Viento Caprichoso Cap 12
Capitulo 12
.Últimos preparativos del baile de Verano..Aure.
Despues del gran encontronazo en la floristería con Denier, habíamos estado durante una semana entera corriendo para organizarlo todo y ahora se podría decir que nos sobraban dias. Habíamos ido confirmando actuaciones practicamente cada hora y habían tantos artistas y compañías de teatro que querían actuar que decidimos aumentar la fiesta en tres días para dividir bien las actividades.
Estaba en el despacho arreglando algunos horarios cuando llamaron a la puerta. Era Minho. Despues de aquella noche en el salón le vi un par de veces más en las que casi no cruzamos palabra antes de que su compañía saliera de gira así que no le había visto en días. Ahora tambien actuaría en los tres dias de fiestas de Ayan.
- Adelante - Dije yo con voz firme.
- ¿Qué tal? ¿Me has echado de menos? - Dijo él con su impecable sonrisa sentandose en una de las sillas frente a mi mesa.
- Uy si.. muchísimo... - Dije revolviendo papeles sin hacerle mucho caso, no se si noto mi sarcasmo... aunque bien era cierto que ya sus molestas bromas y piques se habían convertido en necesarios para ponerle un punto alegre al dia.
- Vaaaaaaya, yo que te había traido una sorpresa. - Dijo el exagerando bastante al hablar.
- No me digas mas, te vas cuatro meses lejos de Ayan.
- Ja Ja. No te libraras de mi tan facilmente - Dijo aplastando una de las hojas que estaba cambiando de sitio haciendo que le tuviera que mirar. Sus ojos negros se clavaban en mi, por lo que intuí ligeramente que iba con segundas.
- ¡EH! ¡Que me ha costado mucho hacer estos horarios como para que ahora no se pueda entender nada! - Retire con brusquedad los horarios de su mano.
- ¿Cómo lo llevas, mucho estres? - Minho se recosto en la silla como era costumbre en él.
- No, no te creas, el equipo funciona muy bien así que nos hemos repartido bien el trabajo.
- Por cierto quería comentarte una cosa.
- Dim... - En ese momento la puerta se abrió y Denier entró quedándose en medio del despacho. Detrás de ella Carlye con aspecto de enfado.
- Lo siento Señorita Aure, por mas que la dije que estaba usted reunida no hizo caso y entró.
- No te preocupes Carlye. - Carlye se marchó cerrándo la puerta, no sin antes echarla una mirada fulminante a la intrusa. - Dime, que deseas con tantas ganas como para irrumpir así en mi despacho. - Dije con voz calmada.
- Exijo hablar contigo ahora mismo. Y me da igual que estes reunida.
- Oye guapa - Dijo Minho levantándose tranquilamente de la silla y metiendo las manos en sus bolsillos. - Ya que has pasado sin ni siquiera llamar a la puerta, al menos podrías pedir las cosas por favor.
- Tú callate que nadie te ha dado vela en esto - Dijo Denier. La muchacha que aparentemente tenía un aspecto de dulce y respetuosa se había puesto la máscara de borde maleducada.. aunque ya dudaba que máscara era la verdadera.
- Minho... no te metas - Dije dando la vuelta por la mesa para quedarme entre ellos dos. - Déjanos solas por favor.
- De eso nada.
- No te preocupes, no necesito que este se vaya, lo que tengo que decir es muy sencillo. Aléjate de él.
- ¿Disculpa?
- Mira, no te hagas la tonta. Con el numerito del otro día me quedó muy claro. ¡Alejate de Yunho ya! ¡Él no te quiere ni ver! Por eso he venido yo... para decirte que no tienes ningun derecho sobre él. Me lo ha contado todo, le dejaste hecho polvo así que ahora no puedes venir aquí ha hacerte la ofendida. Alejate de nosotros que no te hemos hecho nada. Yunho y yo estamos felices juntos y no te vas a meter entre nosotros por más que tu quieras.
- Pe... - Intenté decir... pero las palabras no salían... ¿Qué yo qué? En ese momento paso algo que sí que no me esperaba.
- ¡Mira guapa lo que me faltaba ya! - Dijo Minho cogiendola del brazo.
- ¡AH!
- ¡Minho! ¡Para!
- Mira rubia largate de aquí antes de que me arrepienta, solo faltaba que vinieses aquí a montar el espectaculo y encima de malos modos.. ¿dónde vamos a parar? - La decía mientras la sacaba del despacho. Yo salía tras ello intentando alcanzarles, Minho la llevó hasta el ascensor, pulso el boton y cuando las puertas se abrieron la metio dentro. - No te quiero volver a ver por aquí a menos que sean asuntos de trabajo.
Alucinada. Estaba alucinada. Parada en medio del pasillo rodeada de todos los compañeros que pasaban por allí, todos nos miraban. Volví sin decir nada al despacho. Un minuto o dos después Minho apareció por la puerta.
- Vete por favor... necesito estar sola.
- Oye... No se si lo que esa tia ha dicho es verdad pero.. no tiene ningún derecho a reprocharte nada.
- ¡Claro que no es cierto! Ya lo que me faltaba.... - Dije bajando la voz despues de semejante grito. Mis inevitables lágrimas salian a pesar de limpiarlas con fuerza - Yunho se marchó... me dejó sola despues de todo... - Le dije a Minho mirándole a los ojos. Estaba asombrado. - Sin ninguna explicación...todas las noches que he soñado que volvía, todas las horas que he llorado por su partida...para que ahora venga esta reprochandome que le deje. ¿Qué se ha creido? ¿Eso le ha contado él a ella? Aquí.... aquí lo único cierto es que he sido una estupida todo este tiempo... y de mi no se van a reir mas. - Dije cogiendo mi bolso y mi abrigo. Salí por la puerta sin que a Minho le diera tiempo a decir nada más. Necesitaba estar sola.
Volví a casa y me metí en la habitación, debía pensar...tanto que me quede dormida. Cuando desperté la noche le tomó todo el terreno al día... Minho aún no había vuelto. Eran casi las tres y media de la mañana. Baje a la cocina a cenar algo, despues de toda la tarde durmiendo no tenía nada de sueño. Acababa de servirme el vaso de leche cuando escuche la puerta. Sali al pasillo cogiendo una manzana del frutero...
- ¿Qué horas son estas? - Dije apoyándome en el marco de la puerta de la cocina con la manzana en la mano, la lanzaba y la cogía como hacía Minho cuando era él el que esperaba mi regreso.
- Lo siento... he estado arreglando una cosa. - El hizo la intención de marcharse a su habitación sin decir nada, pero le detube. - Espera Minho... te debo una disculpa... no me he ...- Dije mientras me acercaba a él. Cuando le cojí del brazo y le miré a la cara no lo podía creer. Su ceja sangraba al igual que su labio y su nariz... venía hecho un cristo... No podría ser cierto... no...- ¿Qué ha pasado? ¿Qué demonios has hecho?
- Solo he arreglado algo que tenia pendiente. - Dijo él intentando marcharse de nuevo.
- ¿Y tenía que ver con Yunho a caso? - Pregunté exhaltándome.
- Es posible...tenía que arreglarle esa cara de estupido cabrón que tiene.
- ¡PERO TU PARA QUE HACES NADA! - Le dije a la vez que soltaba un bofetón. - ¡Eres un idiota! ¡Un completo idiota!
- ¿Te sigues preocupando por él despues de todo lo que te ha hecho?
- ¡¿Y qué si lo hago?! - Le dije.
- ¡Pues no deberias! - Gritó. - Te dejó tirada...y mandó a la estupida esa para que te lo restregara por la cara.
- ¿Y eso qué?... haya hecho lo que haya hecho... me concierne a mi.. no a ti...
- ¿Te hubiese gustado pegarle tú misma como lo haces conmigo? ¿O con él no puedes porque le amas?
- ¿Y yo que se? Lo que nunca habría hecho es mandar a otra persona para que se tomase la justicia por su mano. Nadie te ha dado vela en esto. - Dije intentando calmarme.
- Me da igual... es algo que quería hacer por mi mismo. Me he sentido ofendido de manera indirecta y punto. No te tengo porqué dar mas explicaciones. Si no te importa.... - Dijo antes de comenzar a subir las escaleras. Fuí tras él parándole.
- Es...espera.. deja que te cure... te ha dado bien...
- Eso lo crees porque no le has visto a él. - Dijo sonriendo de manera chulesca...
- Imbecil... - Dije bajando los escalones enfadada dirigiéndome a la cocina. Seguidamente entró él sentandose en la silla que estaba al lado de la cocina.
- Venga anda.. dejo que me cures... perdoname...
- Eres un...- Dije dándome la vuelta llorando de nuevo..
- ¿Y ahora qué? Eres un grifo.. no paras de llorar. - Me decía mientras me acercaba con el botiquín en la mano.
- No te mereces que te cure. - Dije echando el agua oxigenada en el algodon y presionando fuertemente en las heridas. Para que doliera.
- ¡AUX! Ya lo noto ya...
- No te voy a perdonar nunca lo que has hecho.
- Aún así lo volvería a hacer... aunque me costase tu amistad o afecto... volvería a pegar a cualquiera que te haga daño... aunque le ames... Y me da igual. - Dijo Minho cojiéndome en ese momento de la cara, me acercó poco a poco a él y me besó la frente.
- Imbecil...- Dije quitándo el agarre de sus manos y dándole un golpe en el hombro con mi mano - No tienes vergüenza.
- Y tu eres una pésima enfermera, no tratas nada bien a los pacientes.... aún así... dejare que me termines de curar... - Dijo recostándose en la silla mientras sonreía.
Definitivamente.... era un creido.
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