lunes, 2 de mayo de 2011

Precious Love Cap 12


Capitulo 12

Leves rayos del sol se colaban entre las cortinas de la habitación iluminándola lo suficiente para adivinarse dos figuras en la cama, cubiertas por una sabana y medio edredón caído en el suelo.
El timbre de casa comenzó a sonar y Eun mí, deshaciéndose como pudo del agarre de Yunho bajó de la cama, para rebuscar en un montón de ropa una camiseta larga que la cubría hasta las rodillas.

Al principio pensó en no abrir, pero al escuchar la insistencia se dirigió hacia la puerta. Estaba despeinada, saludó mientras se intentaba acicalar un poco. Cuando alzó la mirada y vio de quien se trataba… no lo podía creer.

-Yochun_ah. – Dijo Eun mí con voz de dormida. - ¿Cómo has descubierto donde vivo?
-Tus padres me dieron la dirección. – “Como siempre metiendo las narices donde no les importa” pensó Eun mí. - ¿Me dejas pasar? Necesito hablar contigo.
-No entiendo de que. Todo quedó claro cuando te marchaste. Fue una manera más que clara de acabarlo todo.
-No fue así, deja que te lo explique yo… - Decía Yochun.
-Mira, - interrumpió Eun mí. – las cosas han cambiado. Y aunque lo pase muy mal cuando te fuiste, no deje de luchar. Y más cuando me entere de la maldita deuda que habías dejado.
-¿Deuda? ¿Qué deuda? Yo no deje ninguna deuda Eun_ah – Dijo él extrañado.
-Como te fuiste antes de cancelarlo todo no te enteraste de nada. Pero casi me arruino por tu culpa. Los del restaurante y los del viaje me hicieron pagar un recargo de dinero impresionante por haber cancelado a tan pocos días de la boda. Si no te querías casar conmigo lo podías haber dicho antes.
-Eso es una estupidez… si es cierto que pueden recargar algo de dinero… pero no para arruinarte.
-Pues he estado cuatro meses apretada.
-Pues yo diría que te ha ido bastante bien. Eres modelo.
-¡Soy modelo por tu culpa! Si esa maldita deuda no hubiese existido no estaría metida en esto. – Eun mí se estaba acalorando y eso era lo último que Yochun quería. Se había quedado realmente alucinado con eso de la deuda. Lo había contratado él a su nombre. Lo lógico sería que recibiera él la carta, o al menos su familia.
-Eun_ah, cálmate. – Dijo él haciéndole un gesto con las manos para intentar calmarla.
-No me llames así Yochun. No sé por qué has venido pero solo… solo vete y ya está.
-Pero dame la oportunidad aunque sea de explicarte… – Insistía Yochun cuando Yunho apareció.
-¡Yah! – Dijo Yunho secamente. – A ver si bajamos el tono, que hay gente que intenta dormir. – Yochun le miro de arriba abajo, Yunho no llevaba camiseta y se notaba que se había puesto los pantalones al revés.
-Ahora lo entiendo… ya veo lo rápido que has pasado mi perdida… ese era todo el amor que me tenías – Le echó en cara Yochun a Eun mí. Ella iba a responderle cuando Yunho la interrumpió rodeándola con su brazo izquierdo a la altura de su pecho mientras apoyaba la cabeza en su hombro y con su mano derecha sujetaba la puerta.
-Tsh… no creo que seas el más indicado para reprochar eso. Si te parece aquí te iba a estar esperando guardando luto o algo así. Menudo flipado que estas hecho. Lárgate si no quieres que te eche yo de una patada en el culo. – Y tirando de Eun mí hacia dentro cerro. Yochun se había quedado sin palabras. Sabía que en el fondo el muchacho tenía razón. Pero eso no se lo iba a reconocer a él. Ni a nadie.

Él que había venido con intenciones de volver con su querida y manejable Eun mí, se había dado de morros contra la pared. Y sabiendo que en el fondo no era más que un capricho no insistió más. Tan solo sería marear más la perdiz. Conocía a Eun mí muy bien y si algo la caracterizaba… era lo cabezota que era. Si no quería hablar con él no lo haría. Y tampoco le apetecía meterse en algo de lo que consiguió salir, cobardemente sí, pero al menos lo consiguió.

Yochun no era hombre de una sola mujer… y por muy sexy que estuviera Eun mi o por muy inteligente que se hubiera vuelto, la habría seguido traicionando con la diferencia de que ahora corría el riesgo de sentirse mal por ello. Aun así, quería hablar con ella para despedirse de ella y dejar el asunto zanjado para siempre.

Yunho y Eun mi estaban exactamente en la misma posición pero a unos metros por detrás de la puerta. La mano derecha de Yunho termino de rodear a Eun mí abrazándola completamente.

-Menudo imbécil – Dijo él. El corazón de Eun mi palpitaba a mil por hora. Tan rápido que Yunho juraría que le iba a explotar. – Menos mal a que estoy aquí para quitarte a los moscardones de encima.
-No alucines… le podría haber mandado a la mierda yo misma. – Dijo ella en tono de cabreo.
-Bueno…no digo que no sea cierto… pero en situaciones así lo mejor es dar pocas explicaciones. – Eun mi resoplo. – Y se te veía dispuesta a declararle la guerra.
-Tienes razón. Le habría dicho cuatro cosas que se merecía.
-¿Y qué habrías ganado con eso? No olvidar nunca que tienes una disputa abierta. Si ya no tienes deuda, ni sientes nada por él, déjalo en una simple mala experiencia… hubiese sido peor si te hubiese dejado después de la boda… entonces le tendrías que buscar para pedirle el divorcio.
-Supongo que tienes razón… - Eun mi puso sus manos en el brazo izquierdo de Yunho y echo la cabeza hacia atrás apoyándola en el hombro de este. Yunho la besó el cuello.
-Debo entrar a casa, a ver si esta Changmin por que no llevo llaves.
-¿Tienes que ir a algún sitio? – Preguntó ella extrañada.
-Si, a la agencia. Tengo que hacer unas cosas allí. – Yunho y Eun mí se pusieron frente a frente.
-Entonces nos veremos, tengo que ir yo también dentro de un rato.
-Estupendo. – Dijo él besándola en los labios para después soltarse de ella a regañadientes y marcharse.

*Agencia “Balgueonuri” 12:00 p.m.*

Yunho entró al despacho de Jaejoong con el aire chulesco que le caracterizaba cuando se trataba de ver a su hermano. El mayor le esperaba sentado en su sillón de cuero negro. Yunho dejo la mochila en la silla contigua a la que se sentó, cruzo las piernas y a su vez entrelazo las manos encima de su rodilla derecha.

-Podrías llamar a la puerta al menos. – Dijo Jaejoong colocando unos folios que había sobre la mesa para quitarle un poco de importancia a sus palabras.
-Ha… ¿Y qué más te da si vas a tener que dejarme pasar igual? – Dijo Yunho soltando un suspiro sarcástico.
-Lo que sea… supongo que sabrás para que te he llamado.
-Pues lo cierto es que no. De ti me puedo esperar cualquier cosa.
-Entonces te aclararé ciertos puntos que pareces no tener claros. – Dijo Jaejoong mirando directamente a Yunho mientras cruzaba sus brazos encima de la mesa. – Creo que estás bastante confundido respecto al trabajo que desempeñas aquí.
-Bueno, técnicamente soy el fotógrafo principal de la agencia. ¿O no?
-Sí. Pero eso no te da derecho a hacer lo que te dé la gana. Hay ciertas cosas que tú no puedes hacer. – Dijo Jaejoong obviamente refiriéndose a algo en concreto.
-Ya sé lo mucho que te jode no mangonearlo todo Jae, pero no puedes esperar que hagas tú mi trabajo.
-Me refiero a Eun mí. Ante todo sois compañeros de trabajo, así que hay ciertas cosas que no están permitidas en esta agencia. Como por ejemplo, que los trabajadores tengan relaciones entre ellos.
-No sé de donde te has sacado eso. Pero lo cierto es que yo no soy un simple trabajador. Lo quieras o no soy medio dueño de esta agencia. Al igual que tú, yo también me paso las reglas por el forro…
-Lo sé porque han llegado a mis oídos que hace unos días que en plato os andabais dando arrumacos. – Dijo Jaejoong cortándole - Y cuando baje a comprobar la sesión se notaba cierta… tensión.
-Pues tienes buenos informadores. Igualmente, esto no es algo que te incumba. – Yunho desenlazo sus manos posando sus brazos uno en el respaldo de la silla y otro en el reposabrazos.
-Jajajaja – Comenzó a reír Jaejoong. – Ahh… siempre has sido tan estúpido. Serás capaz de ir enamorándote de ella y todo…
-Jaejoong… si lo que querías era una confirmación de ciertos rumores que te traen tus aguiluchos cotillas… no vas a obtener nada de mi.- Dijo Yunho levantándose lentamente de la silla
-Las chicas como Eun mí son demasiado predecibles… - Continuó Jaejoong mientras se levantaba y rodeaba la mesa dirigiéndose al lado de su hermano menor. – Primero se lían con el que mayor poder tiene... y luego van bajando escalones a medida que van consiguiendo metas… algún día la veremos liada con el becario. En algún momento también querrá conseguir algo suyo.
-Vaya ¿qué te pasa Jae? – Dijo Yunho encarándole dándose la vuelta. - ¿qué ahora que la chica se fija en otro sientes una amenaza “en tu territorio”? A ver si te crees, - Continuó Yunho acercándose más - que Eun mi es igual que tú, haciendo chanchullos para conseguir dinero, tratando a la gente como basura… usando hasta a su madre para sus propios beneficios… Recuerda Jae… no todo el mundo es como tú de hijo de puta.
-Yo seré un hijo de puta… pero ella es una zorra. – Yunho alzó su puño pegándole un puñetazo a Jaejoong haciendo que le comenzase a sangrar la nariz.

Hyun Joong que pasaba por allí vio jaleo dentro del despacho y entro viendo como Yunho y Jaejoong continuaban pegándose. Hyun Joong intentó meterse en medio pero era imposible. Los dos se agarraban con fuerza pegándose. Jaejoong sangraba por la nariz y Yunho por el labio. Arrasaron con las sillas del despacho tirándolas a medida que se movían por la sala. Hyun Joong dio la voz de alerta para que avisaran a seguridad ya que él solo no podía pararles.

Y poco a poco la gente comenzó a amontonarse en la entrada del despacho cuando llego Eun mí.

Se fue haciendo hueco entre los trabajadores que se apilaban a la entrada. Justo a unos centímetros dentro del despacho encontró a Hyun Joong que no hacía más que gritar que parara ya que estaban montando un escándalo, pero aun así él no se metía en la pelea. Vio como Jaejoong empotraba contra la pared a Yunho cogiéndole de la pechera. Al principio no entendía bien lo que decían, hasta que se fue acercando un poco más, todo lo contrario a Hyun Joong que en su cara llevaba escrito que quería salir corriendo de allí cuanto antes.

-¡Vale ya! ¿Qué se supone que estáis haciendo peleándoos aquí? – Grito Eun mí tirando del brazo de Jaejoong para que soltara a Yunho sin lograr mucho.
-¡No te acerques! ¡esto lo tenemos que solucionar de una vez por todas! – Le gritó Jaejoong empujando a Eun mí. Lo que hizo que Yunho reaccionara y cargara contra su hermano empujándole también y tirándole al suelo.
-¡No la toques! – Gritó Yunho ya encima de Jaejoong.
-¡Venga Yunho si eres tan machito pégame ahora con todo esto lleno de gente, así tendré más testigos en el juicio y me librare de ti de una vez por todas! – Yunho volvió a golpear a Jaejoong.
-¡Qué vergüenza le daría a mama de ver en lo que te has convertido! – Le grito Yunho volviéndole apegar
-¡A mi madre no la nombres! – Rodaron por el suelo. Jaejoong quedo encima de Yunho y tirando de él se incorporaron poniéndose de nuevo de pie. Eun mí no paraba de pedir que alguien les separara pero nadie hacía nada por meterse en la pelea.
-¿Tu madre? ¿ahora ella te importa? ¡cuando no apareciste ni en sus últimos días de vida! – Gritaba Yunho - ¿Quién fue el que estuvo a su lado todo el rato? ¡yo! – Yunho empujaba en el pecho a su hermano. - ¿Pero sabes lo peor de todo? ¡Que ella no me quería ver a mí! ¡Te quería a ti! ¡Siempre te ha querido a ti! ¡Siempre te ha visto a ti! ¡Y así se lo pagabas desgraciado! – Dijo Yunho señalándole con el dedo. Jaejoong cogió a Yunho por la camiseta con furia.
-¡Eso es mentira ella siempre me comparaba contigo de ti de lo maravilloso y fantásticamente responsable que eras!
-¿Y qué que nos comparara? ¡Era a ti a quien llamaba en su lecho de muerte! ¡Y tú haciendo dios sabe qué por ahí! – Los dos gritaban interrumpiéndose el uno al otro. - ¡No te merecías la madre que tenías ni su cariño! ¡nunca te lo has merecido! – Jaejoong se lanzó a por Yunho tirándole al suelo de nuevo cayendo el encima pegándole fuertemente

En ese momento apareció Kwang Ho sun entre la multitud de la gente. Cerrando la puerta tras él para que la gente no viera nada más de ese lamentable espectáculo. Hyun Joong se marchó, desde dentro se le oía como ordenaba que la gente se fuera a trabajar

-¡Vale ya! ¡Vale ya! – Dijo tirando de Jaejoong con su mano derecha para levantarle del suelo, ya que se habían vuelto a caer. Le empujó para apartarle de donde seguía tirado Yunho, al que Ho Sun levantó usando las dos manos y tirando de él por la pechera de la camisa. Jaejoong se dirigió a ellos cabreado. Formando un triángulo. - ¿Qué os creéis que estáis haciendo montando el espectáculo aquí? ¿Qué sois, animales? ¡Me avergonzáis!
-Padre, él tiene que largarse de aquí… ha venido a pertur… - Intentó excusarse Jaejoong antes de recibir una bofetada por parte de su padre.
-¡Cállate! Eres el director de esta compañía. No puedes montar estos números cada vez que te dé la gana. ¡Tienes unas responsabilidades! – Yunho en ese momento comenzó a caminar hacia la puerta pero Ho sun le detuvo a tiempo - Y en cuanto a ti… ese comportamiento infantil no es propio de ti. No sé dónde está Yunho. ¡Pero haz que vuelva! ¡Ahora mismo sois más que una vergüenza para mí! Solucionando las cosas a golpes… ¡No estamos en el campo! Debéis aprender a dejar los asuntos personales fuera de la agencia. Ahí fuera hay 100 personas a vuestro cargo que os han visto hacer el ridículo. ¿Les vais a explicar vosotros porque sus jefes directos se pegan como niñatos de quince años?
-Padre ese no es mi problema, yo aquí ni pincho ni corto. – Dijo Yunho
-¿Y tú ansías tanto dirigir este lugar? – Le dijo a Yunho mirándole fijamente. Este agachó la cabeza avergonzado. - ¡No sé qué pintáis aquí ninguno de los dos! - Y Ho sun se dirigió a la puerta marchándose de allí rápidamente. Yunho unos segundos después le siguió. La mayoría de gente había vuelto a su puesto de trabajo cuando él salió.

Jaejoong detuvo a Eun mí que iba a salir segundos después que Yunho, no había vuelto a intervenir desde el empujón, tan solo se había levantado y se había quedado en una esquina de la sala observando toda la situación.
Jaejoong tenía los nudillos blancos de tanto apretar los puños y le temblaba todo el cuerpo. Estaba cabreado. Odiaba que tocasen sus cosas y Yunho le estaba quitando la posesión más importante que tenía. Eun mí.

Estaba tan rabioso y celoso porque sabía que contra Yunho no podría, era demasiado fuerte como para hacer que se alejase de Eun mí por voluntad propia.

-Aléjate de él - Ordeno Jaejoong agarrándola fuertemente de la muñeca.
-¿Quién te has creído que eres? – Dijo ella intentando soltarse.
-¡Soy tu jefe!
-¿Y eso qué? ¿Por contrato viene con quien me puedo relacionar y con quién no?
-¡Más vale que te alejes de él porque soy capaz de cualquier cosa!
-¡Jaejoong haz lo que te dé la gana! ¡Me tienes harta con tus putas amenazas! ¡Así que vete a la mierda! – Dijo Eun mi soltándose finalmente del agarre de Jaejoong y marchándose por la puerta.

Yunho alcanzó a su padre en el ascensor. Los dos esperaron a que hiciera las paradas correspondientes y las tres personas que iban con ellos se bajaran para quedarse solos. Hacía meses que Yunho no veía a su padre y no podría engañar a nadie diciendo que no le echaba de menos.

Era pura devoción por él. De hecho era una devoción mútua.

-Siento… - Dijeron a la vez. Yunho no era capaz de mirarle a la cara.

Sabía que su comportamiento de estos meses había sido irracional e injusto. Pero si se había alejado de su padre era precisamente para no decir nada de lo que luego se pudiera arrepentir.
No tenía derecho a culparle de nada de lo que había pasado con la agencia. Mil veces se lo había repetido Changmin. Y mil veces más le había repetido que debería ir a hablar con su padre. Curioso que finalmente la conversación se diera en una situación como aquella…

-Siento, mi comportamiento de estos últimos meses. Sé que he sido injusto. – Dijo Yunho. El padre asentía dibujando una cariñosa sonrisa en sus labios.
-Está bien, está bien… Ha sido difícil para todos. – Las manos de Ho sun estaban entrelazadas a su espalda. Uno a cada lado del ascensor mirando hacia la puerta, viendo su relejo en el aluminio de la puerta.
-Lo sé. – Ho sun extendió una de sus manos apoyándola cariñosamente en el hombro de Yunho.
-Todo se solucionara. Ante todo quiero que seáis felices. Es todo… lo que me queda por desear…
-Padre… - Dijo Yunho girándose para mirarle seriamente. – Jaejoong y yo nunca tendremos buena relación.
-Jaja… bueno… soy viejo ya… al menos déjame delirar un poco. – Yunho sonrió mirando tiernamente a su padre. Dió un par de pasos y agachandose un poco abrazó a su padre.- Te echaba de menos hijo mio.- Dijo Ho sun correspondiendo el gesto.
- Y yo padre... y yo... - Aun se preguntaba cómo había podido estar tanto tiempo sin abrazarle como cuando era niño y se iban juntos a pescar. Los tres juntos… porque aunque era un recuerdo muy borroso… hubo un tiempo en el que Yunho y Jaejoong fueron realmente familia.





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