Precious Love Cap 3
Se separó despacio mientras pasaba sus dedos por sus labios, dejando su mano en mi cintura. Me dió otro pequeño beso en la comisura de los labios.
- Creo que aceptaré ir a comprar. Eres bastante persuasivo. - Dije sonriendo descaradamente.
- Bien. - Me llevó de la mano hasta la parte del copiloto del coche y me abrió la puerta invitándome a que entrara.
Fuímos por las mejores tiendas de moda de todo Seúl. Estubimos el resto de la tarde comprando, él elegía más de la mitad de modelitos probándomelos por encima. Y yo solía entrar con más de 10 prendas al probador obedientemente.
Se nos hizo tarde y estabamos bastante cerca de su casa, a una manzana, así que me dijo que él cocinaría. Y yo acepté encantada. Era la segunda vez que estaba en su casa, pero esta vez me acordaba de como había llegado. Yo le ayudé en la cocina mientras él preparaba la cena.
- Lo que te iba diciendo, lo mejor es que en la sesión de fotos seas lo más natural posible - Ataviado con un trapo al hombro y otro colgando de su bolsillo del pantalón removía el estofado con una cuchara. Provó un poco y luego me dió a probar a mi.
- Wow.. está bueno.
- ¿Y qué esperabas? - Dijo él dejándo la cuchara en el fregadero. Yo estaba concentrada en cortar un pimiento, que se resistía. Yo y los cuchillos no nos llevabamos bien. A punto estube de cortarme cuando llegó él a tiempo. Me rodeo por detrás asomando la cabeza por mi hombro derecho y me cogió de las manos. - Pon la mano así, ¿no sueles cocinar no?
- No mucho, no tengo tiempo.
- Tendré que darte clases entonces... coges el cuchillo así y pones la mano de esta manera.. intenta no poner el dedo muy al filo, que ya te he visto varias veces a punto de cortarte. - Yo practicaba, o más bien intentaba ya que él no solo NO se había quitado, sino que además había comenzado a besarme el cuello...
- ¡AY!
- Casi... - Dijo él cojiendo mi mano izquierda y mirando el dedo fijamente - Me he visto en el hospital en un momento.
- No dejas que me concentre.
- Jajaja, supuse que podrías con la presión de mis besos. Eres una tia dura.
- Eso no es muy facil que digamos. - Dejé el cuchillo en la mesa y me di la vuelta. Él entonces aprovecho para volver a besarme en los labios esta vez más apasionadamente. Cuando la cosa se había animado y mis manos recorrían su espalda empezó a sonar la alarma de la cacerola. La cena estaba lista. Yuju...
Costó un poco pero finalmente decidimos cenar. Hablabamos sobre la ropa que me había comprado, yo me sentía un poco mal, se había tirado toda la tarde gastándose dinero en mi. Y él solo decía que lo viera como una inversión. Estabamos en el sofá sentados tomándonos un té.
- Voy al baño, en seguida vuelvo. - Le dije levantándome.
- Ok.
Toda la casa estaba cuidadosamente decorada. El baño no era menos. Todo era verde esmeralda y plata. Cuando salí me encontré a jaejoong que venía por el pasillo. Me dió tiempo para cerrar la puerta, entonces él me tomó de la mano y me pegó contra la pared besándome. El beso parecía acelerar el tiempo, nos separamos lo justo para que mi camiseta apareciera tirada en medio del pasillo, mientras yo desabrochaba la suya y me llevaba hasta la habitación. "Si no hace falta" pensé.
Me cogió a horcajadas y le pegó un empujón a la puerta que estaba semiabierta. Caímos encima de la cama. Nos quitabamos la ropa con ansiedad entre jadeos y besos entrecortados por las molestas prendas. Rodamos por la cama, que estaba deshecha, apartando cojines y almohadas que golpeaban en la pared de enfrente. Jaejoong se paseaba por mi abdomen entreteniéndose en mi ombligo. Mis dedos se enredaban en su pelo negro, para bajar por su cuello y disfrutar de su suave espalda. Deshizo el camino que había creado con sus labios para terminar de nuevo en mi cuello besando mi oreja. Su lengua jugaba con mi piel como quería y mis manos al contacto con su cuerpo me hacían descubrir sus diferentes gémidos. A cada cual más sexy.
Nos movíamos al mismo compás cada vez más rápido. El cuerpo de Jaejoong era perfecto, como esculpido, me notaba como si estubiera drogada, de tanto roce me estaba colocando. Nuestras pieles resbalaban con el contacto, los jadeos se hacían más intensos, las caricias más sensibles.
Me excitaba tanto que pensé que llegaría a morir de placer. El ritmo era frenético hasta que nuestros cuerpos se relajaron terminando encima de él tumbada. Él se deslizó un poco por la cama hasta alcanzar la sabana que estaba casi caída al suelo para taparnos y después de un par de caricias más y unos besos nos dormimos.
Desperté a la mañana siguiente enroyada en las sabanas. Jaejoong salía tan solo con una toalla del baño mientras se cepillaba los dientes.
- Buenos días. - Dijo él apartándose el cepillo de dientes de la boca para que le entendiese.
- Buenos dias... - Me intenté adecentar el pelo, pero....lo deje pronto. Apoyada sobre mi codo y con la otra mano sujetando mi flequillo revuelto, mi mirada se entretenía entre su ombligo, el borde de la toalla y el bulto de la toalla. Así sucesivamente una vez y otra.
- He hecho el desayuno. No querrás llegar tarde. - Se sentó a mi lado y me acarició el hombro. - Te has levantado muy guapa, despeinada, pero guapa.
- Creo que la culpa de eso es tuya.- Me arrastré por la cama liándome la sabana al cuerpo para ir al baño. Hacía frio.
- Toma anda. - Jaejoong me tiro algo que cogí al vuelvo. Era mi ropa interior.
- Ha sido toda una espedición buscarla. - Eche una ojeada a la habitación ¿Pero qué...? no recordaba que todo estubiera tan desordenado anoche.
- Jajaja. Lo que me sorprende es que hayas salido vivo.
- Uf.. y a mi.
Me llevó al trabajo pasando antes por casa. Parecía él más el empleado que el jefe. Me despedí de él lanzándole un beso a lo que el respondió guiñándome un ojo.
Entré al vestuario Mih wa estaba allí con cara larga, al contrario que yo, que era una sonrisa con patas.
- Bueno... no me digas más. Solo dame detalles.
- Que estupida... No te pienso decir nada.
- A juzgar por tu cara... mejor que el último con Yochun.
- Ajajajaja, es que fue de reconciliación, habíamos discutido...pero bueno, que ha estado ....MUY bien.
- La verdad es que tiene una pinta... él tambien traía buena cara...
- Pero que salida... jajajjaja ponte a trabajar anda..
- SIiii siiii...lo que tú digasss..
El turno terminó y por fin estaba a punto de llegar al portal cuando ví a Changmin que se acercaba.
- Buenas noches..- Le dije de lo más amable. Hoy nadie me arruinaría el buen humo. No señor.
- Buenas noches. - Su expresión era de asombro. ¿Tanto se me notaba?, eso me pasaba por no tener sexo más amenudo. Changmin fue detrás de mi todo el rato subiendo las escaleras solo que a una distancia más que prudente. Por fin llegué a la puerta y como siempre las llaves se resistían. Él llegó mientras yo las buscaba y dió dos toques a la puerta. Yunho abrió, en calzocillos, como parecía ser costumbre para él y los dos me miraron fijamente. Yunho se rió y Changmin le pegó en el pecho "un toquecito" que casi le estrella contra la pared. Me giré mirándole mal y Changmin me hizo un gesto con la mano como para que pasara de él. Como si eso fuera novedad.
- Hasta luego... - Dije. Changmin tan solo movió la cabeza y justo antes de cerrar la puerta oí una carcajada de Yunho seguido de..."vaya escotazo, ¿desde cuando está tan....." que cortó Changmin con un "SHHHHHHHH" y el sonido de su puerta.
Alucinante. De verdad que la camiseta no era para tanto. Aún que de no llevar nada de escote, a llevar un poco, se tendría que notar.
Dentro de un par de días sería la sesión de fotos. Jaejoong me dió miles de consejos y la actitud de Mih wa era como si ella fuera ha hacer la sesión, dándome instrucciones de como debía actuar ante la cámara.
La noche anterior a la sesión, que comenzaba bien temprano, estaba muy nerviosa. Soñaba que salía en un programa de talentos de la SBS y justo en el momento en que iban a decir mi nombre para ganar el dinero que me hacía falta me desperté. Se escuchaba una televisión demasiado alta. Fuí al salón, no estaba segura de si la había dejado yo puesta, pero no, era la de Yunho. Pensé que la apagaría pronto pero despues de un par de tés seguía tan alta como antes, así que me decidí por llamar.
Ahora entendí por que Changmin aporreaba la puerta aquel día. Por que Yunho o pasaba de abrir o era sordo. Finalmentecuando mi paciencia estaba al mínimo Changmin y sus ojeras abrieron la puerta. Estaba en pijama y se había traído la almohada.
- ¿Puedes bajar o apagar la tele por favor? ¡Aquí no hay quien duerma! - Por su cara parecía que le estaba hablando en Indio, cuando ví que de su oreja derecha se quitaba el tapón.
- Mira, si vienes a quejarte de la tele, no hay manera. Creeme que lo he intentado. - Arqueé una ceja y de un empujón entré directamente. Debí pillar a Changmin con la guardia baja porque fue facil apartarle con el cuerpo que tenía.
Yunho estaba tirado en el sofa bebiendo de una de las latas de cerbeza partiendose de risa con la tele. ¡Uy sí!... que gracia..Como estaba distraido ni me vio. Changmin iba detrás de mi como un perrito sin saber muy bien que iba ha hacer, di una vuelta por el salón hasta que encontré lo que quería. El enchufe. Tiré de él con todas mis ganas. Y entonces... "pop" la tele se apagó.
- ¡EH!
- ¡Ah!, o sea que no eres sordo, solo eres un poco capullo. Aquí hay gente que trabaja ¿sabes? - Dije en posición maruja. Me faltaban los rulos.
- Y por eso me tienes que quitar la televisión - Dijo él levantandose y acercándose a mi. Joder era mucho más alto que yo. Pero no me achanté.
- Sí fueras una persona normal la tendrías a un volumen normal. Pero como eres así pues nada... ahí a todo trapo y que nos jodan.
- ¡Vaya hombre! La niñata fina esta sabe hablar mal ehh - Me apartó con la mano e intentó volver a enchufar la tele pero Changmin se puso en medio.
- Tio, tiene razón. Sabes que dentro de unas horas me tengo que ir.
- Pues si tanta razón tiene lárgate a su casa a domir en vez de hacerlo aquí.
- ¡Pero si aquí no me dejas dormir con el puto ruido que haces! Pareces un elefante en una cacharrería ¡QUÉ COÑO ME ESTAS CONTANDO! - Le dijo Changmin haciendo aspavientos con las manos. Yunho no le contestó y se giró directamente hacia mi cogiendome del brazo.
- Tú que coño haces ahí parada todavía, lárgate no se quién te ha invitado a entrar
- ¡Sueltame! - Cuando me llevaba hasta la puerta me fijé en la foto que había colgada en la pared. Era la misma que la de la agencia. Seúl desde el aire. ¿Habría comprado la foto? Si el padre de Jaejoong era tan famoso y Yunho era "fotógrafo" seguramente le gustaría. Me solté de su agarre y fuí hacia la foto para mirarla más de cerca. Entonces él me volvió a agarar.
- ¿Qué miras tanto?
- Joder. - Me volví a soltar. - La foto.
- Pues es única así que no pienso vendertela y menos a ti vamos largo. - Y aprovechando que Changmin se había dejado la puerta abierta me echo y cerró de un portazo.
¿Única? Pues tan única no sería si había una el triple o más de grande en la mejor agencia de todo Seúl. Desde luego es que el maldito vecino misterioso golfo no tenía límites. Lo sorprendente fue que no volvió a enchufar la tele, y si lo hizo no se escuchaba más de lo debido. Parecía que al único al que hacía caso era a Changmin y eso que se notaba que era menor que él. Al menos físicamente...por que mental....
El estudio era enorme, había un catering para la gente que andaba por allí. Yo me tire media hora en maquillaje y peluquería, me estubieron probando diferentes estilos de maquillaje hasta que finalmente se decidieron por uno. Me cambiaron de peinado un par de veces para las fotos. El decorado era sencillo, el fondo blanco roto con unas telas de diferentes colores otoñales. Estube hablando cuarto de hora antes de empezar con el fotografo. Era gay, perdón, muy gay. Me dijo que hiciera todo lo que él me mandara y que me relajara. Tenía varios conjuntos de ropa para la sesión. El estilo era parecido a la ropa de campo, botas altas, vaqueros ajustados, chaquetas de lana, gorritos etc.
Fue muy divertido y las fotos quedaron muy bien. El fotógrafo estaba encantado conmigo, y yo con él, "como si lo hubieras hecho toda la vida, has quedado preciosa" dijo mostrándome una de las fotos que mejor habían quedado. Después de estar todo el día allí metidos, el staff y la dirección decidieron que podríamos ir a cenar para celebrarlo. Estubimos charlando y charlando sin parar, hubo risas y bromas sobre lo novata o no novata que era. Jaejoong se sentó al fondo de la mesa con el resto de los directivos. La mayoría eran cargos importantes mayores que Jaejoong en edad. Supongo que por eso era más importante su posición que la de cualquier otro. Que tan solo con 23 años haya heredado la compañía hacía que le tuvieran en tela de juicio todo el rato, la prensa sobre todo y eso le sumaba más presión a su trabajo de la que aparentaba.
A mitad de la cena Jaejoong se acercó al sitio donde yo me encontraba.
- Hola, - Él susurraba a mi oido para que nadie más le oyera. - Tengo que irme, me ha salido un asunto urgente, estaras bien, luego te llevarán a casa.
- Ok...espero que no sea grave.
- No no tranquila. Solo son negocios. - Y como siempre me guiñó un ojo antes de irse.
La noche fue de lo más amena y a eso de las dos de la madrugada por fin nos fuimos.
Me tambaleaba un poco subiendo las últimas escaleras. Llevaba una temporadita preocupante con el alcohol, con Yochun esto no pasaba.Maldito.
Casi me caigo para atrás del susto, me agarré fuertemente a la barandilla, al menos lo más fuerte que pude quedándome agachada en el escalón. ¿Estaba muerto?¿Borracho?¿Drogado?, no sabía bien que opción elegir. La mini borrachera se me pasó casi al segundo. Me levanté poco a poco al ver que el tio que había tendido en el suelo ensangrentado no se movía. Al acercarme ví que era Yunho. ¡Bah! tenía pintas de meterse en peleas callejeras.
Me dirigí de nuevo hacia mi puerta cuando escuche un sollozo "hmmmmmmmmaaaaaa" me giré. Él intentaba moverse.. pero no podía ¿Tendría algo roto? me acerque y le toqué un poco la pierna con el pié.
- Eh...tú...
- Mffgg
- ¿Puedes levantarte? - Me agaché para verle la cara, le tuve que apartar un poco el pelo. Tenía la cara hecha un cromo. Era 98%sangre 2% persona.
- Mmux...Chang...gg nnnn - Yunho balbuceaba algo así como ¿Chang?. Sería ¿Changmin? ¿Le habría pegado él?, si era ese el caso no me extañaría nada. Pero no podía dejarle así, le habían dado pero bien. No es que estubiera encantada de ayudarle, pero no tenía buena pinta. Estupendo, ¿y yo ahora como diablos muevo al zopenco este? solté el bolso una vez abierta la puerta y me dirigí a él. Estaba boca abajo y con la cabeza en dirección opuesta a la puerta de mi casa. Si tiraba de sus pies, lo más seguro es que arrastrase su cara por el suelo y aunque dejarle peor de lo que estaba era dificil, no quería causarle mas daño.Me quité los tacones lanzándolos dentro de la casa para poder moverme más cómodamente. Le dí la vuelta como pude, para dejarle boca arriba, lo que significa que algún golpe se llevó ya que ayudar el muchacho, no ayudó, eso sí, se quejó de lo lindo. Una vez boca arriba le cogí por debajo de los hombos y comence a darle la vuelta para entrar de espaldas en casa. No conté con que el rellano era más bien estrecho y sus largas patas dieron contra la valla. ¡Joder! Al final, una vez que le conseguí colocar, le volví a coger por debajo de los hombros y le entré en casa, tumbándole en los cojines que hacían de sillón. Dí gracias por no comprar uno alto en su día y estar casi a ras del suelo. Por fin cerré la puerta y fuí en busca del botiquín.
Lo de curarle fue una odisea. El muy idiota para estar casi inconsciente se quejaba muchísimo. Cuando conseguí limpiarle la cara de sangre volvió a parecer humano. No me había fijado detenidamente en que era bastante guapo. Le aparté el pelo de la cara para curarle la ceja ¿hacía cuánto que no se cortaba el pelo? Pude adivinar una pequeña sombra de barba debajo de tanta herida, bueno por lo menos afeitarse se afeitaba...
No pude evitar hacer comparaciones. Pobrecillo. Más quisiera ser como Jaejoong...normal que le mirase tan mal. Su ropa estaba prácticamente rota. ¿Dónde se había metido? me había dejado todo el suelo lleno de barro de los pantalones y los zapatos. La camiseta tenía unos agujeros desde donde se veían más heridas. Fuí a la cocina a por unas tijeras y corté la camisa dejando su torso al descubierto y vaya torso, el tio estaba bueno, pero estaba hecho un cristo. Tenía un montón de arañazos como si le hubiesen arrastrado por las piedras. Unos grandes moratones empezaban a adivinarse en la zona de las costillas. Quizás tendría rota alguna.
Una vez que conseguí curarle, medianamente, le tapé con una manta y me fuí a dormir. En dos horas tenía que entrar a trabajar y tenía un sueño que me moría, todo por culpa de los royos chungos de mi vecino misterioso. Vaya nochecita...
Para estar tan casansada me levanté antes de que el despertador sonase, si es que acaso en algún momento me dormí. Estaba todo el rato alerta por si venían a rematarle. Estaba preparada. Dudaba entre hacerle el desayuno para que comiera algo o darle una patada en el culo y mandarle a su bonita casa, pero me dio pena y me sobraba tiempo.
Entre al salón, "justo donde lo deje" pensé. El tio no se movía un milímetro, parece que le había atado al sillón, me acerqué para comprobar si aún respiraba, por un momento me entró el pánico. Me estaba acercando a él mucho y aún así no notaba si respiraba o no. Cuando estaba a menos de un palmo de su naríz, con mi oreja pegada a ver si escuchaba su respiración, él abrió los ojos y noté como su mano me agarraba fuertemente del codo. No se como no se despertaron los vecinos del grito que pegué.
No se le ocurrió otra cosa más ingeniosa para callarme que besarme. Muy inteligente. Le metí un guantazo que pensaba que le mataba. Cayó casi de boca, más bien lo paró con el codo, no había tanta caída desde el sillón hasta el suelo así que no me preocupe, ni lo más minimo de hecho.
- PERO DE QUE COÑO VAS. ¿TIENES ALGUN TIPO DE TRAUMA INFANTIL O QUÉ? - Le grité mientras me limpiaba. El beso tenía sabor a betadine.
- JajaCoffcofffja, sí, de pequeño mi hermano me pegaba por jugar con sus cosas...aahhsssss ay ay - Intentaba levantarse pero no podía, joder le había pegado...¿ahora iba ha hacer que me sintiese mal? ¡La culpa era suya por abusador!. - Será que no pierdo ...ay ah, las malas costumbres. - Al final él solito consiguió subir de nuevo al sofá.
- Pues vete al psicologo, pero deja de actuar así. ¡Eres muy molesto!
- Nah, esos solo te dan pastillas, además si lo estabas deseando. - Y me miró con cara de pervertido. - ¿Para qué te acercabas tanto sino?
- ¡Para saber si seguías vivo estupido! Solo me faltaba tener un muerto como tu en tu casa, como si no me hubiese costado ya meterte dentro. Lo que estoy deseando es saber porque narices te he ayudado para que me lo pagues así, siendo tan maleducado, estupido y... y..
- Sí, sí ¿y...y..y..? ajajja AY ajajaj no me hagas esto au.....- Se reía con una mano en las costillas.
- Cuando venga de trabajar no te quiero ver aquí. - Dije dirigiéndome hacia la puerta de la calle. - ¡Y el suelo limpio como en tu vida lo has visto! - Señale el caminito de barro que había dejado su ropa. Abrí la puerta y la cerré con rabia.
- ADIOSSSSS - Se escuchó desde el interior. ¡Gilipollas!
Estaba de muy, pero que muy mal humor. Quería a ese tio fuera de mi casa en centésimas de segundo. Desgraciado... Por fin llegue al restaurante. Mih wa como siempre había llegado antes que yo, hoy volvía a estar rara y yo malhumorada. Así que preguntamos a la vez.
- ¿Y a ti qué te pasa? - Nos miramos, la hice un gesto para que hablase ella.
- Junsu esta borde conmigo. Bueno conmigo y con todo el mundo. Pero conmigo más y encima no me lo quiere contar.
- Hum.. si ya le note yo raro. ¿Habrá problemas con el restaurante?
- Pero que va, si estamos teniendo más llenos que nunca... no se no lo entiendo. ¿ Y tú qué? si que te ha durado poco la felicidad..
- Mira... no quiero ni hablar de ello. ¡Ni hablar!
Hoy tenía turno únicamente de mañana, la verdad es que era una locura ir rotando de esa manera, pero así no nos aburriamos desde luego. Estaba recogiendo lista para salir cuando el móvil sono.
- Hola preciosa - Dijo Jaejoong por la otra línea.
- Hola.
- Te llame esta mañana, ¿tienes tiempo ahora? me gustaría que vieras las fotos finales.
- Ah si, justo ahora termina mi turno.
- ¿Voy a buscarte?
- Oh, no no, voy yo.
- Ok, ahora nos vemos, un beso.
- Un beso, byee
En diez minutos estube allí. Entré a la recepción donde la secretaria no había cambiado ni un poco su actitud conmigo. Jaejoong salió a recibirme, dentro del despacho había otro chico que tendría más o menos su edad. Vestido de traje y corbata igual que Jaejoong pero con un estilo más serio. El joven era muy guapo, casi tanto como Jaejoong.
- Bueno Eun mi, te presento. Este es Kim Hyun Joong el abogado de la empresa y mi mano derecha.
- Encantada, soy Jeong Eun Mi. - Nos dimos la mano haciendo una reverencia a la vez.
- Igualmente, me han hablado mucho de ti y de lo bien que lo has hecho. - Dijo Kim Hyun Joong con una sonrisa casi tan encantadora como la de Jaejoong.
- Vamos a sentarnos hay cosas de las que hablar. - Dijo Jaejoong. Encima de la mesa estaba el sobre con las fotos definitivas para las publicidades y catálogos. Parecía mentira que esa fuera yo.
- Prácticamente no las han retocado, son muy buenas. Hiciste un buen trabajo. - Jaejoong las miraba una y otra vez.
- Vaya, muchas gracias...
- El director de marketing de la empresa de moda para la que has hecho la sesión, quiere que firmes un nuevo contrato, para asegurarse de que estas tambien en la campaña de mayo. Es decisión tuya por supuesto, pero Kim Hyun Joong ha venido por si necesitas un asesor. No se, en mi opinión, te beneficia a ti, a nosotros y a ellos. Tienes madera de modelo y podrías trabajar más que para pagar tu deuda, para vivir de ello. Tomartelo como, algo profesional. - Jaejoong estaba muy serio. La verdad es que era una gran oportunidad, nunca había soñado con ser modelo. Pero desde luego era un trabajo más cómodo que servir en un bar. Y se ganaba más dinero. De momento lo necesitaba para pagar mi deuda, pero pensándolo bien, no era mala idea, sería un cambio de aires. Y estando en manos de Jaejoong, que tanto me había ayudado ¿qué es lo que podía ir mal?
- Meditalo bien, las condiciones son fantásticas y ganarías mil veces mas que trabajando en 4 de los mejores restaurantes. Además puedes probarlo durante un tiempo y si no te gusta, siempre te puedes marchar cuando quieras. - Dijo Kim Hyun Joong
- Entiendo, pues, la oferta es muy tentadora. Me sentí cómoda en la sesión y supongo que por estar un tiempo trabajando como modelo, no me pasará nada.
- Por supuesto. - Dijeron los dos a la vez.
- Jajajajaja - Reimos todos.
Estubimos leyendo detalladamente el contrato, Hyun Joong me explicaba las cosas que yo no entendía y esa misma tarde firmamos. Llegué a casa pronto por una vez. Cuando subí al rellano, Changmin daba vueltas de un lado para otro del estrecho sitio con el móvil en la oreja, se agachó para mirar el suelo y pasó la mano por las manchas de sangre de anoche. Llamó a la puerta.
- ¡¡Yunho!! ¡Contesta al puto teléfono joder! ¿Es una broma o qué?
- ¿Hola? - Pregunté sin subir el último escalón. Él se giró de golpe.
- Ya se que no, ¿pero has visto a Yunho por alguna parte?
- Pasó la noche en mi casa - Dije seriamente.
- ¿Có..cómo? - Pregunto Changmin torciendo la boca y abriendo mucho los ojos.
- Si, que me le encontre tirado ahi en el suelo perdido de sangre y le metí en mi casa. Pero ya le he dicho esta mañana que se largara así que más vale que cuando abra la puerta.... - fui alzando la voz mientras metía la llave en la cerradura.- ...¡NO SIGA EN EL MISMO SITIO DONDE LE DEJÉ!
Y efectivamente, no estaba en el mismo sitio donde le deje, sino tirado en medio del salón.
- ¡AY DIOS! - Salí corriendo hacia donde estaba. Changmin entró detrás de mi a la velocidad de la luz y me adelantó.
- ¡Hyung eh eh!
- Coff coff...chhhang.. - Yunho no se podía ni mover...y tenía una pinta que ni el vagabundo más vagabundo. Sin camiseta lleno de arañazos moratones, los pantalones echos un asco...
- ¿Qué coño ha pasado?
- Me le encontré ahí ya te lo he dicho es más ¡a mi que me cuentas, yo hice lo que pude, ni que yo tubiera la culpa de sus chanchullos! Deberias llevarle al hospital.
- No me digas, no se me había ocurrido, ¿podrías haber llamado tu anoche por mi no?
- No parecía ser tan grabe, solo... solo tenía heridas por la cara y arañazos no parecía nada más.. quizás.... - Mierda....
- ¿Quizás que? - Preguntó el autoritariamente.
- Quizás alguna costilla rota... ¡pero se suponía que se iba a ir de aquí !, ¡lo lógico es que se hubiese ido al médico! - Changmin recogio a Yunho del suelo cargandole a caballito mientras él se quejaba de dolor. En cuanto se enderezó se fue directo a la puerta para marcharse - Yo ...intente ... intente hacer lo que pude no... - CLONK. Pegó un portazo cerrando la puerta con el pie.
Estupendo Eun mi.. estupendo...
Al día siguiente llamé a su puerta para preguntar si estaba bien, pero no había nadie, y así durante los dos días contiguos. Despues de volver del trabajo, mientras cenaba escuché el sonido de la puerta. Fuí corriendo a mirar si volvían. Pero ví a Changmin saliendo de la casa de Yunho con una mochila cargada. ¿Se iba?, ¿estaría ingresado?
Llamé para comprobar si Yunho estaba en casa. Despues de un par de veces la puerta se abrió. Yunho, esta vez en pantalones de chandal y con una venda en el pecho a modo de camiseta se quedó mirándome.
- Ho..hola..
- Hmm - No pronunció palabra solo asintió con la cabeza.
- Venía.. a ver si te encontrabas mejor... he estado llamando estos días pero no había nadie.. - Tenía la ceja cosida y puntos en el labio, los ojos y el pómulo amoratado.
- Estoy mejor.
- Si... si necesitas algo yo se que avisame o algo... no...
- No gracias, ya me has ayudado bastante. - Me cortó, y despues de murmurar un "hasta luego" cerró la puerta.
Definitivamente, no me cabia la duda de que este chico era tonto, pero tonnnto tonto tontontontontontontontontotnon ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. AH.
Había estado dos dias en vilo sin saber si había muerto o que para nada, ¡para nada! para que luego encima me hable tan seco. Pero además, ¿qué demonios estaba diciendo?, si el a mi no me importaba nada, total el vivía su vida como quería, ahiii lleno todo de chanchullos y dios sabe que más cosas raras y peligrosas.
A la mañana siguiente fui al trabajo, me tocaba el turno de tarde. Y Mih wa salió llorando del restaurante justo antes de que a mi me diese tiempo a cruzar, la llamé pero no me contestó, solo hizo un gesto con la mano a modo de que la dejase en paz. Debía cumplir con el horario y más con los humores que se gastaba Junsu de vez en cuando, así que no pude ir tras ella. ¿Habrían discutido de nuevo?
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