jueves, 5 de enero de 2012

Viento Caprichoso Cap 16

Capitulo 16

.My Destiny.

.Aure. Una semana más tarde.

Aparcamos en las cocheras después de un largo viaje, Minho me despertó acariciándome el pelo "ya estamos aquí princesa" dijo susurrando. Me ayudó a bajar de la calesa ya que aún estaba un poco dormida.
Olía a tierra húmeda, a musgo y leña. "Estamos en casa" pensé.
De la mano nos acercamos por el camino de piedra hasta la puerta color caoba de la entrada. Tres golpes a modo de llamada hizo que desed fuera se escuchara un correteo general en el interior de la casa, "Ya están aquí" se oía con alegría.
Una señora abrió la puerta, llevaba un vestido de tímidos brillantes que resaltaban sus ojos y su pelo perlado estaba recogido en una larga trenza. 

 -¡Abuela! - DIje con la voz aún dormida, pero con alegría.
- Hija, - sonrió, para fundirnos en un fuerte abrazo después. Hacía tanto que no nos veíamos... desde el baile de verano en Ayan. - pero vamos, vamos pasad ¡están todos deseando veros!
Cuando entramos al salón estaban todos allí reunidos. No solo las mujeres del consejo que antaño nos ayudaron tanto en la resistencia, por supuesto mama no podía faltar. Tambien estaban Lessien con Jaejoong, Junsu, Yochun y Changmin, incluso Nerea, Alexiel y Yume habían venido, después de tanto tiempo sin verlas. 


Me fuí derecha  a saludarlos soltando inconscientemente la mano de Minho que me había sostenido hasta ahora. Estaba contentísima de verles. Todo este tiempo sin saber de ellos había sido duro, pero comprendíamos que después de haber luchado juntos, cada uno debía emprender su própio camino. Me fundí uno a uno en abrazos y besos sonriendo ampliamente. Les echaba de menos, por fin estaba en familia. 


Pasamos la tarde poniendonos al día de todo lo ocurrido. O casi todo...
Minho había ido a buscar algo más para tomar a la cocina y aprovechando el momento en cuanto desapareció...


- ¿Qué tal el viaje este mes? - Preguntó Yume con tono de cotilleo inminente.
- Genial, - Contesté - Hemos estado en unos sitios preciosos. Me gustaría viajar más ..
- Se os ve muy unidos, a Minho y a ti - Dijo Lessien -  ¡quién lo diría!, aún recuerdo el primer día que os visteis.
- Es cierto, núnca pensé que ocurriría, pero lo importante es que estamos bien - Dije intentanto saltarme todas las preguntas incómodas reeridas a mis relaciones sentimentales, hermanos perdidos y demás...bebí un largo sorbo de té. 


Todos nos quedamos en silencio durante unos minutos, entonces fué cuando Minho volvió junto a Issir y mi madre. 

Estubimos charlando todos sobre los invitados a la boda, que aunque no había mas remedio que hacerlo, no nos apetecía nada ver.

- Los asuntos burocráticos es lo que tiene - Dijo Jaejoong resignado - al menos estaré  acompañado de toda mi familia y la gente que quiero en la gran mayoría del tiempo - Su sonrisa se amplió tanto que juraría que tenía luz própia. 


Toda la familia... menos... ¿Yunho? ¿O es que acaso Jaejoong tenía noticias sobre él? Jaejoong siempre había tenido una relación muy especial con Yunho, si alguien sabía algo de él ese era Jaejoong.


Cierto es ue no había vuelto a saber nada de Yunho dsde aquel día que nos encontramos en el teatro. Ni falta que me hacía. Al fin y al cabo, él había encontrado otra persona y yo...tambien. No es que tuviera dudas de estar con Minho, sino que había pasado tanto tiempo agarrándome al pasado que ahora era dificil desprenderse de esos sentimientos y dejarlos atrás de una vez por todas. 


Quizás esto no fuera justo para Minho, ya que él me amaba incondicionalmente. Pero yo estaba dispuesta a dárselo todo. No era dificil enamorarse de Minho y lo estaba consiguiendo más rápido de lo que pensaba. En mes y medio había pasado de un "me gusta" a un " no puedo dejar de verte...ni quiero" y esto comenzaba a ser un punto de no retorno. Ya que además él era consciente de la situación y estaba dispuesto a todo por mi. A esperar lo que hiciera falta. Y eso era lo que yo necesitaba. Pero eso no evitaba que tuviera dudas. Por mi y por él, no quería hacerle daño. 


Me había quedado centrada en mis pensamientos cuando algo que escuche me sacó de ellos:
- Jaejoong, teléfono. - Dijo Issir con mala cara. Cosa que no correspondía nada con la cara que había puesto Jae. Algo pasaba, porque Lessi se revolvió en su sitio y de pronto reino un sospechoso e incomodo silencio.
- ¿Sí? Dime - Dijo Jae cogiendo el teléfono y retirándose a la entrada par hablar.
- Bueno....- Dijo Yume, cortando la inexplicable tensión, inexplicable al menos para mi. - ¿Y dónde se quedarán el resto de invitados? Porque aquí ya estamos justitos...
- Pues, en la ciudad más próxima, aquí solo estaremos la familia, como siempre. Lo malo es que tendremos que salir con mucho tiempo de antelación a la boda, ya que está un poco lejos. - Dijo Lessi de carrerilla, todos volvieron a entablar conversación, pero yo, mantenía mi mirada en la delgada figura de Jaejoong que continuaba hablando de lo más animado por telefóno al fondo de la entrada. Lo suficientemente lejos para que nadie escuchara nada. 


Hablaba con él. Ahora estaba segura.


Noté la mirada de Minho en un momento dado y fue entonces cuando volví a la tierra. "Olvidate ya..." me dije a mi misma a la vez que lo leía en la mirada de Minho.
Después de la cena la mayoría se fue marchando a dormir o repartiéndose por la casa, unos a recoger otros a ver peliculas...al día siguiente tenían pensado salir de excursión, más bien obligados por Issir que argumento "Necesito tener la casa tranquila al menos unas horas, y con vosotros aquí (señalando a Junsu, Yochun y Changmin) definitivamente no puedo"  "Ya nos esta echando como siempre... hay cosas que ni con democracia cambian" decían ellos. Yo no tenía ganas de ir a aquella excursión, entre los viajes, y que hacía aproximadamente más de un año que no estaba en casa, me apetecía disfrutar de un tiempo en mi casa. 


Después de ayudar a colocar de nuevo los sillones en su lugar, sali al porche a tomar el aire, aprovechando que Minho estaba colocando nuestras cosas en la habitación.
Jaejoong estaba sentado en una de las butacas de fuera, tomando un café. 


-¿Café a estas horas? - Pregunté situándome a su lado.
- Supongo que después de tanto tiempo tomándolo, ya no me hace efecto. - Dijo él con una sonrisa.
-¿Te importa que te acompañe? - Dije dudosa, quería hablar con él sobre eso que a todo el mundo incomodaba.
- Por supuesto que no, - Me senté en la butaca de al lado - Hace una noche preciosa para irse a dormir tan temprano, esta gente se vuelve cada día más aburrida.
- Jaejoong, no es que la gente se vuelva aburrida, es que si fuera por ti ahora mismo la estarías liando.
- Es cierto, creo que soy yo el que se esta volviendo aburrido después de tanto tiempo. Aunque se puede decir, que he aprovechado bien mi tiempo.
- ¡Salvamos el mundo! - Dije divertida
- ¡Es cierto!, ¡movilizamos la revolución más grande jamás imaginada! y todo, gracias a mi.
- ¿Quééééé? jajajaja
- Si aquella noche no llego a escaparme a por esos documentos, aun estaríamos esperando a que Yunho tomase la decisión de ir... - Dijo el riéndose.
- Es cierto, el gran paso le diste tú, aunque fuera sin permiso....- Yunho.... - ¿Irás mañana a la excursión? - Dije cambiando de conversación... recordar.... era complicado.
- ¡Claro! ¡no me perderé una de las pocas experiencias divertidas que quedan! tú supongo que no irás, demasiado ajetreo después de un viaje tan largo..
- Más bien viajes, así que sí, me quedaré con Issir y mama aprovechando el tiempo, hace tiempo que no estamos juntas... desde que me fui a Ayan.. ya sabes.
- Hemos tenido poco contacto... todos hemos estado liados...
El silencio se hizo entre nosotros durante unos minutos estaba claro que lo mejor era ir al grano y no darle más vueltas...
- Cuando... cuando te llamaron hoy, de pronto hubo un momento más que incomodo en el salón, ¿a ocurrido algo que no puedo saber?
- Bueno, - dijo Jae bebiendo depués un sorbo del café como para coger fuerzas...- Supong que entonces no te habrán contado que la semana pasado Yunho y Changmin aparecieron aquí sin avisar, por lo visto Changmin, después de cierta conversación conmigo respecto a los planes de Yunho de no venir a mi boda, viajo desde el norte a Ayan a buscarle, despues de lo que debió ser una extensa conversación con él, ya que estubo con el una semana entera en Ayan, vinieron para acá. Todos nos quedamos muy sorprendidos de verle, sobre todo Issir, por todo lo que a ocurrido... contigo... Cuando nos enteramos de que tú y Minho vendríais, él se marchó, diciendo que vendría para el día de la boda, ya que me lo había prometido. Aunque yo creo que tiene miedo de que le achuche a Changmin, ya sabes que el poder de convicción del pequeño es mas que... contundente, por decirlo de alguna manera. - Comprendo... - Sonreí ante la imagen de Changmin pegando a Yunho como antaño. - ¿Por qué nadie me había dicho nada? Lo iba a saber de todos modos...
- Supongo, que nadie te quería decir nada porque todos sabemos que algo pasó en Ayan, además de la coincidencia de aparecer allí los dos claro... pero nadie a preguntado y nadie se atrevía a decirte nada de esto ya que no sabemos como estan las cosas y por no meter la pata...
- Las cosas simplemente, no están. El apareció pero ya no había nada mas que hacer...por mi parte, él me ha olvidado y yo me dí por vencida y ...eso es todo resumiéndolo bastante.
Jaejoong me miró extrañado después de escucharme, como si no entendiera muy bien lo que yo decía.
-Yo...- Dije cortando el amago de Jaejoong a decir algo - Prefiero que nadie opine nada, todos estais mejor sin saber, él es de la familia y no quiero que nadie tome partido por uno o por otro solo.. es mejor dejarlo estar...
- Creo que nadie se atrevería a interponer a uno por el otro, per tienes razón. Si ahora estás bien o casi bien al menos, no hay razón para darle más vueltas. No se si vendrá justo para la boda o aparecerá unos dias antes por aquí. Yo preferiría que viniera antes, para pasar todos tiempo juntos y tambien, por si teneis algo que hablar, que no sea justo el día de la boda...
- No habrá problemas en la boda, al menos no por nuestra parte.. todo sea que a uno de esos burócratas se le cruce el cable pero...puedes estar tranquilo - Sonreimos los dos ante la idea- Es hora de irme, me estoy quedando fría y Minho debe preguntarse que donde diablos me he metido...
- Yo me quedaré ya sabes...
- Tú como siempre, desafiando acontecimientos...serás capaz de irte sin dormir a la excursión...
- Jajajaja no sería la primera vez...
- ¡No hagas lo mismo el día antes a la boda! - Le dije mientras nos abrazabamos con alegría  - Gracias por contrame Jae...tu sinceridad siempre ha sido de agradecer... - Y le di un beso en la megilla. El se limitó a sonreir.

Subí las escaleras despacio, como si el tiempo se hubiera parado y luchara por que las agujas del relój volviesen a funcionar. Yunho, en casa... de nuevo...Por fin llegué a la habitación, cuando llegamos por la mañana había conseguido liar a Minho para que fuese él quien colocase las maletas, evitando así subir a mi habitación durante todo el día. Desde que me había ido tiempo atrás, no había pisado aquel lugar en el que tantas veces había estado con Yunho. 


-Flashback-
Llevábamos así un buen rato abrazados sobre la hierva, cuando nos dimos cuenta de que la canción había terminado. La noche despejada no había aguantado mucho y la lluvia comenzaba de nuevo.  El verano casi se había acabado y cada vez llovía más frecuentemente. Debían ser las dos y media de la mañana cuando volvimos.
La entrada del jardín estaba cerrada, la de la cocina también, así que empapados por la lluvia nos las tuvimos que apañar para subir por donde habíamos bajado. Rompimos unas cuantas hojas de enredadera que crecía por la pared al intentar agarrarnos ya que la lluvia hacía que las manos se nos resbalaran. Finalmente Yunho consiguió subir primero y me ayudo a mí después, consiguiendo subir a la barandilla del porche.

Estábamos completamente calados y Yunho no paraba de estornudar. Nos metimos en su habitación ya que era la que más cerca estaba, pero allí no había ninguna toalla con la que secarnos. Entramos en mi habitación intentando hacer el menor ruido posible, ya que la habitación de mi abuela estaba justo al lado de la mía, las puertas de mi ventana se balanceaban por la tormenta amenazando con cerrarse de golpe.
Yunho se quitaba los zapatos y los calcetines empapados,  parado justo detrás de mí, en medio de la habitación mientras yo trancaba la puerta que daba al pasillo y también me los quitaba. Él estaba helado, tan solo llevaba una camiseta de manga corta y unos pantalones pirata que no le servían de mucho con la que estaba cayendo. Abrí uno de los compartimentos del armario dónde guardaba las toallas, saque una pequeña y dos bastante grandes.
- Ven... siéntate en la cama.  - Yunho hizo caso sin decir nada, ya que de la tiritona que tenía no podía ni hablar. - Ahs... lo siento mucho... debería haberte avisado de que te pusieras algo más de ropa.... a...aaaa....aaCHÚ...
- A.aa...tiitiiii tttttaannnnpopopopopopocooo te siiiiiirrrrvvvvve de  mumumumumucho...- Dijo mientras me acariciaba la mejilla con su mano izquierda. Le rodee la cabeza con una de las toallas pequeñas secándole el pelo un poco mientras su mano bajaba a mi cintura y me acercaba mas a él, sujetándome entre sus piernas - Te..Tengo frio - Deje caer la toalla al rededor de su cuello mientras le acariciaba la cara con las dos manos. Baje la mano derecha hasta su camiseta comprobando que estaba realmente mojada.
- Lo mejor es que te quites la ropa mojada... si no cojeras frio. - Cogí el borde de su camiseta y tiré de ella hacia arriba, haciendo que la toalla callera a la cama y dejando al descubierto el desnudo torso mojado de Yunho.
Deje la camiseta tirada en el suelo cerca del armario. Mientras cogía una de las toallas grandes para secarle, él tenía la cabeza agachada. No había terminado de rodearle con la toalla cuando me volvió a coger por la cintura esta vez aún más fuerte haciendo que mis rodillas tocaran el borde del colchón. Entonces levantó la cabeza mirándome a los ojos y me acerqué a sus labios para besarle. Él tiró de mi camiseta suavemente como yo lo había hecho antes con la suya, levantándose y quedándose más cerca de mí por encima de mi altura. Alargó su mano para coger la toalla grande con la que yo intentaba secarle antes y comenzó escurrir mi pelo cuidadosamente. Secaba mi espalda y mis hombros rodeándome con sus brazos, besando después mi cuello y mis clavículas. La tormenta había empeorado y ahora la luz de los relámpagos reflejaba en las puertas del armario empotrado iluminando la habitación. Me dejó la toalla puesta al rededor de los hombros mientras me pegaba de nuevo a su cuerpo tirando de mi cintura hacia él. Mis manos se apoyaron en su frio pecho aún húmedo por las gotas de lluvia, acaricié su torso hasta que llegue al botón del pantalón empapado, desabrochándolo aunque prácticamente se caían de su propio peso. Sus labios rozaban mi cuello mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
Las manos de Yunho bajaron suavemente desde mi cintura al borde del pantalón tirando de la goma elástica que los sujetaba a mis caderas. Mientras los bajaba a trompicones por la humedad de estos, iba acariciando mis piernas hasta que se quedó de rodillas para terminar de quitarme los pantalones.

Con mis pies aparté la ropa tirándola cerca de donde había caído la camiseta de Yunho. Entonces se levantó cogiéndome de nuevo por la cintura esta vez balanceándonos hasta caer encima de la cama. No parábamos de besarnos. Sus manos recorrían mi cuerpo a la vez que nuestra respiración aumentaba cada vez más. Tiró de mí hasta dejarme encima de él, incorporándonos un poco. El frío prácticamente había desaparecido, a pesar de que el aire entraba por la ventana, la persiana ahora golpeaba fuertemente por el viento que hacía.  La ropa interior mojada se pegaba por la fricción y las gotas de lluvia de nuestros cuerpos pasaron a ser gotas de sudor. Sus dedos se entrelazaban por mi pelo mientras sus labios recorrían mi cuello cuando un rayo ilumino toda la habitación, seguido segundos después por un trueno que hizo que paráramos en seco. Nuestras miradas se cruzaron.
- Yun... - Antes de que pudiera terminar de decir su nombre apoyo su cabeza en mi pecho.
-Yo...he cambiado, durante estos dos días en los que he estado contigo... tan solo unas horas han bastado para que... algo en mi... haga que yo no pueda parar de quererte a mi lado... y hay algo más... que no deja que me centre cuando te beso me vuelvo loco, y yo.. No… No... No sé qué diablos estoy haciendo. No tengo ni idea. Pero aún así... no te vayas de mi lado...

-Fin Flashback-


Apoyada en la pared junto a la puerta de mi habitación mis lágrimas comenzaron a salir... no podía creer que ahora...dormiría en esa misma cama con Minho... todo aquel sueño del pasado... cada vez me hacía más daño... quizás sería necesario un daño definitivo, pasar esto una última vez antes de dejar en un segundo plano todo eso que ocurrió...


Finalmente después de calmarme un poco e ir al baño a lavarme la cara entre en la habitación. Minho estaba en el porchecito sentado en una de las sillas que había. Me cambié la ropa rápidamente para ponerme cómoda, Isiir aún guardaba algo de mi ropa en el armario, por suerte no tuve que deshacer las maletas. Salí hacia la puerta que daba al porche. Minho seguía en la misma posición tapado con una manta.
- Minho, despierta, te vas a quedar frio. - Se revolvió un poco para luego ir incorporándose lentamente.
- Te... estaba esperándo... me dije... "fuera no te dormirás" pero... - Decía costosamente por el sueño.
- Jo, lo siento - Dije dándole un beso en los labios - venga vamos a dormir ya en condiciones - Me cogió de la cintura y fuimos entrando a la habitació, caimos en la cama rendidos.
- Mañana... - Dijo abrazándome - dormiremos hasta la hora que queramos, por fin tengo vacaciones de verdad.... que.... maravilla...hacia.... mucho...que no podía....hacer...eso...- Sonreí al ver que ya a penas estaba despierto.
- Duerme anda.. buenas noches... - Dije divertida , abranzándome a él aún más. Estaba tranquila a su lado.... ese era el secreto...
Aquella noche soñe un recuerdo que había intentado mantener apagado lo más posible en mi interior... 


-Flashback-
Lazos del perdón.
Llegamos a casa protegidos por la niebla que había en la ciudad, había estado nevando y nuestras huellas se quedaban grabadas en la acera. Casi no podía ver mis propias manos mientras abría la puerta del portal. El frio y la humedad habían calado mis huesos, pero no sabía si me había dejado más fría su reacción al volver a verme después de varios días de misión separados, que el temporal que azotaba la ciudad esos días.


Me quite la capa negra colgándola en el perchero que había a la derecha de la puerta, mientras él se quitaba su abrigo yo eche la llave en la puerta. Tenía ganas de quitarme el frio vestido de color cereza que imitaba a los que llevaban las técnicas de reparación de robots. La vedad es que Lyxie para buscarse la vida era una experta.
Estaba asustada de volver a hablar con él. Durante el camino a casa no hablamos nada, tan solo andábamos a paso acelerado debido al frio. 


- Ahora vuelvo – Dije, intente poner un tono amable pero la voz me salió entrecortada, me dirigí a la habitación para cambiarme.
Yunho tan solo emitió un “hum” sin más expresión. Estaba intentando desabrocharme el maldito corsé cuando escuche la puerta que daba al baño abrirse lentamente. Me giré rápidamente consiguiendo desabrochar el nudo que ataba el primer lazo del corsé, dejando un centímetro más de mi escote a la vista.
-  Lo siento, la puerta, estaba abierta. – Dijo Yunho excusándose, mi mirada se cruzo al fin con la suya, sin poder evitar mirarle intensamente a los ojos negros, esos ojos que me cautivaron desde la primera vez que le vi, los ojos que me miraban llenos de ternura y curiosidad, ahora me miraban de una manera diferente. Él definitivamente me odiaba por haberle alejado de su familia. Por haber hecho de descuidara a Jaejoong y a sus demás hermanos. Él realmente me debía odiar por haberle cambiado tal y como  me dijo.


No le dije nada, solo me di la vuelta y continué intentando deshacerme de la cárcel que me aprisionaba el pecho y me cortaba la respiración. Controlaba mis lagrimas, manteniéndolas a raya negándolas deslizarse por mis mejillas.
Entonces sentí como se acercaba y mi pulso se acelero aun más, aun más, aun más…sin poder remediarlo. Mis manos iban al doble de velocidad intentando deshacer los nudos demasiado apretados que aún me mantenían unida al corsé sin poder respirar, estaba agobiándome tanto que mi respiración se volvió ruidosa y sentí como unas manos me rodeaban apartando las mías. Su pecho estaba pegado a mi espalda y su cuello asomaba por encima de mis hombros mientras deshacía delicadamente los nudos, despacio, muy despacio. Apoyé la cabeza en su pecho comenzando a respirar profundamente intentando contener mi agitada respiración. Mis manos  se apoyaron en su cintura pegándome más a él, aferrándome al calor que desprendía su cuerpo.  Deseaba que esto fuera un sueño… el primer sueño bueno después de un largo tiempo. 


El corsé estaba prácticamente desabrochado, su cabeza había ido bajando para alcanzar a ver los pocos nudos que le quedaban, cuando sus labios…rozaron, levemente, por un segundo mi cuello. Y mi intento de controlar mi respiración quedo anulada en un profundo suspiro.


-  Lo siento… – Su voz… su grave voz me golpeo como un torrente de aire caliente. Y en mi mente repetía en bucle las palabras una y otra vez recordando el matiz y la tonalidad de su voz. – Yo…- continúo. – No debí, culparte a ti, fue lo más cobarde y lo más fácil. – Sus manos ahora rodeaban mi cintura fuertemente mientras que sus labios estaban susurrando las palabras en mi oído. – Durante este tiempo que hemos estado separados, no ha pasado ni un día en que no pensara en ti ni en que no me arrepintiera de lo que te dije. – Cada vez me abrazaba más fuerte. Sus labios me besaron suavemente debajo de mi oreja para luego recorrer el camino que le llevaba a mi hombro desnudo y sellarlo con otro beso más.


Permanecía callada, no era capaz de decir nada, solo escuchaba su dulce y grave voz, su aliento revoloteando a mí alrededor. Sus manos entonces aflojaron de nuevo para girarme delicadamente y dejarme frente a él.
-    No… - intente decir, su mano derecha subió hasta mi cara y me aparto las lagrimas que caían sin permiso – No debes disculparte, estabas…estabas con mucha presión y yo…- intentaba seguir argumentando porque razones no debía disculparse, cuando sus labios se acercaron despacio para luego besarme apasionadamente. Mis brazos subieron hasta su cuello deshaciendo el nudo de su pañuelo y tirándolo. Nos separamos un segundo para coger aire. Nuestras miradas se fundieron.


-    Aure, Te quiero. Lo  sentí desde que te vi por primera vez, pero no entendí que tipo de sentimiento era, ahora lo sé, te quiero. – Sus labios se acercaron mientras decía las últimas dos palabras besándome de nuevo. Mis manos desengancharon los tirantes de los pantalones y desabrocharon después su camisa que voló hasta un rincón de la habitación, su torso color melocotón de nuevo, tan suave, tan fuerte que no pude evitar pasar mis manos por él mientras me besaba por el cuello. 


Sus manos bajaron acariciándome la espalda hasta el broche de la falda desabrochándola con un ágil movimiento de sus manos. La falda color cereza cayó por su peso al suelo mientras me acariciaba la cintura y subía las manos por mi pecho hasta mi nuca dejando que mi cabeza cayera hacia atrás besándome por el escote. 


Entonces él separo un poco su cuerpo del mío dejándome sin punto de apoyo haciendo que yo me tambaleara un poco. Me sujeto del codo con un brazo mientras me daba un tímido beso en los labios y se desabrochaba el pantalón del poco traje que le quedaba. Me soltó para agacharse quitándose rápidamente los zapatos. Cogió cuidadosamente mi pie, me agarre a su hombro, para quitarme el zapato de color blanco primero del pie izquierdo y luego del derecho.
Se incorporo acariciando con su mano izquierda mi tripa y pecho que aun seguían cubiertos por la camiseta interior del corsé.  


Comenzó a besarme de nuevo, cuando rápidamente me alzó, tumbándome encima de la cama quedandose arriba, con sus manos delicadamente desabrochaba los botones de la ajustada camisa besando cada poro de la piel que dejaba al descubierto. Finalmente la camisa desapareció igual que el resto de nuestra ropa interior.

Nuestro pulso era directamente proporcional al calor de nuestros cuerpos que aumentaba a medida que la intensidad de los besos subía. La curiosidad me invadía así que usaba mis manos para explorar cada zona de su cuerpo arrancándole cada brizna de aire de sus pulmones,  mientras mis labios estaban atados a los suyos entre sollozos y jadeos.
De pronto paramos… yo estaba sin aliento mientras el respiraba entrecortadamente. Intentamos normalizar nuestra respiración pero cada vez que repasaba cada zona de su cuerpo con la mirada el calor de mi pecho aumentaba igual que mis ganas de tocarle. Nos miramos fijamente y continuamos besándonos. Empujé a Yunho para que quedara debajo de mi sentándome encima suya, él se incorporo entrelazando sus manos por mi espalda y besándome por el cuello. Nuestra respiración era extremadamente ruidosa. De nuevo Yunho quedo encima de mí moviendo sus caderas como lo hacía al compás de la música.  Mi cuerpo se movía junto a él mientras mis manos se aferraban con fuerza a su espalda. El ritmo cada vez se hacía más frenético, mas continúo sin pausa a la vez que solicitábamos más aire del que disponíamos entre nuestros cuerpos. Nuestros labios se separaron por pura necesidad más que por deseo antes de que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. Estremeciéndonos los dos a la vez, tensando nuestros cuerpos…para finalmente relajarnos. 


Yunho dejo caer todo su peso encima de mí, cansado del esfuerzo que había hecho. Mientras yo le rodeaba aun más fuerte su espalda besándole por la oreja y el cuello. Él me miro, me beso con miedo en la comisura de los labios susurrando un casi inaudible “te quiero”. Cerré los ojos y conteste “yo también”. 


Nos colocamos en una posición más cómoda como cuando dormíamos en mi cama. Rodee su cintura con mi brazo y con mi cabeza apoyada en su pecho nos quedamos dormidos.


-Fin Flashback-


-¡AH! - Me desperté de golpe, empapada en sudor y con el pijama medio desabrochado y revuelto...¿Minho? Miré hacia el otro lado de la cama asustada de que no hubiese podido controlar el recuerdo y se hubiese escapado de mis labios algo más que el grito al despertar. Continuaba dormido.... di gracias a todos los cielos porque así fuera... esto tenía mala pinta... muy mala pinta... me levanté de la cama nerviosa colocándome el pijama todo lo que pude y entre al baño, me lavé la cara por segunda vez en la noche.... y una tercera... y una cuarta y el recuerdo no se iba... Me sente en el suelo pegada a la pared y pase mis manos aún humedas por el agua por mi cuello...
- Dios mio... que dificil me lo pongo a mi misma... - Dije balbuceándo para mi misma... - Que dificil.... 


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martes, 3 de enero de 2012

Feliz 2012!


Feliz 2012 a todos!


Ya tenemos aquí un año más, unos lo temen, otros lo desean, estoy segura de que este año estará cargado de sorpresas y momentos importantes. 

No tengo ni idea de si es cierto eso de que se acabará el mundo, pero intuyo que habrá un gran acontecimiento (y no, no hablo de los juegos olímpicos de Londres, o de la Eurocopa que vamos a ganar ¬¬ ) el mundo esta revuelto, entre la crisis, las catástrofes y demás, los que llevan el cotarro no se dan cuenta de que hay un poder mayor que todos nosotros, y es la propia Tierra, ella nos enseñara de donde venimos, una cura de humildad no vendría nada mal, lo malo es que cuando la Tierra habla, pagan justos por pecadores.


Despues de divagar un poco me centro en lo que toca. 


Por este hemisferio del planeta hace un frio que pela (menos que otros años eso si es cierto...nada que ver con el cambio climatico ¬¬) y hemos entrado en el 2012 derrapando en el hielo, ya que nieve..no hay. 


Después de este primer DESASTROSO trimestre teníamos dos escasas semanas de vacaciones, que entre turrones, polvorones y cordero se ha ido volando, cosa bastante deprimente. Así que aquí estamos, a menos de una semana para volver a la rutina y hacer, no hemos hecho nada. 
Por suerte o por desgracia eso de que en clase no vaya muy bien, alimenta la creatrividad y a pesar de no estar a ordenador, los fanfic han ido avanzando poquito a poco, ahora solo toca... tener tiempo y pasarlo a limpio. ,


Hemos cambiado de nuevo de fondo. Y de paso he arreglado la entrada de Beautiful Melody Cap5 que estaba rota. ¡¡¡Biennn!!! Keka y yo pensamos en el morado como un buen color para el invierno, morado y dorado... es bonito,pero el dorado quedaba un tanto mal, así que nos decantamos por el plata. simbolizando la nieve. 


La finalidad de ir cambiado en cada estación de apariencia comenzo como una excusa o mas bien chorrada para indagar un poco en el funcionamiento de la red, pero luego se me ocurrió en hacerlo como homenage personal a uno de mis primeras y para variar, no acabadas novelas llamado "estaciones bajo las estrellas". Así que he llegado a la conclusión que sería divertido ir haciendo pequeños homenages a los fanfics inacabados (y que se quedarán siempre así) aquellos ensayos torpes que nos han ayudado a crecer al menos un poquito en esto que nos gusta. 


Últimamente tengo varias historias en la cabeza, y no solo a nivel de escritura, cosa que hace muy mala convinación dando como resultado : la nada. Y como dice mi profesora de filosofía... de la nada, nada sale. 

-Y el público aclamaba: ¿volverá a ser usted misma algún día señora? 
-Quizás..pero mejor intentaré llegar a ser de nuevo, alguien a quien rehacer. 

Feliz 2012 :)





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Beautiful Melody Cap 5




Capitulo 5 


-¿Changmin...?

Llevaba un par de minutos, desde que nos subimos al coche, preguntandole qué le pasaba, pero él no me contestó, se había dedicado a sentarse con los brazos apoyados en las rodillas y tapándose la cara.

-Oye ¿Qué pasa? No entiendo nada...

-No pasa nada, de verdad...nada.-dijo en un susurro negando con la cabeza.

-Changmin me estoy asustando, ¿Qué pasa? Nunca te he visto así antes...Vamos, cuéntame lo que pasa...-pregunté más alarmada poniéndole un brazo en la espalda e inclinándome para conseguir ver su cara.

Él ladeó la cabeza cuándo me notó cerca y abrió los ojos. Los cerró una vez más y se echó al fin para atrás, recostándose en el respaldo a la vez que suspiraba.

 -Junsu es mi hermano.-dijo con la mirada fija en el suelo.

-¿¡Qué dices!'?-dije echándome atrás de la impresión y apoyándo las manos en el asiento.

Él  levantó la mirada y la cabeza para mirarme a mi.

-Si...-dijo a la vez que asentia con la cabeza.

-Wow. Pero...¿por qué no me lo has dicho? No mejor, ¿por qué no os habeis dicho nada? No habéis hablado no...

-Ya ya lo sé.-dijo él cortándome.-Lo sé perfectamente.

-No entiendo nada...¿No os llevais bien?¿Es eso?

-YunHye no tengo ganas de hablarlo...-dijo negando con la cabeza y volviéndo a cerrar los ojos.

- Está bien...de acuerdo. Pero...

-Sí, tranquila. Algún día te lo contaré-dijo como si me hubiera leido la mente.

Yo me conformé con eso, y aunque todavía alucinada, me recosté en el asiento para mirar por la ventanilla.

Estuvimos un buen rato en silencio hasta que no aguenté más mis remordimientos...

-Estás enfadado conmigo ¿verdad?

Changmin, que estaba mirando por su ventanilla, giró la cabeza para mirarme con las cejas un poco fruncidas.

-¿Enfadado?

Yo asentí con la cabeza y despues dije:

-He venido a la fiesta contigo y gracias a ti, y te he dejado tirado...

-Ya. Bueno pero tú no has tenido toda la culpa...-dijo volviéndo a ponerse tenso.-Vi al ...Yochun ese, cómo te ararstraba con él...el gilipoyas de Yochun...

-¿Tambien conoces a Yochun?

-Si.

-Humm y veo que no le tienes mucho aprecio ¿no?-él se dedicó a negar con la cabeza.-Vaya...Bueno pero volviéndo al tema, podría haberme resistido e ir contigo.

-¿Tú crees? Vi que intentaste marcharte, pero debe ser que te agarró de nuevo, nosé porque se apagaron las luces y ya no te vi hasta antes de que llegara el otro...Y también te llevaron entre los dos asi que...

-Asi que me viste ¿eh? Yo también te vi bailando...¿Pretendías darme celos con esa chica?-dije riendo.

-¿De qué hablas?-dijo él sin poder evitar que sus mejillas adoptaran un color rosado-Sólo estaba pasándomelo bien, tu hacías lo mismo ¿no? ¿Por qué no iba a poder hacerlo yo?

-Si si tranquilo...-dije intentando ocultar mi sonrisa.-Oye pero de todas formas lo siento ¿vale?-dije poniéndome seria de nuevo.-Tenía que haber hecho algo para quedarme contigo, o que vinieras...

-No te preocupes-dijo sin dejarme acabar la frase.-No ha sido culpa tuya, tranquila.

Y me dedicó una sonrisa amable antes de mirar por la ventanilla y ver que ya habíamos llegado. Salió del coche antes que yo, y cuando quise salir él ya estaba abriéndome la puerta y ayudándome a hacerlo.

-Oye...-dijo cuando ya estuve fuera.-Está tu madre en la ventana...-hizo disimuladamente un gesto con la cabeza hacia la casa.-Juraría que quiere comprobar nuestro grado de...romance-sonrió.

-Hum...si tienes razón, se parece a una de las malas de disney.-dije soltándo una pequeña carcajada y haciéndo que él también lo hiciera.

-YunHye...-dijo sin mirarme y mordiéndose el labio inferior mientras buscaba mis manos para juntarlas con las suyas.

Yo le miré para invitarle a que siguiera hablando, pero cuando él subió la cabeza y nuestras miradas se cruzaron de nuevo, me soltó las manos para ponerlas alrededor de mi cuello y besarme.

Esperó pacientemente aún con nuestros labios unidos como pidiendo permiso para algo más, pero cuando noté que dejaba de ejercer presión sobre mi le atraje de los costados con un movimiento rápido, uniendo nuestros labios definitivamente, profundizando el beso. Un beso lento, necesario, como si quisieramos parar el tiempo antes que separarnos... Pero cuando lo hice,echándo la cabeza hacia atrás, él me besó una vez más, aunque fugazmente, como un suspiro. Después se separó definitivamente.

-Vale creo que...creo que ya está satisfecha-dije señalándo hacia la ventana con la cabeza, cómo él había hecho antes.

-Si, claro...-contestó él dándo unos cuantos pasos hacia atrás.

-Bueno pues...pues me voy. Buenas noches, y gracias....por acompañarme a la fiesta...

Él sólo afirmó con la cabeza lentamente un par de veces y yo empecé a andar.

"Mmmm domingo..."-pensé.

Por la cantidad de luz que entraba por las cortinas parecía un días soleado. Intentando despertar todos mis músculos me estiré a fondo, tenía la sensacion de que había dormido mucho.

Me quedé con los ojos cerrados un buen rato, disfrutando de los rayos de sol, y regodeándome en el calor de mi cama sabiéndo que fuera haría mucho frío. Pero esa sensación de felicidad fue apagándose poco a poco al recordar la charla con Changmin de la noche anterior.

Changmin y Junsu hermanos...quién lo diría.

No podía parar de darle vueltas. Si eran hermanos, ¿por qué no se habían hablado? A parte de eso, por las miradas que pude ver que se dirigían el uno al otro ( más Changmin que Junsu)  daba la sensación de que se odiaban. Y yo sinceramente no me imaginaba ningún motivo por el que alguien pudiera odiar a Junsu... No pude evitar esbozar una sonrisa. Había estado encantador en la fiesta. El rato que estuve a solas con él me lo habiá pasado genial, se mostraba atento a lo que yo decía, hablamos sin nombrar en ningún momento nada de negocios, dinero o etc, hablamos (y reimos) de Yunho y su exagerada forma de bailar... Hasta que tuve que marcharme. ¡Incluso me buscó para despedirse! Aunque bueno, ahora que lo pienso y sabiendo que su hermano iba conmigo, tal vez yo no había sido el motivo por el cuál saliera.

Eso me hizo volver a pensar en Changmin, pero esta vez el recuerdo que tenía en la cabeza me hizo tocarme los labios. Me había gustado el beso...No había sido como los otros escaos besos, tanto porque cuando él lo intentaba yo me alejaba, o porque cuando lo conseguía yo no ponía empeño. Pero este beso fue distinto, yo participé tanto o más que él...¿Qué estaba pasando?¿Acaso estaba empezándome a gustar Changmin? No. Eso no podía ser. Seguramente lo que me hizo besarle de esa manera fue cómo le vi. Le notaba afectado por lo de Junsu, fuera lo que fuere, estaba triste y esa parte de Changmin no la había visto nunca. Interpreté el beso como un grito de ayuda, y por eso se la di...

Según iban pasando los días yo notaba a Changmin más relajado, por eso cada vez intentaba acercarme más a la historia de él y su hermano, pero él seguía diciendo que no quería hablar aún del tema. Pasó más de una semana hasta que por fin conseguí que me lo contase.

Estabamos en un recreo del instituto, en la cafetería, muertos de aburrimiento. Ninguno de los dos hablaba con el otro, Changmin se dedicaba a mover con la pajita su zumo y yo traqueteaba con los dedos en la mesa.

-¿Sabes que ahora mismo podría estar empleando mi tiempo en algo más interesante no?-le dije harta de tanto silencio.

-Uhum.-fue lo único que se dignó a decir mientras afirmaba con la cabeza.

-Oye ya me he resignado a que no me dejes ningún recreo sola y me lleves siempre contigo, pero ya que lo haces que por lo menos merezca la pena ¿no?

-Uhum.-dijo exáctamente con el mismo tono de antes.

-Está bien. Me largo.

Me levanté no sin antes mirarle y después me encaminé a la salida. Cuando no había dado ni dos pasos oí que me llamaba.

-YunHye querías que te contase lo de mi hermano ¿no?

Yo me di la vuelta enseguida y sólo asentí con la cabeza.

-Pues...Esta tarde te lo conteré todo.

-¿Enserio?-me acerqué a la mesa mientras él afirmaba y me volví a sentar en la silla que ocupaba antes.-¿Pero por qué hoy? Llevo una semana detrás tuya, persiguiéndote para que me lo cuentes.

-Justo eso era lo que quería-dijo sonriendo mientras se levantaba para ir a la barra a pedirse otro zumo.

Esa misma tarde pasó a buscarme a casa, tal y como había prometido y nos subimos en el coche.

-¿Por qué no nos hemos quedado en casa? No me apetece nada salir, hace muchísimo frío...

-Encima no exijas anda...Vamos a la finca de los caballos.Es una oportunidad para verlos, hace unos cuantos días que no voy.

A mi me extrañó el lugar que había elegido para contarmelo, pero enfin, viniendo de Changmin ya casi que me esperaba cualquier cosa.

El resto del trayecto lo hicimos en silencio. Yo no sabía en lo que estaría pensando él, pero yo por mi parte estaba intentando calmar la ansiedad por saber lo que me iba a contar.

Por fin llegamos, y después de que hablara con los trabajadores, sacó a Bansi de la cuadra (su caballo blanco) y cogiéndole de las riendas empezamos a caminar.

-Bien...Pasó hace poco más de 2 años. Mi hermano....Junsu, vamos...discutió con mis padres, y se marchó de casa.

····························Flashback······················

Al fin salimos de aquella comida taaaan aburrida. Una comida más...Las mismas palabras de siempre pero de gente diferente. Lo único que había tenido que hacer había sido reírle unas cuantas gracias al cliente de mi padre y de vez en cuando decir lo que se habían dicho ya antes entre ellos pero cambiando las palabras. Total...¿Qué era un ratito de sufrimiento frente a todos los privilegios que quisiera?

Cuando bajamos del coche en la puerta de casa,escuché como mi madre, mientras recorríamos el pequeño camino de piedra hacia la casa, decía:

-¿Seguirá enfermmo Junsu? No me ha gustado nada dejarle en casa mientras nosotros nos íbamos por ahí,DaeHyun.

-Vete tú a saber si es verdad que está enfermo...Ya sabes cómo es, y no le gustan nada ir a este tipo de reuniones-le contestó mi padre enfadado.

-Y tú siempre estás pensando mal de él...-le dije yo pasándole un brazo por encima del hombro a mi padre.Me reí por dentro. Seguramente parecía yo el hermano mayor....-Dale un poco más de confian...

Tuve que callarme justo cuando atravesamos la puerta de la entrada.

-¿Qué es eso?-dijo mi padre a la vez que dejaba las llaves en un armario de la entrada. Después se dirigió a mi madre.-¿Estás escuchando eso?

Se escuchaba música. Pero no parecía que viniera de un CD, sonaba demasiado alto y demasiado cerca. Y yo ya sabía perfectamente de dónde venía...

-Le dije que no quería volver a escuchar nada de su música...-continuó mi padre sin dejar que interviniera mi madre comenzando a subir las escaleras.

Llegué a la habitación de Junsu unos pocos segundos más tarde que ellos, pero aún así a mi padre ya le había dado tiempo a quitarle la guitarra.

-¿Te estás riendo de mi?-preguntó mi padre señalando a la guitarra.

-Yo sólo quiero..-comenzó Junsu.

-No me importa.-dijo mi padre sin dejarle hablar.-Aquí sólo importa lo que yo digo, y te he dicho mil veces que no quiero que hagas música.

-¡Pero es mi vida! ¡¡ No puedes...!!

-Si puedo. Yo si puedo hacer todo lo que quiero, tú no. Al menos mientras vivas bajo este techo. No vas a pisar la calle hasta que yo quiera, ¿Has comprendido?-dijo mi padre dándo por terminada la conversación- Y olvídate de la música. Olvídate.

Se dió la vuelta dispuesto a salir de la habitación, pero la voz de Junsu le interrumpió.

-No creas que vas a hacer conmigo lo que quieras.-dijo intentando tranquilizarse.

-No digas más tonterías ¿quieres? -dijo mi padre sin darse la vuelta.

-Junsu, deja las cosas como están, es mejor...-intervino mi madre.

-No. Ya es hora de que las cosas queden claras. ¿Acaso no os habeis dado cuenta? No soy como vosotros, ¡no quiero serlo!

Mi padre se dio la vuelta y se quedó con los brazos cruzados en el pecho, pero con el gesto enfadado aún.

-Tengo 19 años, ya me habéis presentado 4 chicas con las que pretendíais casarme, y estoy seguro de que en la cena de esta noche había otra maravillosa pretendienta. Me habeis obligado a estudiar durante este año algo que no me gusta, a hacer mi música a escondidas, habeis seleccionado a mis amigos durante años...Pero ya no vais a hacerlo. Cuanto antes acepteis que yo elijo la vida que quiero vivir será mucho mejor para todos...

-Bravo. Un discurso muy bonito, pero te repito que esta es mi casa, aquí se hace lo que yo digo. Mañana no quiero ver nada de eso.-dijo señalándo a la guitarra, el micrófono y los cables esparcidos por el cuarto y salió de la habitación seguido de mi madre.

Cuando cerraron la puerta avancé hacia mi hermano.

-Junsu yo no...No sabía que estarías tocando, si no... les hubiera entretenido con algo...Lo siento...

-No. Tú no tienes la culpa.-dijo mirándome al fin. Después se acercó a mi hasta quedarse de frente y me dió unas suaves palmaditas en el cuello.

-¿Estás bien? ¿No vas a tirar todo eso no...?

Negó con la cabeza y se dejó caer en la cama con las manos tapándose la cara. Yo esperé sentado a su lado con una mano en su rodilla, dándole suaves golpes, como si así quisiera reconfortarle.

Cuando pasaron unos minutos él se levantó con un movimiento rápido y dijo:

-Me voy.

-¿Qué?¿Dónde vas?-dije mientras veía como sacaba del armario su maleta y la abría para empezar a meter ropa.

-Si. Tengo que irme. Ya no aguanto más aquí Changmin...

-No, no puedes..-dije aún en estado de shock, sin creermelo.

-¡Si! Si puedo, y es lo que tenía que haber hecho hace ya mucho tiempo...-dijo sin parar de moverse por toda la habitación cogiendo cosas de las estanterías y echándolas en la maleta.-No sé cómo he podido aguantar tanto.

-Pero Junsu...-Me quedé mirándo cómo cogía de una vez las pocas perchas que le quedaban en el armario y las echaba en la maleta. Después la cerró como pudo y se me quedó mirándo.

-Changmin...-Me puso las mános en los hombros y después dijo:-No puedo decirte que vengas conmigo porque no tengo ni idea de qué voy a hacer pero...Porfavor, no te conviertas en alguien cómo él...

-¡No! No Junsu no te vayas...No puedes dejarme aquí solo con ellos...Ve y pídele perdón, seguro que...

-¿Perdón?¡No le voy a pedir perdón Changmin! Han estado jodiéndome desde que tengo uso de razón, manejándome y intentando hacer de mi algo que no quiero ser...-se separó de mi y guardó la guitarra en su funda para luego echarsela al hombro-Por eso te digo que porfavor te cuides mucho...Te prometo que tú y yo vamos a seguir viéndonos y en cuanto pueda te vienes conmigo...

-¡¡No!!-dije reaccionando al fin y separándome de él bruscamente.-No...No pretendas que yo siga esperándote con los brazos abiertos si te vas...Si me dejas aquí solo...

-Lo siento...De verdad que si, y ojalá que no tengas que pasar por esto tú tambien Changmin...Vive tu vida Changmin, no dejes que ellos te la planifiquen, hazme caso por favor...

Yo le miré con ojos llorosos mientras veía los suyos suplicantes. Me dí la vuelta y me apoyé en el escritorio para no tener que ver como se marchaba, pero finalmente, tras unos segundos escuché cómo se cerraba la puerta.

···········Fin del flashback············

-Después...bueno después escuché cómo mi padre le gritaba algo y a mi madre llorar...

Seguramente pasaron un par de minutos hasta que reaccioné, intentando quitar mi cara de boba y pensando algo coherente que decir, pero no se me ocurría nada.

-Wow...Si te soy sincera no sé qué decir...No me esperaba esto para nada...

-Ya supongo, tranquila...

-¿Y tú...? Quiero decir, ¿ya no volvisteis a hablaros nunca más?

-No.Volvió un par de veces a casa a terminar de llevarse sus cosas pero yo siempre me marchaba. No quería saber nada de él.

-¿Y ahora?-él se puso serio de nuevo y me contestó con frialdad.

-No. Ahora tampoco. Venga, vamos a la cuadra, quiero limpiar a Bansi.

Se dio la vuelta sin esperar a que yo le siguiera y deshizo los pasos que habíamos dado antes al contarmelo todo.

Cuando entramos a la cuadra Changmin avanzó rápido hacia Bansi, mientras que yo me quedé un poco más rezagada sentada en un cubo de paja observándole.

Y volvió a mi cabeza el tema que llevaba días rondándome. El compromiso...No tenía ninguna noticia al respecto desde hacía tiempo. ¿Y si ya había fecha?

  -Eh llevo media hora hablándote, ¿se puede saber qué te pasa?

De repente tenía a Changmin agachado frente a mi mirándome con mala cara.

-Oh...Lo siento, estaba en las nubes. ¿Qué pasa?

Él sonrió y después se puso recto de nuevo. Me extendió el brazo y me hizo darle la mano para que tirase de mi y ponerme también en pie.

-No puedes irte de aquí un día más sin limpiar a sombra

-¿Qué?¿Por qué no?

-Tú montaste en ella y después ni te despediste ni nada, eso no les gusta. La dejaste sucia, siempre hay que limpiar a un caballo desde montarle.

-Vale, eso está genial pero ya hace tiempo que monté encima de...

-¿Y? No solo hay que limpiarla cuando se monta en ella...Venga, parece que te lo está pidiendo a gritos.

Y cuándo me hubo soltado después de llevarme a trompicones entre la paja, me ví en la pequeña cuadra particular del animal.

Tenía la cabeza elevada, mirándome fijamente.

-¿Po...porrr qué me mira así..?-dije retrocediendo hasta toparme con Changmin. Que me cogió de los brazos y empujándome desde atrás avanzó conmigo hasta situarse a un costado del caballo.

-No pasa nada. Sólo quiere que la trates bien...

-¿Por qué siempre termino haciendo lo que tú quieres?

Él contestó con una carcajada. Se dio la vuelta y se agachó para coger un cepillo y un trapo blanco y fino, que estaban en un cubo en el que yo no había reparado. Ese sitio me parecía muy pequeño como para albergar algo más que aquel gigantesco animal.

Finalmente no se me dio tan mal como me temía, Changmin me daba indicaciones de cómo debía hacerlo, apartándome de vez en cuando para hacerlo él y poniéndose nervioso al ver mi miedo en algunas ocasiones.

-¿Y? ¿Te ha gustado la experiencia o no?-Me preguntó Changmi cuando ya salíamos de la cuadra pasándome un brazo por los hombros. .

-Bueno...tengo que reconocer que no ha estado nada mal. Prométeme que me dejarás hacerlo de nuevo.-dije inclinándo la cabeza para mirarle poniéndo cara de pena y juntándo las manos en forma de súplica.

-Jajaja está bien está bien...

-Oye Changmin...-había llegado mi momento.-quiero hablar contigo.

-¿Qué pasa?-dijo parándose y mirándome serio.

-Es acerca de...tú y yo...-dije señalándonos a ambos-La boda...Nuestra boda vamos...

-Oh...ya.

Habíamos llegado a la pequeña caseta que había a la entrada, y Changmin se sentó en los escalones. Después me miró y dio unos golpecitos a su lado para que me sentara.

-¿Y bien?-dije mirándole.

-Hay novedades...

-¿Cuales?

-Pues...Es algo que nos van a decir a los dos esta noche, pero yo escuché como hablaban el otro día.

-¿El qué nos van a decir? Ve al grano Changmin...

-Va a haber un acto oficial.

-¿Perdona?

-Si...Algo así como una presentacion de...

-Sé perfectamente lo que es  un acto oficial Changmin.-dije interrumpiéndole.-No me gusta...No me gusta nada, esto está llegando demasiado lejos.

-Lo sé. De verdad...Pero te pido que me des más tiempo.

-¿¡Pero tiempo para qué Changmin!? ¡Se me está acabando la paciencia!

-Vale, si, lo tengo en cuenta...Se que cada vez las cosas van más rápidas, nuestros padres tienen mucha prisa porque esto se haga lo antes posible.

-¿Entonces? Ahora es un acto oficial, mañana será ir a comprar el vestido de novia, los zapatos, el banquete...¿Y que haré yo? ¿Sonreir y hacer como que estoy encantada con los preparativos, viendome rodeada de ramos de flores gigantescos con tu madre y la mia?

-Espero...espero que no llegue tan lejos.

-Yo...yo ya no se que esperar.

Me levanté y dí unos cuantos pasos echándome las manos a la cabeza para echarme el pelo hacia atrás.

-YunHye.-changmin se levantó también y agarrándome del brazo me dio la vuelta dejándome frente a él.-Confía en mi. Sé que esto ya no te servirá de mucho, pero por favor sé lo que hago. Sólo me hace falta eso, tiempo...

Después de mirarle por unos segundos asentí, dándome por vencida una vez más...

-Vámonos...

Cuando nos sentamos y el coche arrancó Changmin me dijo que iríamos directos a su casa, que allí ya nos estarían esperando nuestros padres.

El resto del viaje lo hicimos en silencio.

Yo volvía a estar decepcionada... No sé si con Changmin por confiar en que él podría solucionar esto, o conmigo misma, por pensar que esto tenía arreglo. Ahora mismo no le veía ninguna salida, veía que mi destino era la boda. Había estado pensando en irme de Corea. Irme al extranjero e intentar cambiar de vida, empezar dónde no me conocieran, pero realmente no me veía capaz...Pero si no lo hacía,¿Changmin sería mi marido? Y después...¿Qué? ¿Una vida igual a la que lleva mi madre o la suya? Dejar de lado mis pinturas...mis sueños...la posibilidad de encontrar alguien a quien amar y que me amase...No quería. No quería y pensando en todo esto tuve que oponer mucha resistencia para no derramar ninguna lágrima.

-Ey, ya estamos aquí. -me dijo Changmin sacándome de mis pensamientos. Se dió prisa en salir del coche y correr hacia mi lado para abrirme.

-Oye...No olvides lo que hemos estado hablando ¿vale? Tenemos que seguir aparentando que estamos conformes, que estamos juntos y que...

-Tranquilo.- dije antes de empezar a andar hacia la casa.

Cuando entré a la casa seguida de lejos por Changmin, su madre me recibió con una encantadora sonrisa y me condujo al salón donde ya estaban mis padres. Changmin entró

segundos después y despues de saludar uno a uno se sentó a mi lado en el sofá.

-Espero que lo hayais pasado bien.- dijio la señora Kim EumDom.

-Si, muy bien. Oye, queríamos comentaros...-empezó a hablar Changmin.

-Estupendo. Nosotros también queremos comentaros una cosa.-le interrumpió su padre.

-Si...No podemos esperar más a que Shin YunHye se una a nuestra familia-continuó EumDom.-Estamos ansiosos de que se celebre el compromiso.

Mi madre me miró para que hablase y recordando la charla con Changmin contesté:

-Yo también lo deseo.

-Genial. Pues que os parece...¿Un mes?-dijo mi madre.-Debe ser una gran boda, asistirá mucha gente y...

-Si no es mucho pedir me gustaría que me escuchaseis.-dijo Changmin en un tono amable y serio a la vez. Cuando vio que todos le mirábamos continuó.- YunHye y yo estamos a mitad de curso. Casarnos ahora sería una distracción enorme.

-Bueno, viéndolo así...-comenzó su padre.

-Pero...pero no os tendríais que preocupar de nada Changmin. Tu madre y yo estaremos encantadas de encargarnos de todo.-dijo mi madre

-Aun así, yo prefiero que mi hijo saque bien el curso y pueda entrar en la universidad. ¿Acaso no quieres eso para tu hija? No creo que una muchacha sin estudios sea la mejor esposa para mi hijo...-dijo DaeHyun.

-Eh...Si, claro como no, llevas toda la razón. Me parece estupendo que sea cuando terminen el curso.-Tuvo que intervenir mi padre, porque mi madre se había quedado completamente blanca.

-Bien. Entonces no hay más que hablar.

-¿Cómo que no?-dijo mi madre despertando del trance- ¿Y que pasa con la fiesta? Hay que anunciar el compromiso oficialmente...

-Porsupuesto. Estos chicos se merecen esa fiesta y más.-dijo EumDom levantándose del sofá de enfrente y pasando detrás de nuestro sofá para poner una mano sobre el hombro de changmin y otra sobe el mío.

-Genial. Por fin algo de lo que ocuparme.-dijo mi madre con una espléndida sonrisa.

Su frase fue interrumpida por una de las muchachas del servicio, que irrumpió acalorada en el salón.

-Disculpen que les moleste pero hay alguien que desea verles señores.

-¿ A estas horas? ¿Quién puede ser?-dijo EumDom mirándo a su marido.

-Yo

Creo que mi reaccion, aunque sorprendida, fue la menos perpleja de todas. Changmin y sus padres se levantaron inmediatamente del sofá y se quedaron como congelados. Noté que mis padres se revolvían un poco inquitos en el sillón, y yo tenía unas ganas enormes de correr a saludarle, pero no creía que fuese la mejor idea...

-¿Qué estás haciendo aquí Junsu?-dijo su padre al fin.

-No es contigo con quien quiero hablar.

-¿Por qué vienes a mi casa entonces?

-Tambien es la casa de mi hermano.

-¿Ahora soy tu hermano?-dijo Changmin haciendo que mi mirada se desviase hacia él.

-Junsu ¿Por qué no te sientas con nosotros eh? -dijo su madre sonriente en un intento de calmar el ambiente.

Fue entonces cuando este la miró, ya que hasta entonces solo había mantenido contacto visual con su padre y Changmin, sin reparar en nada más. Entonces su expresión fue un poco más amable.

-No puedo madre, tengo que...

-Venga por favor-avanzó hacia él y le agarró por el brazo- además, tienes que conocer a la novia de tu hermano.

Esta vez se dirigió a mi, girándo su cuerpo y el de él para mirarme. Y Junsu se fijó en mi por primera vez.

-¿Novia?-me preguntó directamente a mi con gesto de confusión.

-Si, es mi novia-dijo Changmin interponiéndose entre los dos y poniéndome una mano en la pierna.

-Van a casarse-dijo tímidamente mi madre.

Yo volví la cabeza hacia ella queriendo matarla.

-¿Casarse?-dijo Junsu- Pero Changmín tú...-miró a Changmin y vio que ni si quiera le miraba, asique pasó a mirarme a mi, que tan solo conseguí hacer un gesto con los hombros.- Vale...ya comprendo todo. Os han obligado ¿no?-y sin esperar respuesta siguió hablando, cada vez más crispado- ¿¡Quién os creeis que sois!?¡No sois nadie! ¿Por qué no les dejais vivir su vida como quieran? ¡Aún son jóvenes joder! Conmigo lo intentasteis y no os salió bien, ahora pretendeis hacer lo mismo con mi hermano...

¡¡Cállate!!-Gritó Changmin-¡Tú eres el que no es nadie, no eres mi hermano!- y salió del salón sin que su madre ni nadie pudiera impedirlo.

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