Beautiful Melody Cap10
Capítulo 10.
Hacía un par de horas que Changmin se había ido, y yo seguía en la misma posición, mirando en el suelo sentada la puerta por la que había desaparecido. Changmin...mi mejor amigo, mi casa, Mi Changmin. Le sentía tan lejos... Había dejado de sentir ese calor especial que sólo sentía estando con él. Me sentía vacía, indefensa, como si realmente me hubieran echado de casa quedando expuesta a cualquier tempestad...
-ShinYunHye...
En algún momento Marlen habia entrado en la habitación y ahora mismo estaba agachada a mi lado. La miré un poco desconcertada, no me había dado cuenta de cuándo había entrado.
-Niña, hagame el favor de levantarse.
-No...-dije negando con la cabeza.
-Vamos, métase en la cama, ahí estará más comoda.-dijo con voz dulce.
Se levantó y fue hacia la cama para prepararmela. Me levanté después que ella y me quedé detrás suya.
-Marlen...Se ha ido.-dije mirándola. Ella se dio la vuelta.
-Lo sé...lo sé mi niña.-colocó sus manos sobre las mías.
-Le...¿Le has visto irse?-Ella asintió.-Y...¿Cómo estaba?
-Igual que usted ahora mismo señorita... Parece que le estoy viendo ahora mismo otra vez...-dijo sonriéndo levemente.-No le dijo nada a nadie, simplemente bajó las escaleras y se fue...
-Ha sido mi culpa...-apoyé mi cabeza en su hombro y ella enseguida me acogió con sus pequeños brazos.-Yo lo he estropeado todo Nana...
-Shh tranquila niña no diga eso, estoy segura de que esto se puede arreglar...
-Ojalá...ojalá.-dije contra su hombro.
Deseaba con todas mis fuerzas que Nana tuviera razón, y por eso el sabado cuando me desperté llamé a Changmin, pero no tuve respuesta. Lo intenté de nuevo por la tarde, y por la noche, pero sin éxito. Y el día siguiente fue igual, desde que me desperté hasta que me dormí bien entrada la madrugada no paré de echarle de menos. Podía sonar extraño, habían pasado nada más que dos días, pero el saber que estaba tan lejos solo me hacía extrañarle más. Y además, Junsu no esstaba. Se había ido a otra ciudad por cosas de trabajo. Le llamé también a él un par de veces, necesitaba hablar con él, pero no me contestó... Sin él y sin mi mejor amigo ahora mismo no era nada.
El lunes en el colegio busqué desesperadamente con los ojos mientras avanzaba entre la gente. No había rastro de él en la puerta, ni en el patio de entrada ni en la cafetería... Podía estar en los pasillos pero no, no le ví en ninguna de las tres plantas que tuve que subir para llegar a mi clase. Pero cuando crucé la puerta de ésta, le vi y suspiré tranquila. Estaba depie junto a la ventana al lado de nuestras mesas hablando con otro compañero, o más bien escuchándole, mientras no le quitaba ojo a la ventana.
-Changmin...-dije cuando me puse a su lado. Él se giró asustado, no me esperaba.-Changmin podemos...-no me dejó terminar la frase porque pasó entre el otro chico y yo y se fue al otro lado de la clase, donde ya estaban sus cosas.
Intenté acercarme a él unas cuantas veces más, pero no me escuchaba y pasaba por mi lado como si nada. Cansada de ser como un fantasma me fui a casa dos horas antes de que terminasen las clases, poniendo como excusa para que me dejaran salir que había pasado todo el fin de semana enferma y que me volvía a encontrar mal. Me hicieron esperar en los sofás de la entrada, y justo cuando estaba pensando en irme por mi cuenta llegaron avisandome de que acababan de llegar a por mi. El resto del día se me hizo eterno, empecé un montón de dibujos que dejé sin acabar y terminaron en la papelera, tuve puesta la radio sin prestar atención en ningún momento, e incluso "mantuve" una conversación con mis padres relacionada con el trabajo, que aunque yo no dije ni una palabra en ningún momento y solo me dediqué a asentir y mirar por la ventana, ellos parecieron haberse quedado bien contentos y yo sin tener idea de lo que decían. Cuando volví a mi habitación después de cenar me tumbé directamente en la cama, encendiendo de paso la radio otra vez. Pasaron unas cuantas canciones que no conocía, y llegó el turno de mi canción favorita. Junsu... Junsu y su voz. No era la primera vez que conseguía adormecerme cuando nada más lo habría podido conseguir. Menos mal que volvía al día siguiente...
Y precisamente con ese pensamiento me desperté por la mañana. Haría lo que fuera por ver hoy a Junsu, había aguantado cuatro días y dudaba mucho de que pudiera aguantar uno más con lo que había pasado. No me molesté en prepararme para ir al colegio, no iba a ir. Bajé a la cocina en pijama y mis padres me llamaron desde el comedor.
-YunHye, ¿qué haces en pijama?-dijo mi madre.
-No voy a ir a clase.-contenté despreocupadamente entrando en el comedor.
-¿Y eso por qué?-preguntó mi padre.-Ayer también faltaste dos horas.
-Sí, estaba enferma.-No iba a pasar nada porque mintiera un poco...- Pero vosotros no preguntasteis nada, como siempre...
-¿Y como lo íbamos a saber nosotros?
-Preguntando. Simplemente...
-Vuelve a tu cuarto.-respondió mi madre con mala cara.
-Voy a desayunar.-me di la vuelta y fui a la cocina, obviando las llamadas de mi madre.
A media mañana, cuando estaba en el salón viendo un canal de noticias, me llegó un mensaje al móvil.
-"Estoy ya de camino. Llegaré a Seúl en algo más de una hora. Estoy agotado...Te he echado de menos ~~"
Tan solo leer el número que lo mandaba me hizo sonreir por primera vez en 4 días, y le respondí rápidamente al mensaje.
-"Yo a ti también. Necesito verte..."
-"Bueno pues...podríamos vernos un rato porla tarde, después de que descanse un par de horas. ¿Ha pasado algo?"
-"No nada, tranquilo... Luego te lo contaré. ¿En la cafetería de siempre sobre las 7? "
-"Vale, allí nos vemos. Hasta luego preciosa"
"Que pase rápido el tiempo, por favor"-pensé.
Faltaban 10 minutos para las 7, y ahí estaba yo como un clavo en la puerta de la cafetería, alzando la cabeza entre la gente para ver si venía. Justo después de mirar el reloj por tercera o cuarta vez desde que había llegado, le ví acercarse. Venía con gafas de sol, y cuando me vio se las quitó mientras se acercaba. Yo no esperé a que él llegase a mi, empecé a andar rápidamente hacia él.
-Nunca me das el placer de llegar pri...-No pudo terminar la frase porque me abracé con fuerza a él pasandole mis brazos por su cuello y apoyándome en su hombro. Él enseguida me correpondió al abrazo, estrechándome suavemente y acariciandome la espalda.- ¿Tanto me has echado de menos?-dijo aún devolviéndome el abrazo.
-Sí.
Y no me faltaba razón. Con lo que había pasado con Changmin me había sentido muy sola, y le había necesitado más que nunca. Él se separó un poco para mirarme a los ojos y después de sonreír levemente me besó.
Entramos en la cafetería y él se acercó a la barra para pedir mientras yo buscaba una mesa alejada de la poca gente que había. Cuando estuvimos los dos sentados, noté que casi todas las mujeres que había en la cafetería le miraban atentamente, pasando de vez en cuando sus miradas a mi.
-Creo que... tendríamos que buscar otro sitio para vernos.-dije un poco incómoda.
-¿Eh?-preguntó él descuidadamente. Yo alcé los ojospor encima de él y le hice un gesto con la cabeza, para que se diera la vuelta. Lo hizo disimuladamente y se volvió a mi con una pequeña sonrisa.- Ah... ¿Quieres que nos vayamos?
-Por mi no, si tú estás bien aquí...
-Perfectamente.-respondió sin quitar su sonrisa.
Me habló de que en estos cuatro días apenas había tenido tiempo de descansar, y que los únicos ratos que tuvo los pasó con Yunho en la playa y la piscina del hotel. Había tenido dos conciertos, ruedas de prensa y varias reuniones de las que tanto Yunho como él salieron bastante satisfechos. El lanzamiento del álbum al completo estaba muy cerca.
-Me alegro muchísimo, qué ganas de escucharlo...-dije sinceramente.-Oye hay algo que...
-Y yo...De verdad no sabes lo que siento sabiendo que dentro de nada estaré metido de lleno en la grabación. Es genial...-dijo él emocionado sin dejar que yo terminase de hablar.
-Sí...
Quería hablar con él de lo de Changmin, que me animara diciendome lo que quería escuchar: que todo se arreglaría. Pero no pude decírle nada hasta que volvió de pagar, porque me siguió contando que tenía un montón de ideas para el disco y para promocionarlo.
-Junsu he discutido con Changmin.-dije al fin cuando se puso de pie a mi lado.
-¿Eh? ¿Por...por qué?-preguntó sentandose de nuevo.
-Pues...-Y aquí llegaba mi pequeño dilema. Había estado pensando toda la tarde en qué decirle y cómo, porque había cosas que quería reservarme para mi...-Bueno él se ha enterado de que tú y yo salimos, que estamos juntos.
-Estaba claro que antes o después se iba a enterar...-puso un brazo sobre la mesa y dejó apoyada su cabeza.-Ahora lo tengo un poco más difícil para acercarme a él de nuevo.
-No lo creo. Ahora a quien no habla es a mi, a ti no te hablaba desde hace tiempo...
-Ya bueno pero yo... Bah da igual. Oye y...¿te dijo el motivo exacto por el que se enfadó?
-¿Qué?-respondí algo sorprendida.
-Pues eso, que si te dijo que se había enfadado por no decírselo antes o por...otra cosa.
-Ah bueno no me dijo que estaba enfadado con esas palabras, simplemente...me dijo algo y se marchó y ya no he vuelto a hablar con él.
-¿Qué te dijo?-dijo muy interesado.
-Pues que... Que no me juntara contigo, que no era lo mejor para mi y mi ... reputación.-dije casi de carrerilla, más inventado imposible, pensando en lo que dirían mis padres si supieran esto. Aunque bueno, ellos se hubieran puesto como unos leones y seguro que habrían puesto candados en mi habitación... Y no exagero.
-Ah claro...-Se quedó callado unos minutos, con la mirada en la calle.-Bueno, era de esperar... ¿Nos vamos?-dijo de repente.
-Sí...si vámonos.
Cuando me levanté y comencé a andar él me puso una mano en la espalda y al salir me cogió de la mano.
-¿Quieres hacer algo en especial?
-En realidad no...-respondí parándome.- No tengo muchas ganas de hacer nada. Sólo quería verte y contártelo... Te he echado mucho de menos...
-Lo siento...Debería haberte llamado después de ver tus llamadas pero ya sabes, he estado...
-Si, tranquilo, lo sé.
-Bueno, vamos a sentarnos un rato allí, ¿quieres?-dijo señalándo al parque. Asentí con la cabeza y juntos de la mano volvimos a caminar.
En el poco rato que estuvimos en el parque me dijo que ya tenía planes para los dos el fin de semana. Bueno, para los dos exactamente no, ya que también estarían Yunho y Yochun. Iríamos a ver a este último a un partido, que por lo visto estaba en un un torneo del que me perdí el nombre. Al saber que ya tenía planes para el fin de semana me alegré bastante, y pasé toda la semana ansiosa porque llegara el sábado. Ansiosa, y desesperada, porque Changmin seguía en sus trece de seguir haciendo que yo no existía. Tenía miedo de que llegara el sábado y no poder disfrutarlo por estar pensando en él, pero por suerte no fue así...
El partido me encantó y conocí a un nuevo Yochun que se había trasformado al entrar en la pista de tenis. Estaba totalmente serio y concentrado, mirando en todo momento a su rival, colocandose todo el rato la diadema y el pelo detrás de las orejas. Esperó a que su contrincante saliera al terreno de juego para salir él después, no sin antes mirarse una vez más a las zapatillas, blancas al igual que el resto de su equipación.
-Es un poco supersticioso...-me dijo Junsu sonriendo antes de que empezase el partido.
Y pude comprobar que no le faltaba razón cuando por ejemplo giraba la raqueta entre sus manos 4 veces, o cuando daba dos suaves golpes con la punta de su zapatilla en el suelo antes de sacar, o al abrocharse y desabrocharse detenidamente los cordones de sus zapatillas en los descansos. Pensé en la paciencia de sus contrincantes, seguro que se había encontrado con más de uno que quisiera lanzarle la raqueta a la cabeza... Aun así, después de todas estas extravagancias, ganó el partido y fue a celebrarlo con el que supuse que era su entrenador y equipo técnico.
-¿Y ahora qué pasa? ¿Ya no tiene que jugar más?-le pregunté a Junsu mientras nos levantabamos y subíamos las escaleras para salir.
-Pues... tendrá que jugar la final en unos días.-respondió mientras atravesábamos la pequeña puerta para salir al recibidor. Casi todo el mundo salió, solo una pareja se quedó dentro como nosotros.
-Bueno qué, ¿te ha gustado el partido YunHye?-me preguntó Yunho pasandome, como de costumbre, un brazo por los hombros.
-Sí, nunca había visto un partido de tenis.
-En directo, ¿no?
-Ni por televisión.
-¿De dónde la has sacado...?-le preguntó a Junsu mirándome como si fuera un extraterrestre.
-Venga anda, no exageres, no es tan raro...-respondió éste alargando su brazo para cogerme y separarme de Yunho, abrazándome él.- Además, ha aprendido muy rápido. Hoy en el coche le he estado explicando más o menos las normas, y lo ha entendido perfectamente. Le ha costado menos que a ti en su día...
-Eh eh...-empezó a replicar él, pero se calló cuando vio aparecer a Yochun por las escaleras y fué hacia él.-¡¡Ey ey eyyyy mi excéntrico favorito!!-Y ambos se internaron en una celebración basada en saltos y palmadas en la espalda mientras Junsu riéndose me hizo andar con una mano en mi cintura.
Esepramos a que Yochun se despidiera de unas cuantas personas que le esperaban fuera para felicitarle, además de periodístas y fotógrafos para decidir a dónde iríamos. Finalmente elegímos ir a casa de Junsu por cercanía. Así que Yunho y Yochun se subieron en el coche de éste y nos dijeron que les esperasemos allí, que ellos irían a recoger primero a alguien. El partido había durado bastante, así que cuando llegamos a su casa casi estaba anocheciendo.
-¿Qué quieres tomar?-me preguntó Junsu pasando a su cocina.
-Naranja.-respondí sentándome en el sofá.
-Aquí tienes.-dejó el vaso en la mesa a los pocos minutos y después se sentó a mi lado.-¿Te lo has pasado bien?
-Sí, mucho. Gracias por invitarme...
Él sonrió y después me dio un leve beso.
-Oye, ¿Con mi hermano sigues igual? ¿No te ha vuelto a hablar?
-No...Me evita cuando me acerco a él y hace como que no existo...
-Hum vaya...
-Pero bueno no quiero pensar en eso ahora...
-Tienes razón, hablemos de otra cosa.-Me quitó el vaso de las manos volviendolo a dejar en la mesa. Después se volvió hacia mi otra vez y me besó, haciendo que me pegase completamente al sofá. ¿Hablar?¿Ahora a esto se le llama hablar? Debería volver a mirar en el diccionario porque esto que estabamos haciendo no era precisamente hablar... Su mano derecha me sonstenía fuertemente por la nuca mientras la izquierda pasaba de mi pierna a mi cintura haciendo que me dieran escalofríos. Sin saber muy bien como, acabé tumbada completamente en el sofá con Junsu prácticamente encima de mi sin parar de acariciarme y besarme. Alguien llamó al telefonillo haciendo que Junsu, que en ese momento acababa de empezar a besarme por el cuello dejara de hacerlo y que se separase de mi resoplando. En lo que él se levantó a abrir, yo aproveché para sentarme de nuevo y estirarme un poco la camiseta, que se había quedado algo arrugada. Dejó la puerta de la entrada abierta y se fue al baño, mientras yo intentaba normalizar mi respiración, y cuando dejé el vaso después de dar un trago a mi naranja, Yochun entró a casa seguido de Yunho y 3 personas más.
"Menos mal..."-pensé.
Junsu apareció serio a los pocos minutos y así permaneció hasta que Yochun se metió con él por no ofrecerles bebidas.
-¿Y desde cuando no te abalanzas tú sobre mi nevera y coges lo que quieres?
-Eh...tengo que comportarme, hay mujeres delante y debo ser educado...-dijo en un tono confidencial pero a la vez intentando que le escuchásemos, y todos nos echamos a reír.
A raíz de esto Junsu parecía más relajado, y yo por mi parte... Yo estaba incómoda. Si no hubieran llegado Yochun y compañía no sabría hasta qué punto podría haber llegado Junsu. Nunca se me había pasado por la cabeza esto... Pero claro, era algo que tenía que pasar antes o después. Él era mayor que yo por unos años y tenía más mundo, era normal que quisiera ciertas cosas... Y yo no sabía si quería, o más bien podía dárselas.
-¿Estás bien?
Precisamente él me sacó de mis pensamientos poniéndome una mano sobre la rodilla.
-Sí, si muy bien.-le respondí con una sonrisa intentando esconder mis pensamientos para otro momento.
Después de cenar pizzas en casa de Junsu, nos fuimos todos cada uno por su lado, y Junsu y yo nos quedamos de nuevo solos en el coche. En cuanto me subí encendí el equipo de música para evitar que él dijera algo, incluso me puse a cantar algunas canciones para que tuviera menos oportunidades de interrumpirme...
-Oye...-le miré algo preocupada por lo que iba a decir. Tenía el ceño fruncido y no dejó de mirar a la carretera.-Es un poco tarde, ¿no será mejor que te deje en tu casa?
-Eh bueno... Supongo que no habrá problema, no creo que coincidamos con mis padres a estas horas.
-Bien. Vives cerca de la casa de mis padres ¿no?
-Sí.
-No estaría mal hacerles una visita algún día de estos.-dijo más para él mismo que para mi mientras hacía un cambio de sentido.-Se pondrían como fieras...
En 20 minutos entramos en el caminito de piedra adornado en sendos lados por altos arbustos, y fue entonces cuando empecé a ponerme alerta, pendiente de cualquier ruido o coche que pudiera acercarse a nosotros.
-Vale, aquí puedes parar.-dije cuando estabamos a unos metros de las grandes verjas negras de hierro. Me quité el cinturón cuando el coche se quedó completamente parado.-Bueno, me lo he pasado muy bien hoy.
-Me alegro. Te avisaré para el próximo partido.
-Genial.
Odiaba los silencios incómodos. Y éste estaba siendo de lo más incómodo...Así que fui a abrir la puerta, pero la cerré de nuevo y me giré hacia él.
-Junsu... ¿Te pasa algo?
Me temía un poco la respuesta, y más cuando se quedó mirándome y tardó en responder.
-No.-dijo al fin con una sonrisa.-Solo estoy preocupado por si te ven tus padres...
-Ah ya...-aparté mi mirada hacia dentro de la casa, sólo la luz de la cocina y del pasillo de la planta de arriba estaba encendida.
-¿Y tú? ¿Tú estás bien?-preguntó.
-Sí, también me preocupa que nos puedan ver...
Razón no me faltaba. Vale que había omitido una de las razones, pero esta era más importante. Si de repente aparecían, que no me extrañaba nada porque no sería la primera vez que me pillaban haciendo algo que según ellos no debían, se pondrían como locos y me prohibirían salir de casa.
-Venga, vete anda.-dijo con tono amable. Me pasó un brazo por los hombros para acercarnos más y me dio un beso que poco tenía que ver con los de esta tarde... Cuando nos separamos alargó el brazo para abrirme la puerta, y aún seguía sonriendo cuando como siempre me asomé por la ventanilla para despedirme con la mano. Me di la vuelta para abrir la puerta, y cuando iba a girarme de nuevo vi que el coche ya había arrancado... Sin más remedio avancé por el pequeño camino marcado hasta las escaleras de la entrada. Cuando abrí la puerta vi que la luz de arriba se colaba por las escaleras, así que me metí en la cocina, donde como siempre estaba Marlen terminando de limpiar. Ella era la única en casa que sabía lo que había pasado con Changmin, así que cuando me preguntó si ya lo habíamos arreglado y la respondí que no, tuve que decirla que había conocido a un chico y que estabamos juntos. Se alegró bastante por la noticia y lo mejor es que no insistió en saber quién era. Al haber podido compartir esto con Nana me animé un poco, ya que la última parte del día se torció un poco, pero por mi tontería, nada más que por mi absurda tontería. No me servía de nada preocuparme por lo que podría pasar, si con eso iba a amargarme los ratos que estuviera con Junsu. Más me valdría aprovechar cuando estaba con él, y lo que tuviera que venir ya vendría...
Así que saqué mi móvil y buscando a Junsu en la agenda, le escribí un mensaje.
"Ha habido suerte, mis padres no me han visto llegar. Voy a dormir ya, espero que el día de hoy pueda repetirse, así que soñaré contigo." Después de darle a enviar salí de la cocina cogiéndo antes una botella de agua y dándole un beso de buenas noches a Nana en la mejilla. Subí las escaleras aún sonriendo y guardándome el móvil en el bolsillo algo en el suelo me llamó la atención. Junto a la puerta del despacho de mis padres, cerrada y por la que no se veía luz, había un sobre blanco. Se les habría caído a mis padres y no se habían dado cuenta. Me acerqué con curiosidad y cuando lo tuve en las manos le dí la vuelta. Ponía "Familia Jin", con unas letras negras muy adornadas, y entre eso y el pequeño lazo morado que había en la parte posterior, no pude resistirme a abrirlo. Algo tan repipi no podía ser nada relacionado con los negocios... Pero si, era algo de negocios, del negocio de mi vida.
"A la familia Shin le complace invitarles al compromiso entre Shin Yun Hye y Kim Chang Min, que tendrá lugar el último domingo de julio a las 11 horas en el Shin Sea Olimpic. Nos place también invitarles a la ceremonia de anunciación de éste, que dará lugar en el mismo sitio el viernes de la semana próxima.
Un cordial saludo."
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