miércoles, 20 de abril de 2011

Viento Caprichoso Cap 10


Capitulo 9

 
.Unos días despues de la fiesta. Aure.


Las dos primeras semanas estubimos inmersos en la grabación del anuncio. Vi a Minho lo justo, ya que, a pesar de grabar los mismos dias, yo le evitaba bastante para no tener que hablarle mucho.
Había estado huyendo de él desde que paso lo del beso. No quería que me insinuara o preguntara algo. Así que directamente pasaba de él. Finalmente despues de dos duras semanas el spot estubo grabado.



Nos reunimos todo el equipo, ya que despues del baile de máscaras la popularidad del teatro había aumentado, y varias directoras y compositoras además de cantantes querían actuar en él. Debíamos ajustar los calendarios para que quedase todo bien atado.
Acababa de llegar a la oficina del segundo piso del teatro, donde estaba la sala de reuniones y los despachos. Deje mis cosas y subi la persiana que daba a la plaza. Hacía buen día. Estaba a punto de sentarme cuando el teléfono sonó.

- ¿Si? Dime Carlye - Carlye era mi secretaria, la que se encargaba de pasarme las llamadas.
- Señorita Sinya, su abuela Isiir está al teléfono.
- Ah.. em si pasamela. - Me sente en el borde de la mesa.
- ¡¡Felicidadessssssssss!! - No solo gritaba Isiir, tambien escuche a mi madre de fondo.
- Ays, abuela...
- Felicidades hija, ¿cómo estás?...
- Bien, acabo de llegar. Si te digo la verdad estoy tan ocupada con las reuniones que ni me acordaba de mi cumpleaños.
- Ya me lo había imaginado. Bueno, ahora te paso con tu madre. Lessien y Jaejoong se han ido a las pruebas de cátering, al parecer han encontrado un sitio en el que puedan entrar todos invitados.
- Que barbaridad... habría ido con ella si hubiese podido..¿como van las cosas por alli?
- Todo normal, el otro día tuvimos algunos problemas en el parlamento, pero sin mucha transcendencia.
- Bueno, seguro que todo saldrá bien, estas cosas van despacio y llevamos mucho retraso.
- Si... Por cierto, estate atenta del correo.
- ¿Cuantas veces he de decirte que no quiero nada?
- Bueno, no he sido yo, es de tu madre. Mejor que te lo cuente ella.. Melanie...Mell...
- Ay... ya estoy aquí.. bueno hija no te enfades que te conozco. Además no es mio mio.. hable con Lyxie, que me dijo algo así como que estaba perdida en la selva y que mejor te lo enviara yo de su parte.
- ¿En la selva?... la verdad es que llevo varias semanas sin saber nada de ella.
- Pues si, al parecer esta perdida por allí... al final la veo en la atlantida...
- Que no te extrañe, con lo cabezona que es.... bueno ¿que tal tus vacaciones, te acostumbras ya al calor de la ciudad?
- Me está costando, pero todo bien... te echo de menos..
- Y yo.. gracias por el regalo, sabes que en el fondo me hace ilusión.
- Claro que si.. ah te paso con Isiir que se quiere despedir.
- Ok..
- Felicidades, te quiero.
- Gracias mama, yo tambien.- Escuchaba como se pasaban el teléfono cuando alguien llamó a la puerta. Era un repartidor que llevaba un gran ramo de flores en brazos, ¿sería el regalo de mi madre?. Le hice un gesto con la mano para que pasara. - Abuela espera que me traen algo. - Sin escuchar su contestación deje el auricular del teléfono encima de la mesa y fui hacia donde estaba el joven.
- Perdone, traigo este ramo para usted. - Dijo el joven que llevaba una gorra.
- Em.. si claro, ¿quien las envia?
- Nose, creo que hay una tarjeta, si es tan amable de firmarme aquí.
- Claro.. - Firme y coji el ramo, que pesaba bastante. El chico asintió dando un leve gracias y se fue. Me acerqué a la mesa donde había dejado el auricular del teléfono y me lo puse de nuevo en la oreja para escuchar a Isiir.
- ¿Abuela? - Pregunté
- Si dime, ¿qué te han traido?
- Em.. pues un ramo enorme de flores, estoy buscando la tarjeta pero no la encuentro por ninguna parte, ah si
espera, aqui hay algo.- Saqué una pequeña tarjetita de color amarillo pastel doblada por la mitad. En ella ponía:
- No pone de quien es...- Dije con decepción.
- Oh.. vaya debe ser que tienes un admirador secreto...jajaja
- No has sido tu ¿no? - Pregunte descartando a gente.
- No, no, nuestro regalo llegará mañana...
- Ah.. pues nada, las pondré en agua.
- Bueno cariño, hoy no trabajes mucho. Un beso de parte de todos, no creo que te puedan llamar.
- No pasa nada, yo tambien tendre un día cargadito..
- Deberías celebrarlo..salir a cenar o algo así...
- Sí, debería, pero con todo el jaleo que hay aquí no tengo ganas ni fuerzas, así que cenaré en casa que se esta muy bien.
- Está bien... bueno aún así pasalo bien.
- Claro.
Despues de estar un rato mas despidiendonos las tres por fin colqué el teléfono. Me acababa de sentar cuando alguien volvía a golpear la puerta de cristal. Alcé la vista y vi que era Minho, le hice que pasara mientras extendia unos cuantos papeles sobre la mesa, para que diera la impresión de que no le podría atender debido a lo ocupada que estaba.
- Felicidades - Dijo aún apoyado en el pomo de la puerta.
- Em... gracias que rápido corren las noticias ¿no?..
- Si, la verdad es que sí. Bueno mejor voy a ir al grano. ¿Puedo sentarme?
- Claro. Dime. Pero que sea rápido que tengo mucho trabajo.
- Lo cierto es que estás más ocupada que cuando preparabas el baile. ¿Eso debe ser por que ha sido todo un éxito no? - Preguntó con rintintín mientras se sentaba recostandose en el respaldo de la silla que estaba frente a mi mesa.
- Por supuesto. ¿Acaso dudabas de que sería un éxito? - Dije haciendome la distraida como si la cosa no fuera conmigo.
- Para nada. Lo que dudo es que realmente tengas tanto trabajo. Ya que... bueno por supuesto, no quiero pensar mal.. pero parece como si... no se.. - Decía llevandose la mano a la barbilla y frotandose como si estubiera llamando al sarcasmo. - ...como si estubieras evitandome..
- Uy, nada mas lejos de la realidad. ¿Habría alguna razón para evitarte? - Yo sonreía falsamente y él me decía con la mirada que lo sabia todo.. pero yo no iba a dar mi brazo a torcer así que continué con mi teatrillo.
- Espero no haber hecho nada que te haya molestado para que hicieras eso.. - Él intentaba por todos los medios averiguar algo sobre lo que pensaba de ese maldito beso, pero yo no le iba a dar el gusto de recordarlo.
- No, no para nada, en todo caso debería agradecerte... - Cambio de expresión, como si no supiera por donde iba a tirar ahora. - Ay.. no te hagas el tonto ahora, no he podido decirte nada porque realmente he estado muy ocupada pero, bueno, eres todo un caballero. No me acuerdo mucho pero, mi sensación es de no haber tenido un buen comportamiento contigo durante la noche...
- ¿Perdona? - Dijo incrédulo...
- Si, ya sabes, me emborrache y tuviste el detalle de llevarme a casa y de meterme en la cama supongo.. ya que todo lo que recuerdo es aparecer allí a la mañana siguiente. Siento las molestias de verdad. - Él había cambiado la postura, ahora estaba erguido y su mano tapaba su boca, intentaba ocultar la sonrisa de medio lado inutilmente ya que solo le faltaba soltar la carcajada.
- Ya... bueno pues... ya que te hice ese gran favor.. ahora lo justo sería corresponderme ¿no?
- Em.. - ¿De que estaba hablando este? Seguro que había sido él el del ramo ¿por qué sino aparecería justo despues soltadome esas indirectas sobre la noche de la fiesta?. - Supongo...que sí.
- Bien, entonces esta noche pasaré a buscarte a eso de las nueve y media para ir a cenar.
- ¿Cómo?
- Bueno, no ha sido idea mía, Isiir.. tu abuela y yo hablamos durante la fiesta de máscaras sobre que dentro de poco sería tu cumpleaños y me pidió o más bien me obligó a que te invitara a salir... ¿cómo la iba a decir que no?
- ejem.. claro, claro bueno pero.. no te preocupes yo te absuelvo de tu obligación, tengo trabajo y además ya has sido muy bueno conmigo. - dije sonriendo mientras entrelazaba mis manos dejándolas en medio de la mesa. Él de pronto se echó para alante apoyando las dos palmas sobre el escritorio, yo me asusté un poco echándome de nuevo hacia atrás
- Pero por favor... precisamente, tu misma lo has dicho, ¿qué mejor manera de agradecerme de verdad? Ven a cenar conmigo. Sabes que no tienes opción. - Dijo mirándome fijamente. Yo pensé durante unos segundos y sí era cierto, no tenía opción.
- E...está bien.. ¿a las nueve no? - ¿Cómo diablos era posible que me haya liado de esa manera? ¡y lo más alucinante que había sido con mis propias palabras!
- Si. Estate preparada y guapa.. te llevaré a un bonito lugar... - En ese momento se levantó y se largo de la habitación. ¡Maldita sea! No solo me roba un beso, que no era suyo, sino que encima me voy a cenar con él "obligada". Desde luego que no tenía remedio.
A las nueve en punto pasó a buscarme. La verdad es que no me había puesto nada especial. Un vestido de noche sencillo color tierra. Era de tipo griego, palabra de honor que se ajustaba hasta la cintura, dejando la parte de abajo mas suelta. La falda estaba hecha de telas mas suaves de diferentes tonos tierra.
Llegamos al restaurante y nos sentaron en una parte mas apartada del gentio, desde los ventanales se veían los dos puentes principales de la ciudad y el canal, donde se reflejaban las luces de los pisos. No se veía ni una estrella ya que las nubes las tapaban. El día había empeorado y ahora hacía un poco de frio. Así es la primavera.
La cena fue amena, hablamos sobre todo de lo que más nos unía, el trabajo y las pocas amistades que teníamos en común. Pero lo pasé bien. Minho parecía diferente, tranquilo, con ganas de hablar de todo un poco y sin usar sarcásmos ni tonos falseados. Me parecó descubrir a un nuevo Min, como el Min que vi la noche del baile de las máscaras. Obviando el beso. Claro.
Ya nos marchábamos del restaurante. Íbamos por el pasillo principal que llevaba a la salida cuando algo me molesto en el zapato. Paramos en medio del pasillo y me agaché agarrandome del brazo de Minho.
Mientras me quitaba el zapato y miraba que era lo que me molestaba, una voz familiar, demasiado diría yo, saludó a Min.
- ¡Ey tio! ¿Qué haces aquí? - ¿Ey tio?... no me atrevía ni a incorporarme...esa voz sin duda era la suya. ¿de qué demonios conocía a Minho?... ¿pero eso que importaba? ¿qué hacía él allí? eso era lo que me extrañaba. No podía ser que despues de casi dos años nos encontrasemos en esa ciudad de nuevo.
- ¡Anda! Pues nada he venido a cenar con la chica de la que te hable. ¿Y tú? - Me fui incorporando poco a poco, aún sin alzar la mirada para no verle. Pero era él... su pose, su aroma...pero entonces me fijé... a su lado alguien le acompañaba. Una joven poco mas alta que yo, su pelo color bronce ondulado y sus dulces facciones llamaban la atención. Era muy guapa. - ¿Esta es la mujer por la que tu corazón suspira ehh?... ya decía yo, que no ibas a tardar mucho en arreglar lo que te pasó con ella. -¿Co...como?

Ellos..estaban..juntos...

En ese momento le miré. Fijamente. Y su mirada se cruzó con la mia. No me lo podía creer. En ese momento las palabras de Isiir me vinieron a la cabeza.. todas mezcladas todas juntas..."¡Él no va a volver...no volvera...lo se...!" "¡tu espera es inutil, él no volverá y estás aquí como una idiota haciendo nada para seguir adelante!""¡Para de una vez con estas esperanzas falsas e inutiles!" todas quemandome por dentro haciendome ver que tenían razón y que era yo la única que no lo quería ver.

Entonces fue cuando me solté bruscamente de Min y salí corriendo. Fuera estaba lloviendo a cántaros. Tanto que no se veía casi ni por donde seguía la calle. Me quité los zapatos y los tiré en medio de la calle para ir mas rapido. El vestido se pegaba aún mas debido a la lluvia igual que mi pelo que a penas me dajaba ver. Pero me daba igual. Todo este tiempo, realmente habia sido una tonteria estar pensando en él. Mi amor... yo le amaba. Y ahora me había dado cuenta realmente de que todo había acabado.

Estube horas dando vueltas por la ciudad, empapandome aún más. Finalmente acabé en un parque bajo el techo de un templete resguardada de la lluvia. Esperé ahi hasta que la lluvia cesó. Volví a casa teniendo mucho cuidado de donde pisaba, bajo la lluvia no se notaban los adoquines pero ahora que había parado me había dado cuenta de que me había hecho heridas por ir sin zapatos.

Cuando llegué a la puerta de la casa de la señora d´arc, que ya no estaba en la ciudad, vi que estaba Minho sentado en los grandes escalones, un poco mojado pero sin llegar a mi nivel, y con mis zapatos al lado. Como si estubieran esperandome.
En cuanto me vió se levantó rápidamente. Me preguntó un par de veces si estaba bien pero no tenía ganas de responderle. No tenía ganas de que me preguntasen. Bajo la mirada hasta encontrarse con mis pies, que sangraban levemente debido a las heridas.

- Cenicienta nunca debe ir sin sus zapatos... - Dijo él mientras me cojía en brazos.- Me tenías preocupado - Susurró. Se agachó cuando pasó por los escalones para recojer mis zapatos y entramos en casa sin que me hiciera ninguna pregunta más.
Subimos a mi habitación y me sentó en la cama. Mi pelo empapado goteaba encima de la colcha y mi vestido estaba más que pegado a mi piel debido a la humedad. Él se fue unos minutos y volvió con el botiquín para curarme.
- Estas empapada - Dijo mientras me retiraba un poco el bajo de la falda, que estaba negro por arrastrarlo, para verme los pies. - Bueno.. esto ya está. Voy ha hacerte un caldo caliente, tú mientras sécate. Voy por toallas. - Volvió con un par de toallas, las dejo a mi lado y bajo.

No quería moverme. En realidad, me daba igual si el vestido estaba mojado o si mi pelo goteaba. Ya se secarían. Cuando Minho volvió con la bandeja de comida me encontró en la misma posición. No me había movido ni un centímetro. Dejó la bandeja en el escritorio y se dirigió hacia donde yo estaba poniendose de rodillas frente a mi.
- Joder Aure, no me has hecho ni caso. Vamos sécate -Dijo cogiendo una toalla y poniendomela encima de la cabeza. - Joder... vamos... - Puso su mano derecha sobre mi mejilla - Estas helada, haz el favor... por favor... no me hagas esto. - Se incorporó y comenzó a secarme el pelo. - Vamos Aure.. cambiate la ropa. No hagas que yo tenga que hacer esto. Por favor... - Sonaba a súplica, pero él no entendia que a mi me daba igual. Que no me quería mover de allí por el momento. Al menos no ahora... no ahora...
- Joder Aure, no quiero que te pongas mala. ¿Vas ha hacer que te quite yo la ropa? ¡Te voy a ver desnuda! ¿Te da igual o qué? - Exácto, pensé. - Vamos no me hagas esto....

Al ver que no obtenía respuesta extendió una toalla de las grandes al lado de donde yo estaba sentada en la cama y me tumbó en ella.. Comenzó a bajarme la cremallera del vestido que estaba al lado izquierdo. Tiró de él, ya que de lo mojado que estaba casi no podía quitarmelo. Después lo sacudió y lo dejó encima de la verja de la cama.
- Mira lo que me haces hacer... y hoy no voy borracho.. - Dijo de nuevo acercandose a donde yo estaba. - Eres una mujer ¿no te habías dado cuenta o que? - Él buscaba encima de la cama la otra toalla que había traido pero estaba mojada. Fue a mi armario y buscó otra. - No he podido evitar fijarme en tu ropa interior. Aunque claro a ti eso te da igual.. ¿sabes que me podría aprovechar de ti perfectamente? - Dijo girándose señalandome con el dedo índice de la mano izquierda, mientras en la derecha llevaba porfin una toalla seca. - ... menos mal a que me gustas de verdad..sino no me lo habría pensado dos veces y me habría tirado encima de ti como la noche de la fiesta. - Me tapó con la toalla y se tumbo a mi lado incorporando su cabeza y apoyandola en su mano izquierda. - ¿Me estoy declarando sabes?...jajaja....ni eso te va ha hacer hablar... ¿acaso crees que no me he dado cuenta de que me estabas evitando por lo del beso? -Se tumbó boca arriba con sus manos sobre la tripa - Pensaba ocultarlo un tiempo más.. pero el alcohol no me permite mentir...siento si te cause mucha impresión. Mira...no se que coño te ha pasdo hoy pero..en realidad, creo que prefiero no saberlo. Solo.... solo quiero que sepas que tú me gustas en serio... y sea lo que sea eso que te hace actuar de tan extraña manera, estoy seguro de que puedo ayudarte.

Se giró hacia donde yo estaba e incorporándose me miró a los ojos retirándome unos cuantos mechones de pelo aún humedo que tapaban mi cara. Cerró los ojos y acercó sus labios a los mios. Dándome un dulce y largo beso que debía haber sido el primero.
A la mañana siguiente cuando desperté las cortinas de la habitación estaban echadas. Tenía dos mantas más encima y estaba acurrucada entre dos almohadas. Vi a Minho que entraba en la habitación y se sentaba justo frente a mi.

- He llamado al teatro, les he dicho que hoy te encuentras mal y que no vas a poder ir.
- Me encuentro bien. Solo necesito una ducha - Contesté arropandome más inecesariamente. - ¿Qué hora es?
- La una y media.
- Joder... - Escondí un poco la cabeza entre las almohadas, por mucho que quisiera ya llegaba muy tarde a trabajar... así que era estupido ir para media hora. - ¿y tú? ¿no tienes que ir a trabajar o que?
- Vaya, parece que nos hemos levantado de buen humor señorita - Dijo mientras se recostaba un poco hacia atrás dejando el peso de su cuerpo sobre sus brazos. - Yo tengo unos dias libres. Hoy es el primero y ya me ves... en vez de irme por ahí al rio a bañarme estoy aquí cuidando de una estupida como tú.
- Nadie te lo ha pedido.
- Lo hago yo porque quiero. - Dijo acercándose. En ese momento yo escondí mi cara entre las almohadas mirándo de reojo como se reía de mi.
- Creo que ya esta bien de robar besos a una estupida indefensa como yo ¿no crees? - Dije enfadada.
- Bah... eres una quejica... además, si tanto te disgusta podrías no se.. haberme pegado o algo así.
- ¿Para romperme una mano con tu cara dura? No gracias, prefiero ahorrame los hospitales.
- Muy graciosa, ya vendras pidiendo mis maravillosos besos...
- En tus sueños nada mas.
- Jajajaja, anoche no decías lo mismo eh..
- ¿Cómo? - ¿De que estaba hablando ahora este? Anoche no pasó nada, lo último que recuerdo fue que me dormí junto a él..
- Nada, tranquila, ya dije que no me aprovecharía de ti...pero tu en cambio entre sueños decías algo así como... beeesameeeee beeesame muuuuchooooooo...coooomo si fueeeera esta noche la uuuultima veeeez jajajaja
- ¡Largate de aquí hombre! - Le dije tirándole una de las almohadas que tenía al lado - ¡Fuera! ¡Para enfermeros inaguantables como tú, aquí no quiero a nadie! - Continué tirándole la otra almohada que me quedaba mientras él se reia marchandose a trompicones lejos de la cama. A punto estaba de irse cuando le puso la guinda al pastel..
- Ahhh... me encanta tu ropa interior... - Mientras me señalaba. Al incorporarme para tirarle las almohadas las mantas se habían caido y se me veía el sujetador...
- ¡LARGO! - Escuché su risa al cerrar la puerta.. desgraciadamente no quedaba nada más para tirarle... una pena..

A lo largo de la tarde apareció Yili, trajo unos dulces por que el día anterior habia sido mi cumpleaños y no me había dado nada. Minho se había ido al teatro ha hacer nose que papeleo que necesitaba su tía, ya que como ella había vuelto de nuevo al Yunia´s Theatre no podía hacerlo. Yo seguía en la cama, no tenía ni fuerza ni humor para levantarme, lo mucho que había hecho era cambiarme, o mas bien ponerme un pijama limpio.
Yili me hizo compañia, durante la mayoría de la tarde estubimos hablando sobre el contenido de la reunión del día siguiente ya que la de hoy se había retrasado por mi.

- Y bueno creo que lo que me comentaste del baile de verano esta bien. Podríamos aprovechar el cambio de estación para promocionar el teatro. - Dijo Yili apuntando algo en una agendita. Habíamos bajado al jardincito donde se estaba genial a la caida la tarde, corria un poco de aire.
- Si, - dije bebiendo un poco del té frio que teníamos las dos - creo que estaría genial poder hacer los eventos al aire libre para que participara todo el mundo, ya que, bueno, el baile de máscaras fue algo mas privado. El publico tambien se merece algo así ¿no crees?
- Ah, ¡pues es una idea genial! Seguro que si lo preparamos bien sería divertido, lo único sería conseguir los permisos del ayuntamiento.
- No te creas, creo que Minho tiene mano con la concejala de cultura, les vi hablando mucho en el baile y en el rodaje del spot.
- Si la verdad es que tiene don de gentes.. ah por cierto ¿te ha regalado algo para tu cumpleaños?
- ¿Quien?
- Min ¿quien va a ser?
- Pues, por lo visto mi abuela en el baile le "obligo", según él, a llevarme a cenar, pero lo cierto es que minutos antes de que me invitara me llego un ramo de flores enorme.
- Ah.. vaya que detalle ¿no?
- Sí, la verdad es que el detalle fue bonito..sino fuera porque me va robando besos por ahí me caería bien y todo. - ¿Había dicho yo eso?, esa reflexión se suponía que era para mi, que vergüenza decir eso delante de Yili, además de que al principio, cuando llegue a Ayan ellos dos me dieron la impresión de que tenían una relación más allá de la amistad, pero los últimos acontecimientos me había quitado esa idea de la cabeza..
- Que...¿que besos robados? - Pregunto ella con cara de decepción.
- Em... bueno es ...es una larga historia no se.. el día del baile volvimos tarde despues de dejarte a ti en casa y ya viste como ibamos. Él me ayudo a subir las escaleras, me dejó la lado de la puerta de mi habitación y no se estabamos hablando de repente me besó, así sin más. Yo la verdad es que... no sabía que diablos hacer simplemente esperé a que se marchara y ya esta. No pasó nada más.
- Yo.. me tengo que ir. - Yili se levantó de golpe. Andaba tan rápido que por poco no la cojo.
- Espera, espera Yili ¡espera! - La dije cojiendola del hombro justo cuando estabamos en el hol central de la casa. Cuando la giré hacia mi sus ojos estaban empañados en lágrimas. Me temo que era toda una bocazas.
- Lo siento, no... no es culpa tuya yo.. solo..
- No, no te disculpes, espera no te vayas así Yili... ven. - La llevé hacia la cocina, y la invité a que se sentara en una de las sillas que daban a la barra americana. - Es que soy una bocazas, lo siento de verdad - continué diciéndola mientras la daba un vaso de agua - Si te digo que no intuia nada de lo vuestro mentiría pero es que me he ido de la lengua sin querer.
- ¿Qué nuestro Aure? - Dijo despues de beber. - No hay ningun nuestro. Nunca lo hubo a pesar de que siempre pareció que entre nosotros había algo más...pero.. dime una cosa ¿a ti él te gusta? no me digas que no porque sea amiga tuya, dime la verdad.
- No, no siento nada por él... en realidad yo estoy enamorada de otra persona. - Aunque si era cierto que había comenzado a sentir algo por Minho, jamás sería tan fuerte como lo que sentía por Yunho y eso yo lo sabía así que no había necesidad de que ella se preocupase por lo que yo sentía por Minho.
- Vaya...¿tampoco eres correspondida? - Una sonrisa amarga se dibujo en mis labios como reflejo de los suyos.
- Bueno... lo fui... pero él un día se marchó y no he vuelto ha saber nada más de él hasta ayer.
- ¿Hasta ayer? - Preguntó ella extrañada.
- Si... en el restaurante cuando Minho y yo ya nos ibamos, nos encontramos con él, iba con una chica agarrada del brazo. Por alguna razón él y Minho tambien se conocen.
- Pero...¿y no te dijo nada?
- No le di tiempo. Salí corriendo, estaba lloviendo mucho y por eso me resfrie.
- Vaya.. pues si que lo has tenido que pasar mal..¿estubisteis mucho tiempo juntos?
- Si...bastante, no se cuanto exactamente pero...más de un año.
- Pues menudo capullo. Dejarte así sin más y encima encontrártele con otra... - No sabía que decirla. Tenía razón eso es todo. Es posible que haya habido algun mal entendido pero, los hechos...el que él se fuera, no saber nada en meses y lo de la otra noche, me hacían pensar que era un completo capullo sin duda.

Estubimos hablando mucho rato sobre Yunho. La conté todo lo que había pasado, como me sentía. Nunca me había desahogado hasta ahora, tan solo con Lyxie había hablado un poco pero no tan en profundidad. Cuando Minho volvió aún seguíamos hablando. Ella le saludó tímidamente y yo me sentí mal por todo lo que había pasado la noche anterior. No la había contado que él se me había declarado pero, no hacía falta meter el dedo más en la herida.

- Bueno ¿quereis que pidamos algo de comida rápida chicas? - Pregunto Minho llegando con los folletos de los restaurantes.
- Eh.. no.. yo me voy ya.
- Pero que dices Yili si es super tarde, quedate aquí a dormir - Dijo él cojiéndola por los hombros.
- No, de verdad que mañana tenemos la reunión a primera hora de la mañana y si me quedo al final nos pondremos a ver peliculas y no dormiremos como nos pasa siempre.
- Esta bien.. - dijo dejando los folletos encima de la mesa de la cocina.- de todas maneras te acompaño, no me gusta que vayas sola a estas horas. Vamos.
- Em.. si.. Aure mañana a la misma hora de siempre, trae los planings.
- ¡Claro! Allí estaré. - Les acompañé hasta la puerta y me despedí de ellos. Mi intención era que cuando Minho volviera de acompañar a Yili a su casa, él y yo tubiesemos una animada conversación aclarandole las cosas, si de verdad él sentía algo por mi no quería que esto se fuera de las manos.

Despues de cuatro horas esperando en el salón, donde la inquietud se había convertido en desesperación porque Minho no volvía y no sabía si le había pasado algo, apareció por la puerta tan tranquilo como si se hubiese dado un paseo de media horita.
- Joder Minho me tenías preocupada.
- ¿Eh?...¿así que ha surgido efecto ehh? - Dijo él con las manos en los bolsillos acercando solo su cara hacia mi. Lo que hizo que yo me echara para atrás de nuevo como esta mañana.
- ¿Pero de que vas? ¿efecto el que? - Dije de mal humor
- He estado en el bar de un amigo, haciendo tiempo para ver si cuando llegase estabas asi de preocupada, parece que ha hecho efecto.
- Tu..¿realmente eres idiota verdad?¿Como se te ocurre? No he cenado sabes... son las tres y media de la mañana. Te aseguro que la combinacion de hambre y enfado en mi no me sienta nada bien como para que pongas esa sonrisa. - Así sin venir a cuento me abrazó. Yo le comencé a pegar palmadas en la espalda para que soltara pero no había manera.
- Dejame abrazarte cinco minutos más.
- No. Vamos sueltame.
- Por mucho que tú quieras mi amor por ti no se irá.
- Escuchame Minho - Deje de golpearle la espalda cambiando mi tono a uno más serio. - Yo...no estoy enamorada de ti. Vale, es...es posible que me gustes un poco, que me parezcas guapo.. pero, mi corazón no está contigo.
- Pero podría estarlo - Dijo separandonos y poniendo sus manos en mi cuello haciendo que le mirara fijamente a los ojos.
- Hay algo por lo que no dejare que eso ocurra. - Él se quedó mirándome como si intentara atravesar mi pensamiento antes de que dijera nada más. - Yili...
- ¿Qué tiene que ver ella en todo esto? - Preguntó frunciendo el ceño extrañado, como si no supiera nada.
- Ella esta enamorada de ti desde hace mucho tiempo, y yo no pienso meterme ahí.
- Pero yo no la amo a ella. Si te elijo a ti ella no puede opinar nada.
- Eso no es cierto Min.. la manera en que la miras, hay más amor ahí que en cien miradas que me dedicas a mi.
- La quiero como una hermana. Aure yo te prometo que...
- Es que no lo entiendes Min.. es que no, no quiero promesas no, no quiero que esto vaya a más. Amo a otra persona. Y no quiero que mi amiga lo pase mal, porque si yo, si yo sintiese algo verdadero por ti, me daría igual todo, pero eso no es así. Y sería mentiros a los dos. Esa es la verdad. - Él no dijo nada, solo me soltó del cuello y me fuí a mi habitación.

A la mañana siguiente me fui más temprano para preparar todo. La reunión fue larga pero dejamos todo claro y por unanimidad decidimos comenzar a preparar el baile para el cambio de estacion. Ya estabamos a finales de mayo y nos llevaría tiempo prepararlo todo ya que era un acontecimiento de mayor magnitud que el baile de máscaras y teníamos menos tiempo. Debía estar justo para el veintiuno de Junio, ya que era el solsticio de verano.

Como teniamos muy poco tiempo decidimos empezar al día siguiente con los preparativos. Yili se encargaria de algunas llamadas, al ayuntamiento mientras que el resto del equipo se dividió en subgrupos. Mi secretaria Carlye y yo nos encargabamos de el diseño de exteriores así que decidimos hacer encargos florales para decorar la plaza y parte de los hols del teatro, que tambien estaría abierto al publico con actividades y conciertos. Haríamos pedidos a gran escala así que dividimos en secciones la plaza y el teatro para encargarlo a diferentes floristerías de la ciudad. Llevabamos seis o siete floristerías cuando entramos a aquella que vi recien llegada a Ayan. Entramos y eche un vistazo eligiendo las flores que necesitariamos, estas irían en el holl de la primera planta donde se darían los conciertos de música clásica. Cuando la florista entró por poco se me cae el portafolios donde lo llevaba todo apuntado al suelo. Esto era el colmo de las casualidades, o el colmo de la burla. En la misma floristería donde meses atrás me había parado a pensar en el bosque donde Yunho y yo nos encontrábamos, trabajaba la joven que llevaba del brazo la otra noche. Definitivamente el destino estaba jugando con mi paciencia.
- Buenas.. - Dijo ella con una gran sonrisa. En su placa ponia Denier, era un nombre bonito. - Diganme que desean.
- Si mire, estamos encargando arreglos florales a todas las floristerías de la ciudad para un evento del Teatro Real, necesitamos encargar estos arreglos que tengo aquí - Carlye lo estaba haciendo todo. Yo estaba callada y con la cabeza en otra parte, tanto que deje de escuchar la conversación, la chica me miraba muy de vez en cuando como si dudara el conocerme.
 Estaba segura de que ella no me recordaría bien, pero yo tenía su pelo ondulado color bronce grabado en mi retina. La pobre Carlye encargo todo perfectamente yo tan solo dije cuatro o cinco palabras para corroborar lo que ella decía. Esa era la última floristería a la que podíamos ir asíque volvimos al teatro para seguir con los preparativos.

~ Para la flor que jamás se marchitará ~

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