuanto menos te lo esperes. - Y me besó levemente en los labios , arrancó el coche rápidamente y nos alejamos de allí.

Park Yochun de 23 años, dos más mayor que yo, era mi prometido. Nos conocimos cuando él cursaba el último año de secundaria, y aunque todo el mundo decía que era un vividor y un ligón que no pensaba más que en sí mismo, yo estaba verdaderamente enamorada de él.
Había terminado su carrera de empresariales hacía un par de meses y ya tenía trabajo en una de las grandes multinacionales. Todo un cerebrito de la economía y del comercio nacional e internacional.
Yo trabajaba en el restaurante "Haneul" situado en uno de los lugares más céntricos y caros de Seúl. Allí conocí a mi mejor amiga Lin Mih Wa. Ella salía con el dueño del restaurante Kim Junsu desde hacía bastante tiempo. Todos estábamos muy ilusionados por mi boda con Yochun, aunque mi familia por el contrario no estaban muy convencidos, tan solo tenía 21 años y me consideraban muy joven para dar un paso tan grande, pero el hecho de que él fuese un chico con estudios y dinero les hizo cambiar de opinión en cuanto le conocieron.
.3 Meses después.
-¿Sí?
-¿Eres Mih Wa?
-Si, ¿quién eres tú? ¿Por qué llamas desde el móvil de Eun mi?
- Soy el camarero del bar Warrior, tu amiga esta borracha y no se va. ¿Puedes venir a buscarla?
- Eh... eh...¿cómo que borracha que ha pasado?
- Oye, yo solo pongo copas no pregunto.
- Eh..esta bien voy para allá..
Estaba adormilada encima de la barra del bar, no se cuantas copas llevaba pero seguro que no eran las recomendables. Escuchaba la voz de Mih_ah de fondo diciéndome que me levantara, pero no tenía ganas. Ni fuerzas.
- Eun Mi.. ¿qué te pasa?... dentro de una semana es tu boda ¿y tú vas y te agarras la cogorza del siglo? Si al final sabes que te haremos fiesta de despedida..
- Ese es el problema... - Dije yo revolviéndome el pelo, intentado apartarlo de mi cara. - Que no hay boda.
- ¿Cómo? - Por su tono intuí que se sobresaltaba.
- Pues eso, que Yochun... ha volado.
- A ver, vamos a casa y me lo explicas mejor, esta gente tiene que cerrar el bar..
- Noooo no no no, tranquila tranquila - Dije levantándome de golpe y balanceándome de un lado a otro. - Si no me importa que la gente lo sepa... mira... Mi prometido......... ha volado a.....a.... China, vamos, que me ha dejado...tiiiirada tiiiiiiiiiiiiiraaaaaaaaaaadaaaaaa jajaajajaja.
- Por favor..Eun mi_ah.. vámonos a casa y allí hablamos.. necesitas una ducha... - Mih Wa me cojió del brazo para intentar sacarme de allí pero me solté.
- Que sii que siiiii lo que oooyeesss... - Dije apoyándome en la barra hablándole directamente al camarero, aunque no le podía ver el rostro con claridad. - Que fuerte.. a una semana de la boda y va el tio... jajajaa... y me deja una nota de que se pira...¡qué no esta seguro dice!
- Oye... no me interesa tu vida.. págame y te largas que me llevas dando la paliza toda la noche con lo mismo - Dijo el camarero marchándose al otro lado de la barra
- Mih_ah.. - Escuché la voz de Junsu que se acercaba. - No encontraba aparcamiento...
- Vamos ayudame Junsu.. cójela y yo pago... aish....
Recuerdo que Junsu me cogió en brazos y el resto es algo borroso en mi mente. Al día siguiente no era capaz ni de levantarme de la cama.
- Eun mi_ah... - La voz de Mih wa me despertó. Me dolía la cabeza y estaba mareada. - Eun mi_ah...
- Mmmm - Gruñí debajo de las mantas..
- Supongo que hoy no iras a trabajar ¿no? - Me asomé un poco entre las sabanas y arqueé una ceja como contestación .- ...no...¿no quieres que llame a nadie?
- Hay que cancelarlo todo...podrías...llamar tu por mi - Dije mientras intentaba controlar los pucheritos.
- Ahs... está bien, está bien no te preocupes, llamaré a tu madre para que me ayude..
- ¡NO! - Me incorporé quedandome sentada - A mi madre no.. todavía no... que vergüenza... seguro que me empieza a decir algo que no debe como siempre..
- No seas así Eun mi_ah.. si tarde o temprano se va a enterar.
- También es cierto.. está bien, que te ayude... le podrías decir a Junsu que no ire en unos días, no me apetece aparecer por allí... que...que .... sniff.. que mal... - Dije comenzando a llorar. Mih wa me abrazó. No hablamos mucho más, me quede el resto del día en la cama. Y así dos o tres días más.
Finalmente despues de pasar una semana terrible y sobretodo, después de unas cuantas regañinas de Mih wa para que saliera de casa, vamos, de su casa...me decidí por volver ha hacer mi vida.. debía ir a trabajar, Porque sino Junsu me terminaría despidiendo y no me sobraba el dinero.
Me rondaba por la cabeza el hecho de que me tenía que ir de casa de Mih wa... y no quería volver a casa de mis padres. Mucho menos ir a la casa que Yochun compró para los dos. Así que necesitaba encontrar un sitio cuanto antes. De eso hablabamos el día que me reincorpore a trabajar.
- Oye Eun Mi., ¿qué vas ha hacer ahora?¿volveras a casa con tus padres o te irás a la casa que compró? - Preguntó Mih.
- No, había pensado buscar un piso cerca de aquí, no estoy de humor para aguantar a mis padres y mucho menos se me ha ocurrido ir a la casa esa.
- ¿Un piso? - Preguntó Junsu que pasaba por allí.
-Si, ¿sabes si hay algún alquiler decente?
- Bueno, el otro día vino una señora que alquilaba un ático cerca de aquí. Voy a por el folleto.
- Que atento ehh... - Dijo Mih dándome un codazo.. Cuando Junsu se fue por el pasillo.
- Si... o que cotilla... jajajaja
-Oyeee... - Mih_ah me puso carita de no te metas con mi novio y continuamos riéndonos.
A los pocos minutos volvió Junsu con un pequeño fólio donde estaba apuntado el número de teléfono. Llamé y concerté una cita a primera hora de la mañana. Era sábado así que Mih wa me acompañó. El ático era acogedor. La cocina y el salón estaba unidos haciéndolo bastante amplio. Una ventana daba a la calle y otra a un patio interior. La habitación no era muy grande pero tenía dos ventanas que la hacía muy luminosa.
No tarde mucho en decidirme, el lugar me gustaba ya que el piso era céntrico y para una persona era perfecto, así que esa misma tarde firmamos el contrato y comenzamos a llevar todas mis cosas allí. Junsu, que salió antes del restaurante nos ayudó a llevar mis cosas que ya tenía en la casa que Yochun compró. Tambien recogimos las cosas que tenía en casa de mis padres. Según entre por la puerta mi madre empezó a despotricar sobre lo que me había pasado.. "¿que le has hecho eh eh?" aunque pase completamente de lo que me decían.
Durante la primera semana en el ático me dediqué a ordenar libros y algún que otro regalo de boda que no había querido devolver, además de seguir llevando cosas. Entre el trabajo y la casa estaba tan liada que según llegaba a casa me quedaba dormida en el sillón.
Un día de madrugada me desperté por un ruido que entró a traves de la ventana del salón que daba al patio. A hurtadillas me asomé por la ventana. Era en el piso de en frente. Un chico joven y alto estaba hablando por teléfono alzando mucho la voz con tono enfadado, hasta que al final tiró el teléfono al suelo. Revolvió un poco el salón pegándole patadas a las cosas hasta que finalmente se calmó. A penas se veía nada porque no tenía ninguna luz encendida solo la de la televisión que hacía los reflejos aún más asustadizos.
La verdad es que ya me había llamado antes la atención. Una vez cuando tendía la ropa, vi a otro chico que le estaba limpiando la casa (que estaba muy descuidada) mientras él estaba tirado viendo la televisión. Pensé que vivían los dos juntos, pero lo cierto era que el chico misterioso se pasaba solo todo el dia, y tan solo le había visto salir una vez de casa el viernes por la noche. Mientras que yo entraba y salía varias veces de casa durante el día, pero nunca le había visto. Siempre que me había fijado estaba tirado en el sofá o pululando por la casa comiendo algo
Durante la semana siguiente el restaurante estaba lleno de reservas. Al ser un restaurante céntrico las empresas más importantes, venían a comer o a cenar a él. Una de ella, era la agencia de moda y publicidad "Balgeonuri" que hacía escasos tres meses que había cambiado de dueño.
La prensa estaba interesada en esa agencia, ya que era la que hacía las campañas más importantes de publicidad en todo Seúl. Los medios se habían hecho eco de los problemas familiares que habían ocurrido tras la muerte de su fundadora Kwang Iseul. Y sobretodo de los altos beneficios que el heredero había hecho en tan poco tiempo, consiguiendo las campañas más importantes de todo el mercado.
Esa noche Kwang Jaejoong sus asesores y algunos directivos de una famosa marca de refrescos fueron a cenar al restaurante. Me tocó antenderles. Kwang Jaejoong era un hombre demasiado apuesto. Todo el mundo se giraba para mirarle cuando él andaba hacia el reservado que había hecho su agencia. Y yo la verdad es que de vez en cuando me quedaba mirándole fijamente. Nos juntamos Mih wa y yo en un momento de la noche mientras recogiamos los pedidos de cocina.
- Si que es guapo si, no me extraña que salga en las revistas del corazón con un montón de chicas. - Dijo Mih wa apoyada en la barra mirando al lugar donde comían.
- Bah, como para fiarte la mayoría de cosas que ponen siempre son chismorreos sin ningún tipo de fundamento. - Yo miraba por la pequeña ventana a ver si venía ya el plato.
- Si vamos, que el chico te gusta ¿no? - Miré fíjamente a Mih_ah
- Oye, mi prometido se acaba de largar a China a una semana de mi boda, no estoy para pensar en eso..
- Si no digo que quieras otro compromiso con él. Digo que él te gusta, y por lo visto... tú a él también, porque desde hace unos cinco minutos no te para de mirar. - Mih_ah se tapó la boca con la bandeja y puso voz de cotilla.
- ¡Anda ya! - Dije girándome para mirar rápidamente. Solo alcancé a ver como cuchicheaba con uno de los directivos.
- Jajajaja
- Vale vale, que es guapo . Y mucho además, pero a pesar de que me haya dejado tirada, Yochun es importante para mi.
- Pues debería dejar de serlo. Te dejo una nota y se largo. No ha sido nada caballeroso. Capaz será de volver dentro de unos meses pidiendo perdon como un tonto.. psh..
- Espero tenerlo superado para entonces... - En ese momento el cocinero me entregó el plato y me dirigí a la mesa donde tenía que entregarlo dejando a Mih_ah con la palabra en la boca.
El resto de la noche fue bastante agetreada, La cena de negocios se alargó y no pudimos cerrar hasta la madrugada.
Llegue a casa a las mil. Iba subiendo las escaleras cuando escuché como golpeaban una puerta.... me asuste pegándome a la pared, como si eso fuera a protegerme si había un ladrón o un asesino. Subía muy despacio intentando no hacer ruido cuando comence a distinguir las voces que se oían.
- ¡Abre la puta puerta joder! - Y se volvían a escuchar tres golpes sobre la puerta. - Vamos tio, no me jodas abre la puerta. - Unos segundos de silencio y de nuevo lo mismo... ya casi había llegado al rellano donde distinguí la figura de un chico alto y fuerte. - Yunho. ¿Quieres hacer el favor de abrir? de que vas tio. Voy a terminar por tirar la puerta y es un aviso. - No había respuesta desde el interior de la casa. - Joder.. si al final me voy a preocupar y todo... ¡ ¿Estoy hasta la poya me oyes?! ¡Llevo cuatro meses haciendote de chacha gilipollas y ahora pasas de mi cuando lo necesito.! - De prónto la puerta se abrió y apareció el famoso vecino de al lado tan solo con unos calzoncillos. Una chica con una camiseta que no tenía mucha pinta de ser suya estaba enganchada a él con cara de sueño .
- Joder, Changmin que coño te pasa. Tu como no tienes intimidad pasas de respetar la de los demas eh...
- Mira me cago en tu.. pu... .
- Relajate tio.... - Le cortó alzando la mano a modo de stop. - Entra y ponte un cafe y de paso a mi otro... hablamos con más calma . - Se hizo a un lado y el joven aporreador pasó con cara de pocos amigos dentro de la casa. - Luego se quejan los vecinos .... no me extraña... - Le murmuró a la chica, a lo que ella le respondió con una risita tonta.
Cuando cerró la puerta terminé de subir las escaleras y entre a casa con el cuerpo aún temblándome.
Un par de dias después en el restaurante, estabamos Mih wa y yo en el área de descanso tomándonos un refresco y hablando del incidente de mi vecino.
- Si si..mucho cachondeito con mi vecino golfo pero no veas tú que mala pinta tiene.. El otro chico tenía un buen cabreo.
- Jajaja, que fuerte.. en mi bloque las cosas no son tan divertidas, si quieres me cambio. Por cierto ¿está bueno?
- Y Junsu que...tsh..
- Si lo digo por ti tonta..yo con Junsu estoy más que feliz. Ah no, si a ti te gusta el tio este.. Kwang Jaejoong
- No es que me guste... me parece guapo.
- Pero, ¿a que si te pidiera salir aceptarias?
- Hombre.. quien sabe. Supongo que por conocerle no pasaría nada
- Jajaja vamos que te gusta... - En ese momento entró Junsu en el área de descanso dónde Mih wa y yo estabamos hablando.
- Eun mi, atiende tú la mesa 18 y 20 que tengo que revisar el pedido para mañana. Mih, tu ves a la 21 y a la 22.
- Ok. - Respondimos las dos a la vez poniendonos en marcha.
Cuando nos dirigíamos a la sala para atender a los clientes de pronto Mih_ah se quedo parada en medio del pasillo desde donde se veían las mesas. Me dió un golpe con el codo en las costillas a lo que yo respondí un "AH!" con la otra mano se tapo un poco la boca diciendo "esto si que no se lo esperaba". Me señalo disimuladamente la mesa 18, Kwang Jaejoong estaba sentado esperando a que le atendiesen,
- Mierda... - Dije.
- Joder, Eun mi corre que te esta ahí esperando ¿habra venido por ti?
- Que tonterias dices, su oficina no queda lejos de aquí, ¿por qué habría tenido que venir a por mi?
- Por las miraditas del otro día.
- Si, venga ya... mejor vamos a trabajar y dejamos de decir tonterias. - Anduve decidida hacia la mesa, viendo de reojo como Mih_ah se reía y continuaba hacía las suyas. - Buenos días. ¿Qué... desea tomar? - Dije amablemente.
- Un café solo...por cierto tú eras la que nos atendió tambien la otra noche ¿no es así?
- Emm.. si. - ¿Se acordaba de mi? La verdad es que les atendí toda la noche, aunque con la borrachera que llevaban no debería acordarse mucho..
- ¿Cuál es tu nombre?- Lo ponía en la plaquita que estaba enganchada a mi blusa. Pero aún así le contesté
- Jeong Eun mi... - En ese momento hice una reverencia y me fui en dirección a la barra para pedir el café donde estaba ya esperándome Mih wa para preguntar.
- ¿Y esa reverencia? ¿Qué te ha dicho?
- Me ha preguntado mi nombre, solo eso.
- ¿Qué pasa que no sabe leer? Te digo yo que le gustas..
- Bueno cálmate, no creo que eso sea así..
- Toma Eun mi_ah - Dijo el camarero dejándome el café en la barra. Lo cogí y lo puse en la bandeja.
- Además, estoy trabajando, no pensando en ligarme al cliente.
- Ya, si te entiendo... - Escuche mientras de nuevo iba en dirección a la mesa.
- Aquí tiene, si desea algo más... - Le volví ha hacer una reverencia y me di la vuelta para irme de nuevo con Mih wa.
- Ah...si..bueno ahora que lo dices, ¿cuándo es tu próximo día libre? - Preguntó él sonriendo maravillosamente.
- E...¿el mio? - Pregunté sorprendida.
- Si, creo que es a ti. - Su expresión era tranquila... bebió un poco de café mientras esperaba mi respuesta.
- Pues, el sabado. - Me fijé que Mih me miraba desde la mesa 22 con cara extrañada, haciendome aspavientos con las manos.
- ¿Te pareceria muy atrevido, si te invito a tomar un cafe conmigo?
- No se, prácticamente no nos conocemos. - Dije yo dudando.
- Lo se, por eso me gustaría que nos conocieramos mejor. Si tú quieres claro. - Me miraba intensamente a los ojos, con una dulce sonrisa. ¿A quién no le gustaría conocer a un chico tan encantador?
- Bueno, supongo que un café no estaría mal.
- Entonces, ¿te paso a buscar el sabado a las ocho en la puerta del restaurante? - Dijo él levantandose de la silla. Era bastante más alto que yo. Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
- De acuerdo. - Sonreí. Él me correspondió la sonrisa y se dirigió a la barra donde pagó y se marchó. Cuando recogí la taza de café me di cuenta de que prácticamente no había ni bebido. Mih wa vino como un polvorín preguntando casi desde donde se encontraba.
- ¿Qué te ha dicho? ¿qué, qué? - Preguntó dando pequeños botecitos.
- Pues... pues me ha invitado a tomar un cafe el sabado.
- Te lo dije... te lo dijeeee si es que nunca me haces ni caso. A ese tio le molas...
El resto del día fue confuso. Mih wa me preguntaba de vez en cuando que me pondría o si me iba a comprar algo nuevo para la "cita", aunque yo no lo consideraba así. Mi sentimientos eran confusos. Kwang Jaejoong era muy atractivo y educado. Pero yo aún amaba a Yochun y aunque entre él y yo ya no había absolutamente nada, yo me sentía mal por quedar con otro hombre para lo que parecía una cita.
Continuará... Era jueves y para nuestra sorpresa habíamos terminado el turno antes. Subía a casa y vi que un señor estaba llamando a la puerta, esta vez educadamente. ¿Qué se traía el vecino misterioso entre manos? Cada vez pasaban cosas más extrañas con ese tipo y lo curioso es que solo le había visto una vez. Busqué las llaves en el bolso. Ya las tenía en la mano cuando el señor, que vestia bastante moderno para la edad que parecía tener, me habló.
- Disulpe señorita... - Hablaba de una manera muy educada, no tenía pinta de ser un hombre peligroso. Todo lo contrario que el inquilino de al lado... - ¿Sabe si el chico que vive aquí, a estas horas normalmente está trabajando?
- Pues, la verdad es que durante las semanas que llevo viviendo aquí, solo le he visto una vez. No se si estará en casa. Lo que si se es que normalmente viene un chico joven a visitarle.
- Entiendo...
-Si le veo, ¿quiere que le diga algo de su parte?
- Oh...no, no hace falta gracias...Ha sido muy amable. - Contesto con una sonrisa que me pareció similar por unos segundos.
- De nada. - Le hice una pequeña reverencia y metí la llave en la cerradura. Estaba casi cerrando la puerta cuando vi que el hombre se agachaba sacando un sobre del bolsillo interno de la chaqueta y lo pasaba por debajo de la puerta del misterioso vecino. ¿Qué tipo de chanchullos raros se traia ese tipo...?
Esa noche le espié un poco por la ventana a mi vecino misterioso. Parecía estupida andando a cuatro patas por la casa para que no me viera. Y la verdad es que él no tenía ningún interés en mi como para que yo me andara preocupando de esa manera. Él no había cambiado sus hábitos. Estaba como siempre, tirado en el sofá viendo la televisión. Por un momento me pareció que miraba hacia donde yo estaba y del susto me pegue con la puerta de la ventana que golpeó contra la pared retumbando. "Muy discreta...discretísima vamos.."pensé.
Cuando estaba meditando, tumbada en la cama, sobre como podía ser tan patética para espiar a mi vecino, me vino a la cabeza que el sabado había hecho plan. Y ya si que no pude dormir. Me mentalicé a conciencia de que yo no le podía gustar a Kwang Jaejoong. Y mucho menos íbamos a tener una cita. Solo era un café. Un simple café.
Al final entre tanto pensamiento mi cabeza echaba humo. Y terminé durmiendome.
El viernes fue un día movidito. Mih wa y yo hicimos doble turno, ya que habíamos salido antes el jueves, y teníendo en cuenta que los viernes eran los dias de las cenas de empresa, estabamos rebentadas. Ella no paraba de preguntarme que qué me pondría el sabado para la cita. Y yo no paraba de repetirla que eso no era una cita. Era...em...una...esto si ....esto.... bueno que no era una cita y punto.
Esa noche ayudamos a Junsu a echar el cierre ya de madrugada. Me acercaron hasta casa en coche, dejándome justo para subir la calle. Estaba ya llegando al portal cuando mis ojos no podían creer lo que estaba viendo. Mi misterioso vecino ¡estaba vivo! bueno, más bien...¡Era real!. Era la segunda vez que le veía nítidamente, y esta vez llevaba algo más de ropa.. Iba vestido entero de negro, teniendo la camisa un poco desabrochada. Andaba muy deprisa como si llegara tarde a algún sitio.
Me paré en medio de la calle, me daba miedo cruzarme con él cara a cara, y le seguí con la mirada. De su bolsillo del pantalón sacó unas llaves y abrió un coche que tenía apariencia de ser, caro...muy caro. Demasiado para el dinero que aparentaba tener él. Definitivamente se debía traer algo raro entre manos.
Esa noche estaba más agotada que de costumbre y me quede completamente dormida según llegué a casa. Era el gran día y a las diez de la mañana mi portero estaba que ardía. Mih wa había venido para darme los buenos dias y sacarme de compras. Intentaba buscar las razones de su extrafelicidad y sobretodo de su extraenergía, pero tenía demasiado sueño como para pensar con claridad.
Nos tiramos toda la mañana de arriba para abajo, que si mirándo tiendas, que si comprate esto o pruebate aquello. Finalmente se salió con la suya y terminé comprándome un vestido. Era eso, o un conjunto de lencería fina (que obviamente no iba a usar). Para mi gusto se estaba pasando de la raya. Pero era verdad que eso me mantenía entretenida. Durante estas semanas que había pasado tan centrada en el trabajo y en estupideces como "el misterioso vecino golfo" (eso último añadido por Mih wa) me había olvidado de que Yochun se había largado dejándome una linda notita de despedida.
Fuimos a comer a un restaurante que había en el centro comercial. Llegué a casa sobre las cuatro y media. Aún tenía toda la tarde por delante para la esperada cit...bueno...lo que fuera eso. Me tumbé en el sillón y me puse a ver la tele...no recuerdo ni que canal tenía puesto, de pronto me desperté por el ruido del móvil. Mih wa me estaba llamándo.
- Ye...- Contesté.
- Eun_ah... ¿cómo vas? ¿Estas nerviosa?
- ..¿por qué debería estarlo?
- Ay hija mía, ¿a lo mejor por qué falta media hora para verte con Kwang Jaejoong?
- ¡Media hora! ¿Cómo que media hora? - Pegué un grito y un brinco de los cojines que tenía a modo de sofá que pensé que se hundiría el edificio. Busqué como loca un relój pero hubiera preferido no hacerlo. Efectivamente quedaba menos de media hora. ¡¿Cómo me podía haber quedado dormida!? ¡¿CÓMO?!. Ya no entendía lo que Mih me decía por el móvil. Solo intentaba vestirme, peinarme y medio pintarme a la velocidad de la lúz. Vacié un bolso en otro sin atender a lo que echaba o no en él y salí disparada por las escaleras en dirección al restaurante.
Iba tan rápido que tropecé en uno de los escalones. El móvil salió volando mientras que yo aterrizaba encima de los chicos que en ese momento subían hacia arriba. Cuando me quise dar cuenta estaba encima de mi misterioso vecino y su colega el aporrea puertas. Estaba a punto de conjugar un "Lo siento" entendible cuando el móvil, que por alguna razón se había mantenido suspendido en el aire durante esos segundos de caos, le cayó encima al misterioso haciendo que su expresión se pusiera más furiosa.
Se levantó obligándome a caerme unos cuantos escalones más hacia abajo.
- Tú estupida.. ten más cuidado de donde pisas. Aquí vive más gente a parte de ti. - Le dijo el cántaro a la jarra.. Su amigo el aporrea puertas se levantó y seguidamente se sacudió un poco la ropa para después tenderme la mano y ayudarme a levantarme.
- ¡Yunho!- Le reprimió el chico - Discúlpale tiene un mal día.
- ¡Changminn! - Imitó el otro con tono de bobo y haciéndole un gesto para que le siguiera.
- La mala educación siempre tiene malos días - Le contesté mientras aceptaba su mano y me levantaba. El vecino, Yunho.. me miró de arriba a abajo con cara de mala leche murmurando un "chs..." altivo. El amable amigo me hizo una reverencia intentando ocultar su risa. Pero le pille. Yo recogí mi móvil y salí corriendo en dirección al restaurante.
Increiblemente llegue justo a tiempo. Ví que Kwang Jaejoong aparcaba en una esquina y me llamaba con la mano. ¿Dónde tenía pensado que fueramos? De prónto me entro la duda de si ir o no. No le conocía de nada, y me estaba llendo con él a saber dónde. Al final cruce la calle y le saludé por la ventanilla.
- Vamos sube. Te voy a llevar a un sitio que te va a encantar. - Dijo sonriendo tranquilamente. ¿Cómo podría parecer peligroso con esa sonrisa tan encantadora?
- Esta bien - Dije correspondiéndole con la sonrisa.
No tardamos mucho en llegar al lugar dónde quería llevarme. Estaba al oeste del río Han. Estacionamos en el parque cercano al puente Yangwadaegyo y fuimos caminando hasta una de las cafeterías. Se llamaba "Aritaun Yanghwa" y estaba diseñada en forma de pajarita de papel. Por dentro estaba decorada como si fuera un Hanok tracicional. Desde los circulares ventanales se podía ver el edificio de la asamblea nacional.
En seguida vino el camarero para tomarnos nota. Él se pidió un café solo, yo preferí tomar un capuchino. En cuanto el camarero se fue empezamos ha hablar.
- Como es lógico - Hizo una pausa. - Te preguntarás por qué razón te he invitado a salir.
- Sí, la verdad es que me causa curiosidad.
- Me llamaste la atención el día de la cena. Era un asunto de negocios sino, te habría dicho algo pero, no podía descuidar a mis clientes, por eso fui el otro día. Soy el director de una agencia de moda y publicidad, veo chicas guapas todos los días, pero tú me has llamado especialmente la atención. Tienes algo, diferente.
- Vaya..no esperaba que me dijeras eso.
- Jajaja, lo siento, he sido muy directo. No tenía esa idea en la cabeza.
- Está bien, no pasa nada. Me halaga. - Sonreí tímidamente
- Hace tres meses, mi madre falleció, y al heredar la empresa ahora tengo mucha responsabilidad y poder. Hay veces que me da la impresión de que todo el que me rodea me quiere por algún tipo de interés. Ni siquiera en mi familia puedo confiar. Así que necesitaba a alguien para hablar relajadamente.
- Viene bien tomar un poco de aire fresco de vez en cuando. - Justo en ese momento el camarero trajo los cafés. Nos quedamos mirándonos y sonreímos.
 
Estubimos hablando sobre las próximas campañas y proyectos que tendría. Llegaba el cambio de estación y vendrían las nuevas colecciones. Hablamos sobre las modelos y sobre el estilo de ropa que más nos gustaba. Había anochecido completamente, eran casi las once cuando mirámos el relój. Las horas habían pasado volando.
- Deberíamos irnos. Mañana es domingo pero tengo una reunión importante.
- Si que estás muy ocupado.
- Aún así, puedo sacar tiempo para volver a tomarnos otro café. Hoy me lo he pasado realmente bien.
- Gracias, yo tambien - Andábamos por el parque en dirección al coche, él de pronto se paró con cara pensativa. - ¿Qué ocurre? - Pregunté.
- Creo que la semana que viene deberías venir a la agencia.
- ¿Para qué? - El cambió su gesto volviendo a mostrar su encantadora sonrisa.
- Me encantaría que protagonizaras una de las nuevas campañas.
-¿YO?...no, pero si yo no soy modelo.
- Pero lo aparentas - Torció un poco la cabeza hacia el lado con las manos metidas en los bolsillos y me guiño un ojo.
- Gracias de verdad, pero, me gustaría pensarmelo - Por un momento mostró su cara de disgusto, después de unos segundos volvió a sonreir de nuevo.
- Bueno, está bien, Roma no se construyo en un día. Piénsatelo. Igualmente me gustaría que me vinieras a visitar.
- Eso está hecho.
- Pero solo si traes café.
- Jajaja, está bien, está bien.
Me llevó hasta la puerta de casa. Él se bajó del coche para abrirme la puerta. En ese momento Yunho, el vecino misterioso apareció por el otro lado de la calle andando pesadamente con las llaves en la mano. Detrás de él, el amable Changmin caminaba con las manos en los bolsillos. A su espalda colgaba una mochila bandolera.
Me despedía de Jaejoong con una pequeña reverencia mientras seguía con la mirada a los otros dos chicos. No quería subir todavía.No con ellos. En ese momento me fijé en la cara de Jaejoong, miraba fíjamente al duo con cara de indiferencia. Yunho, que parecía que sentía encima de él la mirada de mi acompañante, giró la cabeza en nuestra dirección parándose en seco en medio de la calle. Changmin chocó con su espalda y miró tambien en nuestra dirección.
Yunho hizo lo que parecía un amago de cruzar la calle y lanzarse encima de nosotros, pero la mano de Changmin inmediatamente se puso encima del hombro de Yunho frenando su acción. Changmin metió a Yunho en el portal a empujones. Yo no entendía nada de nada, pero Jaejoong parecía comprender la situación.
- ¿Qué ocurre? - Pregunté
- Creo que, sería mejor si cambiases de barrio...no hay muy buenas... influencias por aquí. Ten cuidado. - Y con el semblante serio se despidió de mi metiéndose rápidamente en el coche.
No tenía muy buena sensación despues de aquello. Según iba subiendo se escuchaban la voces de Yunho y Changmin que discutían, yo quería entrar a mi casa cuanto antes. Estaba en el rellano buscando las llaves, que siempre se hundían en el bolso en el momento más oportuno, cuando empecé a distinguir algunas palabras de lo que decían en la discusión.
- Pero será gilipollas, de ... y ahora.......¿eh eh? - Entonaba Yunho con furia.
- Relajate tio, no armes un escándalo....ya ha pasado tiempo desde...- En ese momento se escucho como algo de cristal se rompía - olvidate ya del tema.
- No sabes de lo que soy capaz...
- Yunho...... No hagas más locuras....
- Ponerme a prueba ¿eh? eso es lo que esta haciendo...Se lo avise... ¡SE LO AVISÉ!
No quería escuchar nada más. Me metí en casa y cerre todas las ventanas y la puerta con llave. ¿Pero que demonios estaba pasando?
 

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